Escrito por: Christina Chang
Adaptado al español por: Juan Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli
El incendio Park, del 24 de julio de 2024 en el condado de Butte, al norte de California, quemó 709 estructuras, afectando a muchas personas. Rápidamente, los voluntarios de la región noroeste de Tzu Chi USA iniciaron una distribución de tarjetas de efectivo el 10 y 11 de agosto. Continuaron con una segunda ronda el 17 de agosto y una tercera ronda, el 24 de agosto, exactamente un mes después del inicio del incendio. Esta misión proporcionó $104,500 en ayuda, beneficiando a 158 hogares que ayudó a cubrir con sus necesidades diarias tras esta catástrofe.
El equipo de ayuda de la Región Noroeste de Tzu Chi USA trabaja arduamente desde la evaluación de la catástrofe hasta su distribución, asistiendo a cada destinatario de la ayuda con eficacia y esmero. Fotos/Saileung Wong
“No están solos”
La segunda ronda de distribución de ayuda ante desastres de Tzu Chi USA, el 17 de agosto de 2024, tuvo lugar en el Centro de Recuperación de Chico de la Región Noroeste de Tzu Chi. A medida que los sobrevivientes llegaban y compartían sus historias, sintieron la genuina atención de los voluntarios de Tzu Chi, lo que los ayudó a sentirse apoyados.
El incendio Park destruyó la casa donde Julie y Sam (seudónimos) vivían desde hacía 38 años. Tuvieron que evacuar rápidamente y sólo se llevaron con ellos a sus dos perros mientras escapaban de las llamas. Después, Sam se quedó temporalmente en casa de su hijo en Chico, mientras que Julie regresó a su ciudad natal para quedarse con sus padres de más de 90 años. “Tengo sentimientos encontrados por dormir en la habitación donde viví de niña”, comparte Julie, reflexionando sobre esta extraña e inesperada situación.
Cuando ambos recibieron la tarjeta, también recibieron la carta de condolencias de la Maestra Cheng Yen por su sufrimiento. Al leer que, “No están solos”, Julie se emocionó hasta las lágrimas. Sam la ayudó a terminar de leer y también rompió a llorar. La pareja se siente abrumada por el futuro en el que deben afrontar reconstruir y comenzar de nuevo. Las cariñosas palabras de la Maestra Cheng Yen y su comprensión fueron como un abrazo a la distancia que se sintió en la dedicación y ayuda de los voluntarios.
Un joven llamado John (seudónimo) también se presentó en la distribución para expresar su necesidad de ayuda. El incendio destruyó su casa y la de su padre. John tenía restos de ceniza negra en el cuerpo, de la limpieza de las casas de su familia, y parecía cansado, no sólo por eso, sino también porque ahora vive en un coche averiado. John se percató de la ayuda de Tzu Chi gracias a su padre quien le comentó sobre esta distribución de ayuda.
Aunque John no se había inscrito de antemano para recibir ayuda, los voluntarios confirmaron rápidamente su situación, recopilaron la información necesaria y le proporcionaron una tarjeta de efectivo. También le dieron una alcancía de bambú, explicándole que los fondos de la tarjeta eran el amor y las bendiciones de la comunidad y los donantes mundiales. Sorprendido, John metió todo el dinero y las monedas que llevaba en el bolsillo en el banco de bambú. El voluntario le indicó que podía llevarla a casa, añadir una moneda cada día y pedir un buen deseo y cuando su vida se estabilice, podrá devolver la alcancía a la sociedad.
David Milton Eleazar sobrevivió dos incendios forestales en el pasado. El North Complex Fire de 2020, que calcinó todas sus herramientas de subsistencia, y en aquella ocasión, voluntarios de Tzu Chi brindaron su ayuda a los sobrevivientes. Este año, aunque el incendio Park estaba a 27 kilómetros de su casa, Eleazar no creía que fuera a alcanzarlo. Desgraciadamente, se equivocó: “Resultó que este incendio forestal era un monstruo y quemó mi casa. Tuve que subirme a la moto y evacuar rápidamente. Puede que haya sido la última persona en escapar del fuego”.
