Socorro oportuno en zonas afectadas por el incendio Apache en California

Región Noroeste  |  6 Septiembre, 2024
Tyler Dayton abrazando a Baba Kauna Mujamal, voluntario de Tzu Chi, agradeciendo su ayuda. Foto/C.M. Yung

Escrito por: Christina Chang
Adaptado al español por: Juan Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli

Voluntarios de Tzu Chi se movilizan rápidamente para distribuir tarjetas de efectivo a los sobrevivientes del incendio Apache, ayudándoles a superar las dificultades a corto plazo tras el incendio. Foto/C.M. Yung

El domingo 14 de julio de 2024, los voluntarios de Tzu Chi USA de la Región Noroeste de Chico, California, llevaron a cabo una distribución de ayuda para los sobrevivientes del incendio Apache en el African American Family & Cultural Center de Oroville. Ese día, siete familias recibieron tarjetas de dinero en efectivo, mantas ecológicas de Tzu Chi y suministros. Gracias al apoyo de los voluntarios de Tzu Chi, los sobrevivientes recibieron una pequeña ayuda que les devuelve la esperanza entre las cenizas.

Voluntario de Tzu Chi USA entrega tarjetas de dinero en efectivo, mantas ecológicas de Tzu Chi y suministros a beneficiario. Foto/C.M. Yung

Rápida respuesta de Tzu Chi

Palermo, con más de 9,000 habitantes, se encuentra a unos 104 kilómetros al norte de Sacramento, la capital de California, y a unos 302 kilómetros de San José, en la zona de la bahía. El incendio Apache comenzó a las 19:00 horas del 24 de junio, cerca de la pequeña localidad de Palermo, en el condado de Butte, al norte de California. La velocidad de propagación del incendio forestal fue muy rápida, extendiéndose a unos 691 acres en cuestión de poco tiempo. Los edificios resultaron dañados, pero afortunadamente no hubo víctimas.

Inmediatamente después del incendio, el 29 de junio, el equipo de voluntarios de Tzu Chi de Chico se desplazó a la zona afectada para realizar una evaluación del desastre y atender a los residentes locales afectados. Voluntarios de Tzu Chi Baba Kauna Mujamal, Suzanne Morrison y Jessica Morrison, junto con Minjhing Hsieh, director ejecutivo de la Región Noroeste de Tzu Chi USA, fueron a la zona afectada. Ellos visitaron cada hogar y evaluaron las condiciones reales de las casas de los sobrevivientes que el incendio forestal había destruido o dañado, para comprender sus necesidades.

Voluntarios de Tzu Chi evaluando los daños en las zonas afectadas por el incendio Apache. Foto/Minjhing Hsieh

Mientras los voluntarios de Tzu Chi evaluaban los daños en la zona, conocieron al personal de la Cruz Roja Americana (ARC, por sus siglas en inglés), un socio de Tzu Chi desde hace muchos años. Gracias a su interacción con la ARC, se pusieron en contacto con el African American Family & Cultural Center de Oroville, cercano a la zona, para solicitar el uso del local como lugar de distribución de ayuda a pequeña escala. Gracias a la rápida movilización de los voluntarios de Tzu Chi y a la ayuda de los organismos locales de bienestar social, la distribución se llevó a cabo el 14 de julio.

Familias viviendo en un pequeño vehículo

Daulton McCalla es un agricultor de Oroville. Luego de que su casa fuera destruida por el incendio, él y un amigo tuvieron que buscar un refugio temporal para sus familias. Agregando a sus dificultades, una ola de calor azotó California a finales de junio, con temperaturas diurnas que superaron los 110 grados Fahrenheit. Esto hizo que sus condiciones de vida fueran mucho más complicadas.

La voluntaria Suzanne Morrison (derecha) atiende a Daulton McCalla (izquierda) durante la evaluación de catástrofes provocadas por incendios forestales de Tzu Chi. Foto/Minjhing Hsieh

Los voluntarios de Tzu Chi realizaron la evaluación y conocieron a McCalla, registrando sus necesidades. McCalla recibió una tarjeta con dinero y suministros el 14 de julio y dijo: “Ustedes (Tzu Chi) son la única organización que ha venido a ayudarnos. Nos han dado comida, ropa e incluso tiendas de campaña, y se los agradecemos de todo corazón”.

Ni siquiera nos conocíamos, pero han subido a la montaña a visitarnos. Son realmente poderosos porque lo que hacen es muy poderoso.

Baba Kauna Mujamal (derecha), voluntario de Tzu Chi, presenta Tzu Chi a Daulton McCalla (centro) y explica el origen de las tarjetas de Tzu Chi: donaciones de personas que se preocupan por los demás. Foto/C.M. Yung

Baba Kauna Mujamal, voluntario, buscó entre sus contactos y conocidos con la esperanza de resolver el problema de vivienda de McCalla y su amigo. Finalmente, un amigo de Mujamal, conmovido por la dedicación de los voluntarios de Tzu Chi de ayudar, donó un viejo remolque para las dos familias afectadas. El 19 de julio, en colaboración con la Cruz Roja Americana, Stephen Murray, utilizó su gran camión durante más de una hora para llevar el remolque a las montañas y que las dos familias de cuatro pudieran tener un lugar un poco más cómodo donde vivir. Al recibirlo, el corazón de McCalla se llenó de gratitud y dijo: “Están haciendo mucho bien; deben de ser una organización muy, muy grande para tener la capacidad de ayudarme tanto, lo que significa que deben de estar haciendo más por todo el mundo”.

