Escrito por Siang-Ying Goh y Susan Chen
Traducido (Inglés) por Pick-wei Lau
Traducido (Español) por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
En los Estados Unidos, el cuarto jueves del mes de noviembre, es el mes cuando la gente celebra el Día de Acción de Gracias, para expresar su gratitud, por todas las bendiciones, que han tenido todo el año. Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19 que arrasó por todo el mundo en 2020, ha sido difícil estar agradecido por este año extraordinariamente difícil.
Para la mayoría de nosotros, que logramos mantenernos seguros y mantener una buena salud, todavía hay muchas razones para estar agradecidos en 2020. Eso es especialmente cierto, para el equipo de voluntarios que participó en una campaña de recolección de alimentos para el Día de Acción de Gracias, en Maryland, con el fin de brindar asistencia a las personas necesitadas de esa comunidad.
Para el personal y los voluntarios de la Academia Tzu Chi Washington D.C. – ubicada en la ciudad de Bethesda – su colecta anual de alimentos es un evento comunitario muy apreciado. Primero, los voluntarios recolectan y empacan los alimentos donados, para distribuir los suministros antes del día de Acción de Gracias, asegurándose de que todos los beneficiarios puedan alimentar bien a sus familias durante la celebración.
Recolectar y empacar alimentos donados es una labor de amor
Este año, la recolección y empaque de alimentos – tuvo lugar el 15 de noviembre – se desarrolló de manera diferente. Para proteger la seguridad de todos, los voluntarios hicieron el trabajo de organizar los alimentos y dividirlos en paquetes de ayuda al aire libre, en la zona de estacionamiento de la Escuela Secundaria Walt Whitman, a pocas cuadras de la Academia Tzu Chi.
Las familias recibieron alimentos una semana antes del Día de Acción de Gracias, esta despensa de alimentos, les ayudará a celebrar durante este difícil año pandémico. Fotos: Cortesía de los voluntarios de la región de Washington D.C. de Tzu Chi USA.
Los voluntarios de la Oficina Regional Tzu Chi Washington D.C., junto con las familias de los estudiantes, el personal, y los voluntarios de la Academia Tzu Chi, participaron en esta aventura de amor de recogida de alimentos. . Los artículos que trajeron, para empaquetar ese día incluían todo tipo de alimentos básicos: como arroz, frijoles, cereales, aceite de cocina, etc.
Una vez que clasificaron los suministros de alimentos, las familias comenzaron a llenar cada bolsa con varios productos básicos Fue un momento conmovedor ver a todos trabajando juntos. Los estudiantes mayores, se emparejaron con los más jóvenes, ayudándoles a cargar las bolsas de peso, mientras, les explicaban la importancia de la colecta de alimentos. En poco tiempo, habían preparado muchas canastas de comestibles, llenas de varios alimentos, cada uno con un peso de más de 20 libras.
Aunque todos se mantuvieron concentrados en la tarea, que tenían entre manos, hubo una sensación de camaradería y alegría, con muchas risas para ser escuchadas. Fue un momento conmovedor, porque todos volvieron a conectarse, con amistades en persona, después de verse por pantallas de computadoras durante los últimos ocho meses. Incluso el trabajo duro puede ser divertido y gratificante cuando sabe que ayudará a alguien, que sufre o en necesidad.
Si puede activar su verdadera naturaleza y sentido de responsabilidad, entonces naturalmente podrá hacer todas las cosas fácilmente y sin quejarse
De nuestros corazones a sus manos
Para completar la recolección de despensa básica en la Academia Tzu Chi, todas las bolsas de comida empaquetadas, deben llegar a las manos de quienes más las necesitan. El 19 de noviembre, un equipo de voluntarios partió para la escuela primaria JoAnn Leleck at Broad Acres – ubicada en la ciudad de Silver Spring – donde las familias necesitadas los estaban esperando esa tarde.
Más familias recibiendo alimentos. Fotos: Cortesía de los voluntarios de la región de Washington D.C. de Tzu Chi USA.
Frank Chen, el director ejecutivo de la Oficina Regional Tzu Chi Washington D.C., también se unió al equipo, y trajo aún más artículos para compartir con las familias: como tarjetas de regalo en efectivo, paquetes de fideos y arroz Jing Si. Varios voluntarios locales también vinieron a ayudar durante la distribución, ayudando con la traducción al español.
Al final del evento, los voluntarios habían distribuido todas las bolsas de alimentos con amor y caridad, brindando alivio y alegría a cada familia, durante la desafiante temporada navideña de este año. El momento más conmovedor para el equipo fue ver a estas familias con un brillo de gratitud y esperanza en sus ojos, unidas con las constantes “gracias” que exclamaban con alegría.
“Me sentí muy feliz cuando vi lo felices que eran estas familias”, fueron las palabras de T.J. Lau, el hijo de nueve años de uno de los voluntarios, que ayudó en la colecta de alimentos. La respuesta entusiasta de este niño a la experiencia de dar, especialmente durante esta pandemia, resume la alegría del servicio.
