En Las Vegas, Inicio de Vacunación Contra COVID-19 Brindan Tranquilidad A La Comunidad

Oficina Nacional  |  16 Abril, 2021
La voluntaria médica de Tzu Chi, TsuiLin Venezuela, ayuda a administrar la vacuna. Foto: Audrey Cheng.

Escrito por Audrey Cheng
Traducido por Diana Chang
Editado por Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Hernán Goicochea
Editado (Español) por Maribel Suárez

En Estados Unidos, cuando se iniciaron los esfuerzos de vacunación, a mediados de diciembre, se hizo un llamado al público en general para vacunarse contra el COVID-19, el despliegue resultó lento y dificultoso. En enero, los noticieros presentaron a personas mayores de edad, esperando durante horas en largas filas, e informando que los sitios web de registro, para obtener la vacuna, estaban colapsando.

A nivel nacional, las personas estaban estresadas y frustradas, debido a los problemas, que surgían en el proceso de vacunación. “¿Había algo que se pudiera hacer, además de esperar que las cosas mejoraran?”, se preguntó a sí mismo un médico de la ciudad de Las Vegas, Nevada.

El Dr. Phan Nguyen, médico y miembro de la Asociación Internacional Médica Tzu Chi (TIMA, por sus siglas en inglés) en Las Vegas, se enteró de que muchas personas en su comunidad, enfrentaban dificultades para vacunarse. Entonces, se ofreció como voluntario para ayudar, asumiendo la responsabilidad de obtener suministros de vacunas contra el COVID-19. Imaginó realizar eventos de brigada médica del mismo calibre, que TIMA había ofrecido anteriormente, para ayudar a las comunidades asiáticas desatendidas.

Sin embargo, varios desafíos se presentaron en el camino mientras que el Dr. Nguyen buscaba conseguir las vacunas a pesar de sus nobles intenciones, sus esfuerzos inmediatamente no tuvieron éxito. Aun así, reforzado por el aforismo Jing Si de la Maestra Cheng Yen que dice “con fe, perseverancia, y valor, no hay nada que no podamos realizar”, siguió insistiendo en su tarea de obtener las vacunas.

Las ideas iniciales del Dr. Nguyen, para obtener la vacuna no había sido fructífera, decidió publicar un mensaje en Facebook. Y he aquí, en unas pocas horas, recibió una respuesta. La iniciativa del Dr. Nguyen, llamó la atención de la Dra. Rebecca Edgeworth, una médica con mentalidad comunitaria en Las Vegas, así como la atención de varios estudiantes de medicina, que deseaban ayudar en los esfuerzos de vacunación de la comunidad. Su disposición a ayudar lanzó un efecto dominó de actividad.

La Dra. Edgeworth logró influir en la División de Manejo de Emergencias del Departamento de Seguridad Pública del Estado de Nevada para proporcionar 300 dosis, y luego 500 dosis más, de la vacuna Moderna al Centro de Servicio Tzu Chi USA en Las Vegas. El 7 de febrero, los voluntarios de TIMA se movilizaron para realizar el primer evento de vacunación en el centro de servicio, donde 323 residentes recibieron su primera dosis. Veintiocho días después, el 7 de marzo, ese mismo grupo recibió su segunda dosis, vacunando en total a 546 residentes.

Protegiendo la salud de la comunidad

Los dos eventos de vacunación, se llevaron a cabo en el Centro de Servicio Tzu Chi USA de Las Vegas, realizados gracias a la compasión de dos médicos, el Dr. Nguyen y la Dra. Edgeworth. Los voluntarios de Tzu Chi y TIMA junto al grupo de estudiantes de medicina hicieron todo lo posible para brindar servicios durante la brigada médica.

El 7 de febrero, los voluntarios y estudiantes trabajaron sin descanso de 8 AM a 3 PM para vacunar a 323 residentes en un periodo de siete horas. El 7 de marzo, la cantidad de dosis administradas aumentó a más de 200, el equipo completó las dosis de vacunación, para los 546 residentes durante el evento que duró hasta las 3:30 PM.

