Escrito por Christina Chang
Traducido (Inglés) por Diana Change
Editado (Inglés) por Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
“Durante la pandemia, y luego de completarse en mayo la distribución de la tarjeta de efectivo a la comunidad hispana en el este de Palo Alto, y deberíamos continuar con nuestro apoyo hacia las personas, tanto a mediano como a largo plazo”. Las voluntarias de Tzu Chi Christine Liu, Michelle Wong, Leslie Shieh y Ellen Chen estuvieron de mutuo acuerdo en cuanto a la ruta a seguir mientras discutían los casos de caridad de Tzu Chi USA al este de Palo Alto, California.
Luego de que en marzo del 2020, la pandemia de COVID-19, se extendiera por todo el país, los voluntarios de Tzu Chi en el este de Palo Alto mantuvieron su atención a la comunidad hispana, la cual se ha mantenido durante una década. Los voluntarios comenzaron a visitar a las personas dentro de la comunidad que han sido más afectadas por la pandemia, entre ellos los residentes latinos indocumentados, ya que son particularmente vulnerables y no tienen acceso a recursos de ayuda.
Cuando el pasado mes de mayo, se distribuyeron tarjetas de efectivo para ayudar con lo esencial a las familias desfavorecidas al este Palo Alto, los voluntarios descubrieron, que la mayoría de los beneficiarios de la atención eran nuevos inmigrantes indocumentados de origen hispano. Muchos habían creado hogares con varias familias viviendo juntas para ahorrar en el costo de alquiler. El hecho de que no hablan ni entienden inglés complica aún más la situación para algunos. Además, con varios niños que mantener en cada hogar, los gastos diarios de estas familias son sustanciales.
Por lo tanto, después de emitir las tarjetas de efectivo de emergencia, los voluntarios decidieron continuar donando suministros esenciales a estas familias a través de los programas de atención a mediano y largo plazo de Tzu Chi USA. Y, como explicó la voluntaria de Tzu Chi, Michelle Wong, esta ayuda, se puede adaptar según sea necesario, ya que “durante nuestras interacciones de todos los meses, aprendemos las necesidades de cada familia para ayudarlos a superar los momentos difíciles durante la pandemia”.
Preparación De Paquetes De Ayuda Con Suministros Esenciales
Los voluntarios de Tzu Chi, comenzaron a planificar un programa de atención a mediano y largo plazo para esta población vulnerable. Cuando el primero de agosto, 25 familias iban a recoger víveres de un banco comunitario de alimentos, los voluntarios también planearon entregarles paquetes de ayuda. Los suministros de ayuda incluirían artículos de desinfección y limpieza; mascarillas de tela para adultos y adolescentes; ropa de segunda mano para adolescentes y niños; fideos de Tzu Chi y arroz Jing Si; además de los frijoles pintos que suelen consumir las familias mexicanas.
Para preparar y organizar suficientes suministros, para hogares de diferentes tamaños, los voluntarios de Tzu Chi reclutaron voluntarios locales para ayudar en la comunidad de Sunnyvale de Silicon Valley. A principios de julio, todos comenzaron a trabajar en estrecha colaboración. Desde el abastecimiento hasta la clasificación y el empaque, Tzu Chi y los voluntarios de la comunidad local unieron sus fuerzas y en tres semanas habían preparado paquetes de atención para 25 hogares en el este de Palo Alto. También habían personalizado los paquetes de cuidados de acuerdo con las necesidades específicas de cada familia.
Durante la pandemia, muchos voluntarios de Tzu Chi,expresaron su dedicación a continuar sirviendo a la comunidad. Por lo tanto, esta distribución movilizó a cerca de 50 voluntarios dentro de la comunidad.
Superando La Escasez De Suministros De Limpieza Y Desinfección
Durante la pandemia, las tiendas pueden abastecer sus estantes con desinfectantes y artículos de limpieza por la mañana y los clientes los comprarán esa misma tarde. Para asegurarse de que las familias, que recibirán los paquetes de atención de Tzu Chi pudieran tener algunos de estos bienes, que se han vuelto tan valiosos durante la pandemia, los voluntarios comenzaron a comprar suministros mucho antes de la distribución para superar la escasez generalizada.
