Escrito por Pen-Chen Liu
Traducido por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
En la tarde del 18 de abril, y los voluntarios Tzu Chi de la región sureña se encontraban entregando mascarillas médicas a las personas de la comunidad desde sus oficinas en Houston. Era el segundo evento de distribución que habían realizado, durante la primera repartición (realizado siete días antes) había un límite de artículos por la escasez de suministros.
En este evento solo se pudieron entregar mascarillas a los voluntarios certificados, a los miembros de Tzu Cheng Faith Corps y algunos miembros Tzu Chi que vivían en las comunidades locales.
Pero después de recibir un nuevo envío, los voluntarios decidieron cambiar el enfoque. Durante la segunda entrega, el alcance de distribución se amplió para incluir a los voluntarios regulares, el personal de la Academia Tzu Chi, al igual que a los maestros quienes brindan clases dentro de los centros comunitarios. Además, a los miembros de las comunidades chinas y vietnamitas en Houston.
Ese mismo día, el pronóstico del tiempo, para ese día era nublado y con posibilidad de fuerte tormentas. Sin embargo, no fue suficiente para disminuir el entusiasmo de los voluntarios que organizaron el evento, y estaban agradecidos de poder ayudar a la comunidad al prevenir la propagación del nuevo coronavirus (también conocido como COVID-19).
El director ejecutivo de la Oficina Regional Tzu Chi Sur Tarzan Huang, y Jean Hsu planearon las estaciones de distribución y el flujo de tráfico, el día anterior. En el dia del evento, llegaron temprano para organizar las estaciones, también desinfectaron las áreas de trabajo, empacar las mascarillas y los granos en polvo con fin de distribuirlos en paquetes de caridad.
A las 12:30 PM, cuando se completaron todos los preparativos, los voluntarios se unieron para realizar una oración dedicado a todas las persona quienes sufrieron debido al brote de COVID-19. Después, Tarzán Huang informó al grupo, recordando a todos sus deberes y la importancia de mantener una distancia social. Más que nada, mantener una actitud alegre.
Media hora después, los carros comenzaron a llegar. Los voluntarios se encontraban trabajando de manera eficiente y segura. Primero, pidiéndoles a los conductores que bajaran la ventana del lado pasajero o el del asiento trasero cada vez que entraban al estacionamiento.
Mayoría de las personas quienes estuvieron presentes para recibir las donaciones se habían registrado antes. Cuando se detuvieron en las estaciones, para recoger los articulos, los voluntarios solo tenían que verificar sus identidades. Luego, de verificar, colocaron los paquetes de caridad dentro de los carros, a través de las ventanas abiertas.
Muchas personas también aprovecharon esta oportunidad para ayudar a otros. Después de recibir sus mascarillas, algunos se detuvieron en la Librería Jing Si para donar a la fundación Tzu Chi. Ayudarlos a obtener suministros más críticos en la lucha contra la pandemia.
Incluso, un receptor había traído un sobre con letras que decía “Donación para derrotar la epidemia” escrito por encima. Los voluntarios se sintieron conmovidos por el amor y la compasión que esa misma persona había demostrado tener.
Durante el evento, el cielo se abrió y comenzó hacer un poco de sol. No por tanto tiempo. Sin embargo, fue una bendición que la lluvia no era demasiado fuerte y solo duro unos minutos. Mientras tanto, ese mismo día, otras partes de Houston reportaron lluvias y vientos fuertes incluso granizos de un cuarto. La anomalía hizo recordar a muchos quienes estuvieron presentes que podían contar sus bendiciones, habiéndose mantenido seguros y saludables mientras se llevaba a cabo la dist.
Al final del día, la Oficina Regional Tzu Chi del Sur distribuyó una suma de 2.490 mascarillas médicas y 120 de tela. Los voluntarios se reunieron en la sala de conferencias. Estaban ansiosos por discutir los planes de realizar más eventos de distribución en el futuro, una vez que lleguen más envíos. Esta vez, con el objetivo de beneficiar a los trabajadores de salud, primeros auxilios, instalaciones correccionales y otros puntos críticos para evitar que propague la infección del COVID-19 a medida que la pandemia continúa en los Estados Unidos.