Los voluntarios utilizaron iPads de manera eficiente, para registrar a los beneficiarios que llegaban a los eventos, comenzando el proceso afuera, al moverse por la fila de personas que esperaban. Esto aceleró las cosas y evitó la acumulación de grandes multitudes. Durante el segundo evento, los voluntarios también trabajaron en dos equipos: uno registrando a las personas que regresaban para recibir su segunda dosis, y el otro a los que venían por la primera.

Los voluntarios de Tzu Chi utilizan iPads, por primera vez, para registrar a los residentes durante un evento de divulgación. Foto: Audrey Cheng.

Después de complir con la misión de conseguir y administrar las vacunas, el equipo compuesto de voluntarios y estudiantes de medicina, se reunió dentro del Centro de Servicio para celebrar, agradeciendo por cómo sucedió todo. Primero, realizaron una oración en grupo. Luego, algunos compartieron sus pensamientos. Y entre ellos, el Dr. Nguyen tomó la iniciativa para destacar sobre el momento en que la Dra. Edgeworth recibió las dosis de vacuna para los eventos:

El presidente John F. Kennedy dijo una vez: ‘No preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tu país’. En tiempos de crisis, tenemos mucha suerte de tener tantas cosas. Los superdotados están aquí para acompañar y dar. La Dra. Edgeworth recibió 500 dosis de la vacuna como regalo de cumpleaños ayer.

Durante la pequeña celebración, la voluntaria TsuiLin Venezuela, mostró un pastel con velas encendidas y todos comenzaron a cantar Feliz Cumpleaños. La Dra. Edgeworth se acercó para tomar el micrófono y decir: “¡Gracias!”

El equipo de Tzu Chi también celebró el cumpleaños de la Dra. Edgeworth, que fue el día anterior y el mismo que recibió 500 dosis de la vacuna, como un regalo perfectamente sincronizado. Foto: Audrey Cheng.

Christine Fisk, la directora del Centro de Servicio Tzu Chi USA en Las Vegas, también  expresó su agradecimiento a todos por ayudar en los eventos:

Encantada de conocerlos a todos. Hoy es otro domingo maravilloso en Las Vegas: hay personas como usted, y cumplimos nuestra misión. La Maestra Cheng Yen nos enseñó: ‘Contribuir de todo corazón en beneficio de la humanidad cultiva un gran mérito’. Estamos aquí para servir a los necesitados, que merecen nuestro respeto, amor y cuidado. ¡Les agradecemos nuevamente, y por favor, denle un pulgar hacia arriba!

El comisionado del Condado de Clark, Justin Jones, y Brandon Monson, su asistente, también estuvieron presentes durante los eventos de vacunación. El comisionado agradeció a todos, sabiendo cuán vital era este esfuerzo para la comunidad.

Otros miembros de la comunidad habían apoyado la iniciativa de vacunación a su manera. Por ejemplo, dos restaurantes locales patrocinaron los dos eventos al proporcionar almuerzos para todos los voluntarios quienes estuvieron presentes.

Los eventos fueron patrocinados por dos restaurantes locales, brindando almuerzo para todos los voluntarios. Foto: Audrey Cheng.

El Dr. Nguyen, quien hizo rodar la pelota para llevar a cabo esta misión, estaba extremadamente agradecido, por cómo cada persona había hecho su parte, ya que el resultado solo fue posible gracias al esfuerzo colectivo de todos.

Agradecemos a Tzu Chi, a la Dra. Rebecca Edgeworth, al equipo de estudiantes de medicina y a todos los voluntarios. Sin los preparativos exhaustivos, no habría ningún evento de vacunación. Los estudiantes vinieron a ofrecerse como voluntarios en su día libre, sin pago, créditos universitarios, o viáticos, tan solo preocupados por su comunidad y quieren ser parte de esta comunidad.