De todos los suministros, las toallitas de limpieza fueron las más difíciles de obtener. Muchos voluntarios, se alineaban en las tiendas todos los días y aún así regresaban con las manos vacías. La voluntaria Carol Hsia incluso trató de esperar en la fila desde las siete de la mañana, con la esperanza de ser la primera en comprar cuando la tienda abriera a las ocho. Se apresuró a ir al estante donde la tienda suele colocar estas toallitas de limpieza pero la misma se encontraba vacía: los productos estaban agotados. Carol tenía que probar suerte en otra parte.
Un día, un voluntario envió un mensaje a través del chat grupal del equipo, de que habían toallitas de limpieza en ciertas tiendas. Los voluntarios que estaban disponibles partieron inmediatamente. Sin embargo, cuando Grace Chen, llegó a una de las tiendas solo encontró un juego de tres toallitas. Se podían comprar botellas de productos desinfectantes, pero las compras se limitaban a una por persona.
Había un empleado cerca de los suministros, cuidando los artículos. Grace encontró una foto en su teléfono de los productos desinfectantes, que los voluntarios ya habían recolectado y se la mostró al empleado al tiempo en que le explicó que Tzu Chi, se estaba preparando para distribuir artículos tan esenciales a familias desfavorecidas en el este de Palo Alto.
Cuando Grace preguntó si podía comprar más se le permitió comprar las restantes aunque, sólo constituían unos pocos artículos. Al salir de la tienda, el empleado sonrió y dijo: “Gracias”. Ambos se sintieron agradecidos por las buenas intenciones del uno y del otro.
Después de que los voluntarios se apresuraron a ir a varias tiendas, compraron todas las toallitas de limpieza que les faltaban, para distribuirlas en una hora. Finalmente, gracias a los esfuerzos de compras en persona y en línea (Internet), todos los suministros de limpieza, incluidos limpiadores, toallitas desinfectantes, desinfectantes para manos y jabón, se obtuvieron y pudieron empacarse y prepararse para el día del suministro.
Ofrecen Mascarillas De Tela Hechas Con Amor
Cuando los voluntarios de Tzu Chi, visitaron los hogares que necesitaban ayuda, descubrieron que los niños de las familias carecían de mascarillas de tela del tamaño adecuado. Por lo tanto, decidieron pedir ayuda a los voluntarios de la comunidad por lo que Rebecca Yang asumió la responsabilidad de coordinar la producción de mascarillas de tela caseras para niños.
Los voluntarios elaboraron todo en equipo. Desde el diseño y las muestras de inicio Luego los patrones, la preparación del material, el corte, la costura, el planchado, el enhebrado y el empaque de las mascarillas. Cuando surgieron desafíos, encontraron formas de superarlos: Por ejemplo, cuando se dieron cuenta de que les tomaría mucho tiempo ordenar bandas elásticas. Rebecca ideó usar una tela flexible en su lugar.
El equipo de siete voluntarios pudo producir 108 mascarillas de tela, para adolescentes y niños en diez días. Al mismo tiempo, un equipo voluntario de estudiantes de secundaria hizo mascarillas de tela para adultos, completando 170 mascarillas de tela para la donación.
La voluntaria Miew Keen Choong y sus dos hijas, Natalie Lye y Kimberly Lye, quienes todavía están en la escuela primaria, completaron el empaque de las mascarillas de tela en casa. Primero clasificaron la cantidad de mascarillas necesarias, para cada hogar y luego imprimieron etiquetas para cada paquete. También insertaron un marcador, con uno de los Aforismos Jing Si de la Maestra del Dharma, Cheng Yen, impreso en cada paquete, para enviar un mensaje inspirador al destinatario. Está dedicada familia traerá ahora amor y cuidado a otras familias necesitadas.