Voluntarios de Tzu Chi entregan una vieja casa remolque a Daulton McCalla para resolver el problema de vivienda a corto plazo de su familia tras la catástrofe. Foto/Minjhing Hsieh

El éxito del equipo de voluntarios en la entrega de la casa remolque donada devuelve la sonrisa al rostro de Daulton McCalla (en el centro), sobreviviente del incendio Apache. Foto/Minjhing Hsieh

Las tarjetas de efectivo brindan alivio a los sobrevivientes

Igna Thomas, sobreviviente, y su hija, Nova Williams, se reunieron para recibir una tarjeta de efectivo de Tzu Chi. Durante el proceso, escucharon a Baba Kauna Mujamal contar la historia de la alcancía de bambú de Tzu Chi y cómo, hasta el día de hoy, Tzu Chi utiliza las donaciones recogidas poco a poco para ayudar a los necesitados. 

Después de recibir su tarjeta de efectivo, las dos mujeres salieron al aparcamiento, y después de un rato volvieron con una gran bolsa de monedas y dijeron a los voluntarios que querían donar toda la bolsa a Tzu Chi. Thomas explicó que era el cambio que había ahorrado después de comprar el almuerzo todos los días cuando trabajaba en una empresa, lo que hizo durante ocho años. Cuando empezó a trabajar desde casa, metió todo el cambio en la bolsa, lo guardó en el maletero de su carro y no lo utilizó. Thomas dijo alegremente a los voluntarios: “Estoy muy contenta de ver que alguien está dispuesto a subir a la montaña para cuidarnos. Es perfecto darles el cambio; ¡debería llenar al menos dos alcancías de bambú”.

Baba Kauna Mujamal (derecha) comparte la historia de la alcancía de bambú de Tzu Chi con Igna Thomas (izquierda). Foto/C.M. Yung
Igna Thomas (segunda a la derecha), superviviente de una catástrofe, dona a Tzu Chi todo el cambio que ahorró durante ocho años para devolverlo y ayudar a otros en momentos de necesidad. Foto/C.M. Yung

Sadhana Unaria, a la que también afectó la catástrofe del incendio Apache, vivía con su familia de diez miembros. Como su casa se quemó de la noche a la mañana, necesitaba desesperadamente ayuda para subsistir. Unaria nunca había oído hablar de Tzu Chi, así que cuando los voluntarios llegaron a las montañas para inspeccionar el desastre, al principio pensó que sólo venían a echar un vistazo. Luego, los voluntarios de Tzu Chi organizaron esta distribución de ayuda y sorprendieron a Unaria quien dijo: “Realmente han hecho un gran trabajo. No tienen por qué hacerlo y, sin embargo, lo siguen haciendo. Realmente han ayudado a los que lo necesitábamos”.

Sadhana Unaria (en el centro), escucha a Baba Kauna Mujamal hablar de las misiones y la filosofía de Tzu Chi, y recibe sus suministros de ayuda. Foto/C.M. Yung

Otro de los afectados por el incendio Apache, Tyler Dayton, lleva años viviendo en esta comunidad. El repentino incendio forestal quemó todos sus ahorros de décadas. Aún así, afortunadamente, los voluntarios de Tzu Chi, a quienes Dayton describe como “amables, cálidos y tranquilos”, les proporcionaron ayuda inmediata. Además de una tarjeta con dinero, Dayton recibió una manta y una alcancía de bambú vacía. Dijo a los voluntarios: “Definitivamente guardaré la alcancía de bambú y la llenaré”.

Como me explicaron, la alcancía de bambú es sólo un símbolo; poder ayudar lo es todo. Cinco dólares y cinco mil dólares son lo mismo, ambos pueden ayudar. Cuando lo pierdes todo, cualquier cosa que pueda ayudarnos a salvar el día, es importante

Baba Kauna Mujamal escucha mientras Tyler Dayton, sobreviviente del incendio, comparte su historia. Foto/C.M. Yung

Al final de la misión, Minjhing Hsieh, voluntario de Tzu Chi y director ejecutivo de la Región Noroeste de Tzu Chi USA, dijo: “La distribución de ayuda por el incendio de Apache fue pequeña pero acogedora, y permitió a los sobrevivientes expresar sus sentimientos y hablar sobre el apoyo que necesitan. También les permitió conocer mejor a Tzu Chi”.

Según él, aunque todos los afectados que acudieron a la distribución no conocían a Tzu Chi, descubrieron un profundo sentido de apoyo. Los voluntarios presentaron Tzu Chi a cada familia, haciéndoles saber que, desde el Camp Fire de 2018, Tzu Chi también ha establecido un equipo de voluntarios en el área de Chico para proporcionar atención de recuperación a medio y largo plazo para los sobrevivientes de los incendios forestales recurrentes en California.

Tras esta última catástrofe, los voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi USA ayudaron a los afectados por el incendio Apache en zonas remotas, llevando ayuda oportuna y cuidados a los supervivientes en medio del abrasador calor del verano.

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