Sin embargo, tal vez fueron los propios residentes de la ciudad quienes se sintieron más agradecidos, ya que ahora se sienten más seguros después de haber recibido la vacuna. Tomemos a Conrad Pagkaliwangan, por ejemplo, quien es de ascendencia filipina y llegó una hora antes del inicio programado para recibir su segunda dosis de la vacuna. Conrad sufre de Parkinson y, aunque le temblaban las manos y los pies mientras hablaba, se sentía más seguro y confiado sobre su situación ahora, después de haber recibido la segunda dosis.

Margaret, una residente de 70 años, emigró a Estados Unidos desde México hace unos 30 años. Lleva una personalidad independiente, y rara vez molesta a sus hijos en busca de ayuda. Sin embargo, como tenía problemas para conseguir una cita para la vacunación, Margaret se acercó a su hija Yolanda.

Por suerte, Yolanda trabaja junto a una persona que resultó ser voluntaria de Tzu Chi. Fue a través de su colega que se enteró sobre estas actividades de vacunación. Finalmente, su madre pudo recibir la vacuna. Yolanda estaba muy agradecida, compartiendo que había encontrado con desafíos en muchos sitios web de registro y casi se había rendido cuando se enteró de los eventos de Tzu Chi.

Johama, quien es de El Salvador, había estado tratando de vacunar a su suegra. A los 80 años, tiene un sistema inmunológico débil, por lo que Johama estaba preocupado y ansioso porque su suegra recibiera ambas dosis lo antes posible. Desafortunadamente, había descubierto que hay demasiadas estaciones de vacunación con largas filas y períodos de espera.

Afortunadamente, Johama encontró la experiencia con Tzu Chi, bastante diferente, y explicó: “El sistema informático de Tzu Chi es fácil de usar y el registro es fácil y fluido, solicitando la información necesaria con detalles explicados, lo que nos hace sentir tranquilos” También se mostró encantado de cómo los médicos presentes en el evento saludaron a su suegra en español. Vio cómo todos eran tratados por igual, sin importar su grupo étnico.

Cuando era joven, Gengxing Lin, llegó a los Estados Unidos de Malasia, como estudiante internacional. Decidió quedarse, y ahora es una persona de mayor edad jubilada. Aunque habla inglés con fluidez, las fuentes pequeñas de muchos sitios web de registro de vacunas, le resultan difíciles de leer, por lo que ni siquiera se conectó a Internet para intentar registrarse. Afortunadamente, se enteró de los eventos de Tzu Chi en el Centro de Servicio y se alegró de asistir, diciendo: “¡Gracias, Tzu Chi, por su ayuda, para que tanto las adultos mayores, como los jóvenes residentes de la comunidad puedan mantenerse saludables! “

Una voluntaria está completamente concentrada en administrar la vacuna. Foto: Audrey Cheng.

Después de recibir la vacuna, cada residente tuvo que sentarse en el área de observación durante 15 minutos y pudieron salir solo si confirmaban de que no hubo ninguna complicación. El equipo de Tzu Chi instaló un puesto para reclutar voluntarios cerca de la salida. También tuvieron la oportunidad de compartir más sobre las misiones y la historia de Tzu Chi. Algunos se inspiraron cuando supieron sobre la Alcancía de Bambú, y se “adoptaron” 34 alcancías, lo que significa que la gente se los llevó a casa.

Algunas personas habían asistido a eventos anteriores de Tzu Chi y 13 trajeron de vuelta una alcancía de bambú llena de donaciones. Otros seis donantes generosos escribieron un cheque apoyando, la gala de recaudación de fondos de la Fundación Médica Tzu Chi el 20 de marzo. De modo que el espíritu de amor y cuidado estuvo vivo y coleando en los eventos de vacunación, no solo entre quienes ofrecían atención sino también entre quienes la recibían.

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