Un Deseo Hecho Realidad

Región Noroeste  |  10 Enero, 2022
Desde que el Camp Fire de 2018, quemó su antigua casa, Xena Gale vive en tierras de cultivo baldías sin agua ni electricidad. Foto / C.M. Yung

Escrito por Kitty Lu
Traducido por H.B. Qin
Editado por Ida Eva Zielinska
Traducido (español) por Gerardo Bonilla
Editado (español) por Maribel Suárez

“¡Finalmente, podré tomar una ducha en el interior!“ exclamó emocionada Xena Gale a los voluntarios de Tzu Chi, mientras todos veían el inicio oficial del proyecto de construcción.

Xena, de 66 años, vivió inicialmente en el norte de California, y recordaba a menudo su ciudad natal de Chico, con el dulce aroma de las flores de los árboles de almendros en el aire. Después de pensarlo durante algún tiempo, decidió regresar.

Xena volvió, e intentó diferentes trabajos y finalmente, decidió vivir en una casa móvil en Magalia, a media hora de distancia en automóvil de Chico. Xena posee 25 acres de tierras agrícolas sin desarrollar en las montañas remotas de Magalia, donde cultiva plantas elegidas para crear el producto orgánico CALIRUB el cual actualmente desarrolla y vende.

Una de las cosechas de la tierra de cultivo de Xena Gale. Foto / C.M. Yung

Luego, el desastre llegó, el incendio Camp Fire del 2018, surgió de la nada, quemando la casa móvil. De repente Xena, se encontró enfrentando una serie de dificultades mientras intentaba recuperarse. Debido a la falta de fondos, no pudo reconstruir en el mismo lugar, por lo que tuvo que mudarse a una granja en las tierras no cultivadas en las montañas a pesar de carecer de servicios básicos de agua y electricidad.

Debido al incendio forestal, Xena había perdido muchos recursos de los que dependía para ganarse la vida, incluídas las materias primas, el equipo de producción y el inventario final. A pesar de las dificultades que enfrentó y del hecho de que nada estaba a su nombre, Xena no perdió la esperanza y trató de seguir produciendo CALIRUB para subsistir y brindar alivio a los demás con este producto curativo.

Los voluntarios y el personal del Centro de Recursos de Recuperación de Tzu Chi Chico, al enterarse de la situación de Xena, decidieron ayudarle lo antes posible. El primer problema que abordaron fueron las necesidades de transporte de Xena. Al mismo tiempo, buscaron electrodomésticos o equipos que ella necesitaba para fabricar su producto, de modo que el aumento de las ventas pudiera ayudarla a poder cumplir con las responsabilidades de fin de mes.

Los voluntarios de Tzu Chi ayudan a Xena a comprar este coche. Foto / C.M. Yung
Los voluntarios de Tzu Chi ayudan a Xena a comprar un congelador que necesita para su producción CALIRUB. Foto / C.M. Yung

Xena, recuerda la primera vez que fue al Centro de Recursos de Recuperación de Tzu Chi Chico, se sentía muy nerviosa y avergonzada por recibir ayuda. Sin embargo, la bienvenida cálida, los abrazos, las palabras de consuelo y la provisión de artículos domésticos urgentes hicieron que gradualmente echara a un lado las sospechas y saliera del dolor. Incluso se ofreció como voluntaria, dispuesta a ayudar a los demás si podía.

Me gustaría agradecer a Tzu Chi, por sus constantes oraciones, bendiciones y aliento, que me ayudaron no solo a mí, sino también a los muchos sobrevivientes que han perdido sus hogares como yo.

Tzu Chi, ayudó financieramente a Xena en la compra de un auto, que la llevaría a varios supermercados donde exhibiria los productos CALIRUB y hacer entrega de la mercancía. Desafortunadamente, mientras Xiena todavía estaba luchando por recuperarse económicamente incluso un año después del destructivo fuego Camp Fire, estalló también la pandemia del COVID-19, impactando gravemente las oportunidades para comercializar su producto. Dada su edad, tampoco fue fácil para Xena encontrar un empleo con un salario estable y suficiente.

Xena Gale exhibe sus productos en un supermercado de Chico. Foto / C.M. Yung

Xena estaba agradecida, por toda la ayuda de Tzu Chi USA, pero tenía otra esperanza que todavía no se le había cumplido. Luego de hablar con ella, los voluntarios de Tzu Chi, se enteraron de que Xena deseaba construir una cabina con ducha interior y agua caliente. Resulta que desde que perdió su casa en la que vivían antes del incendio Camp Fire, la higiene seguía siendo una preocupación y un desafío constante.

Xena usaba a diario las duchas de las iglesias y de amigos, a la vez, que confiaba en una manguera de agua fría que tenía en el patio para lavarse. Una ducha propia, con agua caliente, comenzaba a parecer un sueño inalcanzable.

Desde el fuego Camp Fire, Xena Gale usa un sistema de ducha temporal en el patio delantero. Foto / C.M. Yung
Xena Gal también tiene una bañera temporal en su cobertizo. Foto / C.M. Yung

“¡Hubo tres ocasiones en las que pisé accidentalmente serpientes de cascabel, mientras buscaba la manguera afuera! Con una cabina de ducha, podría ducharme, sin estar preocupada por alguna situación de riesgo de bañarme al aire libre ¡Incluso podría lavar mi ropa dentro!“, reflexionó Xena al compartir sus esperanzas con los voluntarios de Tzu Chi.

Los voluntarios de Tzu Chi, se tomaron todo esto en serio y ayudaron a Xena a encontrar una bomba generadora solar para calentar agua y otras formas de conectar tubería al pozo de agua, para resolver algunos problemas de manera temporal. Pero eso no fue todo. Con un impulso de ayuda financiera de Tzu Chi, Xena ahora finalmente cuenta con suficiente dinero para construir una ducha equipada con agua caliente.

Xena Gale acepta un cheque de Tzu Chi, quienes le dieron suficiente dinero para completar la ducha. Foto / C.M. Yung
La construcción de la cabina de ducha avanza paso a paso. Foto / Chang-Ming Yung

La recuperación luego de un desastre mayor resulta ser un viaje complejo, pero los voluntarios de Tzu Chi, se mantienen atentos a las necesidades individuales. Podemos continuar en este camino con su apoyo y amor, haciendo realidad las esperanzas y los deseos.

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