Proporcionar Ropa De Calidad De Segunda Mano
En muchos de los casos de caridad de Tzu Chi, los niños pequeños de la casa no tienen suficiente ropa y se beneficiarían de recibir ropa de segunda mano. Es por esto que voluntarios y un grupo de estudiantes de secundaria recolectaron ropa infantil de segunda mano de su círculo de amigos.
La voluntaria de Tzu Chi, Ping Liao, y su hija, quien cursa el octavo grado, trabajaron con los estudiantes de secundaria para preparar la ropa para distribuirla. Kylie Liao, una de las estudiantes que había recibido muchos artículos de segunda mano de amigos y compañeros de estudios, ayudó a Ping y a su hija a preparar y doblar toda la ropa donada. Clasificaron los artículos en bolsas, marcaron las bolsas y finalmente limpiaron un patio lleno de ropa y bolsas en un día.
Preparación Y Configuración Para El Día De Distribución
El domingo 26 de julio, 12 voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi , EE. UU. se unieron en dos grupos para preparar 25 paquetes de atención personalizados para la próxima distribución el 1 de agosto. Por seguridad durante la pandemia, trabajaron al aire libre o en áreas bien ventiladas.
Un grupo clasificó toda la ropa de segunda mano y las empaqueto en el patio. Primero, extendieron una sábana gigante en un espacio abierto, colocaron toda la ropa recolectada, y luego seleccionaron los artículos más nuevos del montón de casi mil piezas. Luego clasificaron los artículos seleccionados por tamaño, para cada caso de caridad, las doblaron cuidadosamente y las empaquetaron en una bolsa ecológica de Tzu Chi. Al equipo les llevó cuatro horas completar todo el proceso.
El segundo grupo de voluntarios trabajó en un garaje abierto, organizando las dos bolsas adicionales que serían parte de los paquetes de atención que recibiría cada hogar. Llenaron una bolsa con comida, incluido arroz Jing Si y fideos de Taiwán, y dos paquetes de frijoles pintos de una libra, uno de los alimentos básicos y favoritos de las familias latinas.
Los voluntarios empacaron otra bolsa con artículos de limpieza, desinfectantes, toallitas, desinfectante para manos y jabón. Además, agregaron mascarillas médicas y de tela, con cantidades suficientes para que cada miembro de la familia tuviera dos mascarillas de tela y mascarillas médicas adecuadas para todas las ocasiones para proteger su salud y seguridad.
El 1 de agosto, doce voluntarios de Tzu Chi llegaron antes de las 8:00 a.m. a la Escuela Intermedia Ravenswood localizada en el este de Palo Alto para preparar la distribución. Una vez llegaron midieron distancias seguras de al menos seis pies de distancia y las marcaron con cinta adhesiva en el suelo donde se formarían las filas de espera en cada mesa de distribución para garantizar la seguridad tanto de los beneficiarios del cuidado como de los voluntarios.
Cuando sirvieron al público, todos los voluntarios usarían máscaras N95 reforzadas con una máscara de tela para protección y guantes en ambas manos. Además, dado que la mayoría de las familias de los beneficiarios de la atención que esperaban solo hablan español, los voluntarios de Tzu Chi invitaron a Devier Wallace y Veronica Ibarra, voluntarios de la comunidad de habla hispana con los que han trabajado durante años, quienes vinieron a ofrecer sus servicios de traducción. Luego finalmente, todo estuvo listo para la llegada de las familias.
Los Paquetes de Ayuda Brindan Alegría Cuando Se Reciben
Dadas todas las dificultades que está causando la pandemia muchas familias compartieron cómo les estaba yendo durante la distribución. En la mayoría de los casos, los voluntarios ya sabían sobre sus dificultades particulares gracias a distribuciones y visitas domiciliarias anteriores por lo que ya habían preparado suministros que ayudarían a aliviar algunos de sus problemas. Tomemos el caso de Nina (seudónimo) como ejemplo.
