Escrito por Daphne Liu
Traducido por Diana Chang
Editado por Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
Weilin Wu, residente de Nueva York, contrajo COVID-19 durante la pandemia. Afortunadamente, no requirió hospitalización. Durante el tiempo en cuarentena en su casa, cada semana varios voluntarios de Tzu Chi se arriesgaron a llevarle frutas y verduras frescas.
[Estuve en auto cuarentena] por un período de tiempo, tal vez uno o dos meses. Cuando los voluntarios de Tzu Chi, se enteraron, que me había infectado con el virus, [un voluntario] venía cada semana para darme comida, estoy muy agradecido por eso.
Weilin Wu, Residente de Nueva York
Weilin se refería al voluntario de Tzu Chi llamada San San Chiang. Profundamente conmovida por el cuidado recibido, algo que Weilin nunca había experimentado durante sus 40 años de residencia en los Estados Unidos, le dijo a San San, que lo primero que quiere hacer después de la recuperación es convertirse en voluntaria devota.
Fiel a su palabra, Weilin cumplió, y ahora, la significativa tarea del voluntariado es parte de su vida. Una de las actividades en las que participa actualmente es la distribución regular de frutas y verduras de la región noreste de Estados Unidos de Tzu Chi en Flushing, un vecindario en el distrito de Queens en la ciudad de Nueva York.
Inspirada en Retribuir Ayuda
El viernes es el día más esperado para muchos residentes chinos en Flushing, en este día los voluntarios de Tzu Chi New York distribuyen productos frescos en la oficina central de la región noreste de Tzu Chi USA. La dependencia cariñosa de los residentes de este programa regular se ha intensificado desde que comenzó la pandemia. Con la economía muy afectada y muchos puestos de trabajo perdidos, cada vez más personas necesitan ayuda de caridad. En consecuencia, los lugareños también llegan más temprano cada semana; algunos comienzan a hacer fila para esperar desde las seis de la mañana.
Muchos residentes del vecindario vienen a ayudar en estas distribuciones de alimentos, con la intención de ayudar a los necesitados en su comunidad. Ahora Weilin Wu también se ha unido a sus filas. Aunque se jubiló hace unos años, Weilin todavía está dispuesta a ser voluntaria todos los fines de semana. Ella sabe de primera mano, lo que se siente recibir el amor y el cuidado de los voluntarios de Tzu Chi; por lo tanto, quiere apoyar sus esfuerzos de ayuda.
Durante las distribuciones semanales, Tzu Chi ofrece una variedad de productos frescos como verduras de hoja verde, repollo, melón amargo, berenjena, etc. Weilin ayuda a clasificar y subdividir los suministros de alimentos antes de que sean entregados en la distribución o entregados a los que no pueden asistir, como sucedió en su caso mientras estaba en cuarentena.
En realidad, son los pensamientos [amables] en lugar de la comida lo que realmente me conmovió y me movió, así que también quiero hacer algo por los vecinos que me rodean, con la esperanza de que ellos también sientan lo mismo.
Weilin Wu, Voluntaria de la comunidad Tzu Chi
San San, voluntario de Tzu Chi, se siente conmovida por la contribución dedicada de Weilin y también expresa algunas preocupaciones:
Ella viene a nuestra oficina todos los viernes para servir a la comunidad. Aunque tiene problemas de espalda y se sometió a una cirugía antes, eso no la detiene. [Verla] cargando artículos pesados y entregándoles realmente me emociona.
San San Chiang, Voluntaria Tzu Chi
Una vez que los suministros de alimentos están listos, Weilin ayuda a entregarlos a los adultos mayores que viven solos. Entre ellos, visita a Dingjun Wang, un profesor de 96 años y escritor de renombre quien junto a su esposa, son sus vecinos. Para esta pareja y otros adultos mayores que reciben cuidados, tales esfuerzos marcan una gran diferencia durante la pandemia, ya que en su mayoría permanecen confinados en sus hogares por razones de seguridad.
Que Las Buenas Acciones Sigan Creciendo Como La Masa
Más allá de participar en los esfuerzos de distribución de alimentos, Weilin Wu también se sintió motivada para recaudar fondos en nombre de las misiones de Tzu Chi. Esta empresa puede ser un desafío dadas todas las limitaciones de seguridad pública actuales debido a la pandemia. Sin embargo, encontró su camino al hacerlo y, basándose en sus habilidades, eligió recaudar fondos haciendo y vendiendo bollos saludables hechos al vapor.
Y mientras Weilin observa cómo la masa de levadura se eleva en el proceso, felizmente visualiza una cantidad creciente de buenas acciones que surgen en la comunidad y más vecinos que agregan su tiempo y esfuerzo para apoyar las actividades de Tzu Chi. También está agradecida por el nuevo propósito con sentido que ha descubierto. “Esta pandemia me ha dado un profundo despertar de que ya no puedo jugar mahjong todos los días”, explica.
Las manos con las que solía jugar al mahjong hábilmente [ahora] amasan la masa, [mientras] hago algo significativo. La pandemia mundial no discrimina entre raza o nacionalidad, por lo que todos debemos estar alerta y trabajar duro para superar las dificultades.
Weilin Wu, Residente de Nueva York
Cada semana, las distribuciones de alimentos de Tzu Chi New York en Flushing ayudan al menos a 200 familias. Además, como ilustra bellamente esta historia, este programa en curso también planta las semillas del amor en los corazones de las personas que reciben cuidados, motivando a algunos de ellos a actuar en consecuencia a través del servicio comunitario.
Las semillas de las bendiciones deben sembrarse cada vez que se cosechan sus frutos para asegurar que el ciclo virtuoso continúe indefinidamente.
Aforismo Jing Si de la Maestra del Dharma, Cheng Yen
Usted también puede ser parte de este ciclo de atención al apoyar las misiones de caridad de Tzu Chi USA.