Escrito por Leslie Shieh
Traducido por Mark Wan
Editado por Adriana DiBenedetto
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
En la madrugada del 12 de diciembre, un camión salió del banco de alimentos localizado Second Harvest de Silicon Valley y se detuvo con cuidado para una distribución en el estacionamiento de la escuela intermedia de Ravenswood en el Este de Palo Alto. Todos los sábados, los voluntarios de Tzu Chi, preparaban paquetes de ayuda con una variedad de alimentos nutritivos, para ser entregados en los vehículos de los residentes que esperaban en el auto servicio.
Antes de las ocho, el estacionamiento estaba lleno de vehículos mientras, los invitados esperaban pacientemente la distribución de alimentos. Los alimentos incluían papas, queso, leche, yogur y apio, junto con una carta impresa de la Casa Blanca que refleja estos tiempos claramente desafiantes.
Tzu Chi ofrece alivio de Covid-19
Los voluntarios de Tzu Chi en el Este de Palo Alto, visitan el banco de alimentos local todos los sábados por la mañana y una vez que son informados sobre la situación actual, organizan una lista, en un esfuerzo por ayudar a la comunidad a superar juntos los obstáculos planteados por la pandemia.
En mayo pasado, los voluntarios de Tzu Chi, brindaron ayuda de emergencia a las personas y familias, que se habían infectado con Covid-19. Poco después, se pusieron en marcha los planes a medio y largo plazo de Tzu Chi. En agosto, los voluntarios distribuyeron suministros para la atención y la prevención y visitaron a las familias para brindar asistencia.
El 12 de diciembre, los voluntarios del banco de alimentos comenzaron a empacar cuidadosamente los alimentos para distribuirlos. Mientras, los voluntarios de Tzu Chi del otro lado del campus, también estaban organizando un lugar para la distribución de regalos en preparación para el invierno. Se preveía que se entregase aproximadamente 225 paquetes de ayuda, que incluían regalos de Navidad y suministros diarios.
Se espera que la distribución de invierno proporcione 225 paquetes de ayuda que incluyan regalos de Navidad y suministros de uso diario. Foto / Tina Tuan
En el proceso de distribución, los voluntarios se acercaron a las familias registradas, para asegurarse de que todos recibieron, los recursos que necesitaban.
Four Chu Fong, una voluntaria de Tzu Chi, también aportó al evento con su amor por el arte. De esta forma Fong pintó y decoró cartón reciclado que obtuvo a través de la compañía de su esposo, para crear dos renos amistosos y un trineo lleno de regalos. Además, realizó un árbol de Navidad cubierto de regalos. Esto logró realzar, de manera significativa, el ambiente festivo para los jóvenes en el evento, convirtiéndose incluso en el telón de fondo de varias fotos familiares.
Una vez completada la distribución de alimentos, los voluntarios de Tzu Chi, continuaron brindando su amor y cuidado personalmente. Comenzaron con un residente local llamado Avon, quien informó a los voluntarios de Tzu Chi que uno de los miembros de su familia se había vuelto a infectar con Covid-19. Con los obsequios preparados individualmente, los voluntarios expresaron sus más sinceros deseos por la pronta recuperación de su familia.
Distribución De Invierno: Un Esfuerzo Comunitario
Para las familias e individuos de bajos ingresos, los desafíos persistentes que surgieron de la pandemia sólo han dificultado la adquisición de los recursos que necesitan. En momentos como estos, los programas de asistencia, centrados en la compasión son especialmente vitales y desempeñan un papel poderoso y edificante para seguir hacia adelante. Cada vez que los voluntarios de Tzu Chi, brindan su atención en todo el país y en todo el mundo, el poder que brindan de amor y la unidad es claro. De hecho, durante los eventos de ayuda y prevención de la pandemia, los miembros de la comunidad y los voluntarios de Tzu Chi también fueron testigos de esto. Ejemplo de ello fue lo acontecido en agosto en el banco de alimentos del Este de Palo Alto y en la distribución de invierno de Tzu Chi. Además de esto, la distribución de suministros de Sunnyvale de Tzu Chi vio a más de 20 voluntarios de la comunidad uniéndose con los jóvenes voluntarios de Tzu Chi para hacer más de 500 mascarillas de tela hechas a mano para la comunidad.
Debido a la pandemia, muchas familias tropezaron con más dificultades durante la temporada navideña. Por tal razón, los voluntarios también adquirieron regalos de Navidad, para la distribución de invierno. Tzu Chi, preparó más de 200 artículos para 45 familias con las que los voluntarios habían estado correspondiendo desde octubre.
Joan Huang fue una de las voluntarias de la comunidad de Sunnyvale, que compró un regalo para la distribución y dijo: “Tanto mi esposo como yo tenemos más de 70 años; no podemos salir y servir físicamente a la comunidad. Por eso estamos agradecidos por esta oportunidad de aportar nuestro granito de arena ”.
Yiwei Chen, otro voluntario de Tzu Chi, estaba más que dispuesto a ayudar con la preparación. Luego de recibir paquetes que requieren ponerles etiquetas específicas para cada miembro de la familia, La hija de tres años de Chen, llamada Vienna Jan, también quiso ayudar, y les agregó calcomanías mientras piadosamente recitaba buenos deseos para cada familia.