Lamentablemente, Nina perdió su trabajo durante la pandemia y todavía sigue desempleada. Su esposo, que es jornalero, actualmente solo trabaja tres días a la semana. Tienen tres hijas y un hijo con síndrome de Down. El niño tiene cuatro años y todavía necesita pañales a diario. Por lo tanto, comprar pañales para el niño les quita una gran parte de los ingresos de su hogar.
Para satisfacer las necesidades de esta familia, los voluntarios habían preparado tres cajas de pañales y tres paquetes de toallitas húmedas para el niño, que pueden durar unos tres meses. El día de la distribución, Nina trajo a sus cuatro hijos para que recogieran los suministros. Los voluntarios vieron a su hijo sin mascarilla e inmediatamente eligieron una mascarilla de tela hecha en casa para él. La misma le ajustaba perfectamente por lo que el menor estaba encantado.
Nina estaba feliz, mientras se preparaba para dejar la distribución de ropa de segunda mano para los niños, artículos de limpieza, mascarillas, alimentos básicos y otros obsequios que podía llevarse, incluidos las alcancías de bambú de Tzu Chi. Las hijas de Nina escucharon con atención cuando un voluntario compartió la historia de las alcancías de bambú de Tzu Chi, y cómo los pensamientos amables y las buenas acciones pueden tener un impacto tremendo y de gran alcance. Inspirados, cada niño tomó una alcancía de bambú para llevarla a casa.
Un voluntario ayudó a Nina a llevar todos los suministros a su automóvil, y antes de irse expresó su agradecimiento por toda la ayuda, que había recibido incluida la tarjeta de efectivo, durante la distribución de Tzu Chi en mayo.
Muchas gracias por la ayuda urgente. Gracias a su ayuda, sé que podemos superar este momento difícil durante la pandemia.
Ángela (seudónimo), otra beneficiaria de cuidados a largo plazo, que acudió a la distribución, es una madre soltera y a quien la escuela de sus hijos remitió a Tzu Chi hace dos años para que la ayudara. Tiene cuatro hijos de entre seis y 15 años. Ángela trabaja en un restaurante de comida rápida mientras lucha por criar a cuatro hijos sola.
Ángela solía trabajar demasiado, y una vez estuvo tan estresada que una trabajadora social se llevó a sus hijos debido a ese episodio, casi pierde la custodia de ellos. En ese momento angustioso en la vida de esta madre, los voluntarios de Tzu Chi, visitaron a Ángela y la ayudaron a calmar su ansiedad, ganando así su confianza. Después de la pandemia, Ángela acortó sus horas de trabajo para quedarse en casa con sus hijos. Ahora, la reducción de los ingresos hace que sea difícil completar las deudas del mes lo que aumenta su preocupación sobre sus capacidades de mantener a su familia. Por tanto, Ángela estaba profundamente agradecida por los paquetes de ayuda.
Cuando Ángela vino a recoger los suministros el día de la distribución, los voluntarios notaron que había perdido mucho peso y se veía genial. Resulta que Ángela está a dieta por su salud y consume menos azúcar y menos carne. Los voluntarios aprovecharon la oportunidad para animarla a probar una dieta sin carne durante al menos seis días a la semana, ya que una dieta vegetariana puede mejorar la salud. Ella sonrió y dijo: “Haré mi mejor esfuerzo”.
Durante la distribución, también surgieron nuevas conexiones de casos. Betty (seudónimo) había ido al banco de alimentos en busca de víveres y vio a los voluntarios de Tzu Chi distribuir artículos de primera necesidad, así que vino a preguntar; si también podía obtener ayuda de Tzu Chi. Resulta que Betty es indocumentada, y no tiene acceso a los programas de ayuda social. También es madre soltera de tres hijos y actualmente está desempleada debido a la pandemia. Los voluntarios de Tzu Chi, anotaron su información de contacto de inmediato y planearon realizar una visita domiciliaria la semana siguiente para brindar asistencia oportuna.