Actualmente, Eleazar vive en una casa móvil hecha de un autobús. Cuando acudió por primera vez al Centro de Asistencia Local en busca de ayuda, los voluntarios de Tzu Chi se mostraron atentos a su situación mientras escuchaban su historia, dándose cuenta de lo difícil que debía ser para él. Esta vez, Eleazar contó que había nacido en San José y que de niño había estudiado judo en un templo budista. Agradecido por la ayuda de la Maestra Cheng Yen y de Tzu Chi, tomó la iniciativa de expresar su esperanza de aprender más sobre la esencia del budismo en el futuro. Además, agradeció enormemente la ayuda económica que recibió aquel día.
No hubo que hacer cola en el centro de distribución de Tzu Chi. El proceso fue sencillo y sin complicaciones. Recibí una tarjeta de efectivo con $600 que puede subvencionar inmediatamente mis necesidades temporales.
Una cálida bienvenida y muñecos de lana
Dieciocho voluntarios de Tzu Chi participaron en esta ronda de distribución de tarjetas de efectivo del 17 de agosto. Voluntarios de San José, Sacramento y Chico trabajaron juntos para ayudar con atención a los sobrevivientes del incendio Park.
La voluntaria Sharon Li, que suele ayudar como intérprete de inglés y español en diversas actividades de Tzu Chi, vive en Milpitas, un suburbio de San José. Ella partió temprano por la mañana, conduciendo más de tres horas para llegar al lugar de distribución en Chico. Llevaba una bolsa con 136 muñecos de lana que ella misma había tejido y pidió a los voluntarios que se los dieran a los sobrevivientes con niños cuando los atendieran. El equipo repartió 27 muñecas ese día.
En un principio, Li hizo las muñecas para las actividades de fin de año de Tzu Chi destinadas a los afectados por las inundaciones en Pájaro, una comunidad agrícola entre los condados de Monterey y Santa Cruz. El año anterior hizo lo mismo y regaló 130 muñecas a los niños durante la misión de ayuda.
Li continuó con su plan de hacer más muñecas este año. Hacer una le lleva unas tres horas, y añade su amor con cada lazada. Esperaba igualar la cantidad de donaciones del año pasado, pero la superó en verano. Cuando los sobrevivientes del incendio Park recibieron las simpáticas muñecas que Li había confeccionado, muchos se sintieron reconfortados. Con una sonrisa desolada, uno dijo: “Todos mis peluches se quemaron en el incendio, y ahora tengo otro”.
Más ayuda está en camino
El 24 de agosto, el equipo de voluntarios del Centro de Recuperación de Chico distribuyó tarjetas de efectivo a más sobrevivientes del incendio Park. Después de tres rondas de ayuda para catástrofes, Tzu Chi USA pretende poner en marcha la atención a medio y largo plazo que sea necesaria.
Minjhing Hsieh, director ejecutivo de la región noroeste de Tzu Chi USA, reside en San José y viaja con frecuencia a Chico. Hsieh jugó un papel decisivo en la creación de la oficina y el equipo de Chico con el fin de proporcionar asistencia continua a largo plazo después del devastador incendio Camp en 2018. Después de esta misión, elogió al equipo de Chico por su crecimiento en autonomía y capacidad para satisfacer nuevas necesidades de socorro de manera rápida y eficiente.
El pequeño equipo de voluntarios de Chico colaboró para transmitir el amor y el cuidado de Tzu Chi a los sobrevivientes. Espero que el equipo de voluntarios de Chico pueda seguir creciendo y prestar más servicios a la comunidad.
Ahora el equipo le apunta a la atención a mediano y largo plazo y a la reconstrucción en colaboración con varias organizaciones de la comunidad de Chico. El siguiente paso será centrarse en ayudar a Cohasset y Forest Range, dos de las comunidades del condado de Butte más afectadas por el incendio Park. El equipo seguirá atendiendo a los sobrevivientes y ayudándoles a volver a la vida normal lo antes posible. Al mismo tiempo, Tzu Chi USA y el equipo de Chico de la región noroeste están preparados para poner en marcha la evaluación de catástrofes y el socorro cuando se produzcan nuevos siniestros.