Durante dos semanas seguidas antes de la distribución, una voluntaria llamada Manya Su, trabajó con determinación para organizar y empacar cada artículo, ya sea un regalo para una persona específica, suministros para las fiestas o las mascarillas faciales hechas a mano. Cada paquete de cuidado iba acompañado de una tarjeta de Navidad escrita en inglés o español junto con las palabras de aliento de la Venerable Maestra del Dharma, Cheng Yen.
Ayudando A Las Familias A Superar Las Dificultades
Temprano en la mañana del día de la distribución, Jeff, quien acababa de salir del trabajo, vino con su esposa al banco de alimentos. Su esposa había ido al hospital en agosto pasado debido al Covid-19, y necesitaban ayuda urgente. El distrito escolar local refirió a Jeff al banco de alimentos del Este de Palo Alto, para obtener ayuda. Un mes después, Jeff y sus dos hijos confirmaron ser casos de Covid-19. Tzu Chi, les proporcionó de inmediato suministros de prevención y ayuda financiera de emergencia.
Jeff les dijo a los voluntarios, que acababa de comenzar a trabajar en el turno de noche, en su primer trabajo desde que comenzó la pandemia, por lo que estaba muy agradecido. Cansado pero feliz, vino a recoger los regalos justo después de salir del servicio y expresó su esperanza de que las cosas mejorarán.
Evangelina Opeta, es una asistente médica, que realizó pruebas en pacientes con Covid-19. Ella también se infectó del virus en mayo pasado. Evangelina, es una madre soltera con dos hijos y su hijo de cuatro años tiene una enfermedad cardíaca grave que requiere tratamiento urgente. Poco después, Tzu Chi, le proporcionó ayuda financiera y suministros preventivos.
En una llamada de seguimiento realizada en octubre, la voluntaria de Tzu Chi, Michelle Wong, se enteró de que Evangelina estaba fuera de la sala de operaciones del Centro Médico UCSF, justo en el momento en el que ella esperaba por la cirugía cardíaca de ocho horas que le hacían a su hijo. Debido a circunstancias financieras, Wong solo había estado comiendo los alimentos que le sobraban a su hijo durante su estadía en el hospital. Al enterarse de su situación actual, Michelle Wong, se puso en contacto de inmediato con Roxanne Buchwitz y Yuaner Wu. Ambos voluntarios de San Francisco, junto a Wong, le ofrecieron apoyo espiritual y alivio económico además de obsequiarle el nutritivo arroz y los fideos Jing Si. En adición, Yuaner Wu, una enfermera que trabaja en el departamento de cirugía cardíaca del hospital, también ayudó a que Evangelina, se sintiera tranquila con su experiencia profesional.
“Me infecté con Covid-19 y me acabo de recuperar”, dijo Evangelina. “Una vez más, frente al desafío de la cirugía de mi hijo, estamos realmente en un aprieto, porque no hay nadie a quien acudir solo yo y mi hijo en el hospital. Michelle llamó para hacerme un seguimiento y me preguntó si necesitaba más ayuda. Después de enterarse de mi dificultad, ella y otros voluntarios vinieron al hospital a visitarme con lo que realmente necesitaba en ese momento: dinero y comida. Realmente le agradezco mucho la ayuda que personalmente brindó en esta pandemia ”.
Ana y su esposo perdieron sus trabajos a causa de la pandemia. Más tarde, su esposo encontró un trabajo temporal en Los Ángeles y, por el momento, tuvo que vivir en la casa de sus padres. En mayo pasado, su esposo, junto con sus padres, hermanos y hermanas, se infectaron con Covid-19. Fue entonces que Ana se dirigió a Tzu Chi en busca de ayuda y los voluntarios le brindaron ayuda financiera de emergencia. Luego, cuando los voluntarios la volvieron a ver en agosto al presentarle suministros preventivos, también le dieron una alcancía de bambú y le contaron su historia. Profundamente conmovida, Ana se comprometió a tener en cuenta dicha historia.
Durante la distribución del 12 de diciembre, Ana regresó con la alcancía de bambú llena de monedas. Agradeció la mano amiga de Tzu Chi, cuando más la necesitaba. Con la recuperación de su esposo, Ana esperaba poder ayudar también a los necesitados, y los voluntarios de Tzu Chi, se sintieron profundamente conmovidos por su espíritu alegre y solidario. Ana estaba feliz de tomar otra alcancía de bambú junto con su paquete de cuidados como una forma de motivación para seguir ayudando a los demás.
Lily, otra receptora de ayuda, también ejemplifica este espíritu de gran amor.
Viniendo de un país extremadamente empobrecido de América Central, sé que incluso una pequeña suma de dinero es muy útil. La historia de Tzu Chi, sobre la alcancía de bambú es muy conmovedora. Espero que cada pequeña parte de mi esfuerzo eventualmente pueda ayudar a los necesitados.
En cada comunidad a la que sirven los voluntarios de Tzu Chi, se siembra una semilla de cuidado y compasión. Es por esto que los voluntarios esperan que el apoyo compartido por todos en cada evento de ayuda pueda crecer y florecer para que con este amor, poder levantar a la comunidad.