Un Esfuerzo Extra Hace Sus Sueños Realidad
Cuando los voluntarios entregaron los suministros esenciales a las familias, también se tomaron el tiempo, para explicar cómo preparar o usar algunos de los suministros correctamente. Por ejemplo, Tsailin Lai presentó los métodos de preparación del arroz Jing Sí, y también explicó los orígenes y la conveniente versatilidad de este producto característico de Tzu Chi. Al mismo tiempo, Tsailin aprovechó la oportunidad, para compartir los beneficios en la salud y el medio ambiente al adoptar una dieta vegetariana.
Para expresar aún más su preocupación por su salud, Tsailin alentó a las personas a usar los productos de limpieza que habían recibido, para asegurar de tener suficiente circulación de aire en el hogar al rociar para evitar inhalar demasiados productos químicos. La voluntaria Emily Polivka fue igualmente consciente de recordar a las personas, que reciben cuidados cómo usar los productos de limpieza de manera segura.
Al distribuirlos, Emily se tomó el tiempo de enseñar a los niños cómo usar correctamente las mascarillas de tela que recibieron. Su hijo Owen, un estudiante de octavo grado, también ayudó. Había creado un cartel para demostrar las formas correctas de usar mascarillas de tela, que él y su madre llevaron al lugar de distribución.
Cindy Hung, por su parte, también se aseguró de explicar la forma correcta de usarlas a cada niño cuando repartió las máscaras. El ambiente en el sitio de distribución fue verdaderamente cálido y amigable. Familiar, se podría decir, en donde se proporcionaba una fuente de consuelo adicional para los beneficiarios de la atención durante estos tiempos difíciles. Eso hizo que se sintiera como una misión cumplida para todos los voluntarios quienes habían hecho un esfuerzo adicional para beneficiar a estas familias.
Siento que el proceso de preparación de reuniones, sugerencias y cambios en la implementación en el sitio de distribución se completaron con éxito de acuerdo con el plan. Realmente es como un "sueño hecho realidad"
La verdadera habilidad es la perseverancia a pesar de la dificultad. La verdadera paciencia es superar obstáculos a pesar de los desafíos.
El Cuidado Ininterrumpido Trae Esperanza
La implacable pandemia de COVID-19 ha dejado cargas adicionales sobre los hombros de familias ya vulnerables en la comunidad del este de Palo Alto en el área de Silicon Valley, California. A pesar de todo, los voluntarios de la región noroeste de Tzu Chi, en Estados Unidos, no han dejado de brindar atención y apoyo. Desde su distribución de tarjetas de efectivo en mayo hasta la emisión de paquetes de ayuda en agosto y ahora los planes para la próxima fase de distribuciones en el invierno a fin de año, la fundación Tzu Chi está respondiendo firmemente a las necesidades cambiantes de las familias.
Liderados por la voluntaria de Tzu Chi, Christine Liu, quien ayudó al banco comunitario de alimentos con su distribución y luego estableció la lista de familias que necesitan atención adicional: Tzu Chi posteriormente les proporcionó tarjetas de efectivo y luego paquetes de atención. Durante la pandemia, la contribución de Christine a la comunidad al este de Palo Alto ha continuado sin falta. Trabajando junto a equipos de trabajo de voluntarios, todos están logrando sin problemas los objetivos de ayuda de Tzu Chi.
La pandemia puede ser impredecible y la infección por el virus puede infectar a cualquiera, por lo que debemos aprovechar la oportunidad para ayudar a los necesitados cuando tengamos la capacidad para hacerlo..
De esta forma, y aunque sus problemas se han seguido acumulando, la atención ininterrumpida de Tzu Chi USA a las familias y comunidades vulnerables de todo el país les está trayendo esperanza. Es por esto que los invitamos a unirse a nosotros en nuestras iniciativas de ayuda benéfica apoyando nuestras misiones y actividades. ¡Todos estamos juntos en esto!
