Ayuda Por Desastres Provocados Por Incendios Forestales En Los Bosques De Secuoyas Del Norte De California

Región Noroeste  |  28 Abril, 2021
Las distribuciones de ayuda en casos de desastre de Tzu Chi, después de los incendios del complejo relámpago CZU tienen lugar dentro del edificio del gobierno del condado de Santa Cruz. Foto / C.M. Yung.

Escrito por Katie Chu
Traducido por Penny Liu
Editado por Diana Chang, Ida Eva Zielinska
Traducido (español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez

En la noche del 15 de agosto de 2020, los residentes del norte de California, se despertaron repentinamente con el penetrante sonido de un trueno que rasgaba el cielo. Poco después, temprano en la mañana antes del amanecer del día 16, las tormentas eléctricas sobre Santa Cruz, ubicada a 30 minutos al sur del Área de la Bahía de San Francisco, produjeron más de 2.500 rayos.

Con una ola de calor combinada con fuertes vientos que afectaron el área, los rayos encendieron rápidamente entre 20 y 30 incendios forestales en los bosques de secuoyas de las montañas de Santa Cruz. Y para el 17 de agosto, varios incendios furiosos se habían extendido rápidamente, por lo que el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire) utilizó helicópteros para pedir evacuaciones inmediatas y miles de residentes huyeron de sus hogares.

Cal Fire, finalmente evacuó a 77,000 residentes debido a los incendios del Complejo Relámpago de CZU, muchos de ellos provenientes de las comunidades de Boulder Creek y Bonny Doon, donde numerosas estructuras y casas fueron severamente dañadas o destruidas. El 13 de septiembre los voluntarios de la sucursal de la Región Noroeste de Tzu Chi USA comenzaron a brindar ayuda en casos de desastre en el área, con distribuciones posteriores el 19, 26 y 30 de septiembre y una quinta distribución el 10 de octubre.

Los Bosques De Secuoyas Sufrieron Daños Significativos Por Incendios Forestales

El 10 de octubre, un equipo de 21 voluntarios de Tzu Chi llegó al edificio gubernamental del condado de Santa Cruz, para distribuir, por quinta vez, tarjetas de efectivo, con la esperanza de que la asistencia financiera les brinde un alivio inmediato a los afectados por los incendios forestales del Complejo Relámpago CZU. Los voluntarios descubrieron que muchos evacuados, se alojaban con familiares; otros aún vivían en hoteles; algunos habían alquilado viviendas temporales; otros ahora vivían en remolques. Nadie sabía cuándo se les permitiría regresar y reconstruir sus hogares, que habían sido destruidos o gravemente dañados.

Los voluntarios llevan a cabo la distribución con las implementadas medidas de seguridad pandémicas de COVID-19. Foto / Katie Chu.
El voluntario Tran Du explica cómo usar la tarjeta de efectivo de Tzu Chi a Julia Daniels, profesora de química de la escuela secundaria y sobreviviente de un incendio forestal. Foto / Katie Chu.

Cuando se reunieron con los voluntarios de Tzu Chi, muchos beneficiarios, describieron su trayecto de evacuación durante los incendios forestales, al presenciar, con tristeza, incendiarse los imponentes árboles secuoyas de Estados Unidos a lo largo de su ruta de escape hacia un lugar seguro.

Con una conciencia artística, que persiste hasta el día de hoy, James Bair, se mudó a Santa Cruz hace 30 años, siendo muy joven. En ese momento, muchas comunidades en el área, estaban aisladas y contaban con hermosos paisajes, especialmente en el poblado de Bonny Doon, donde todo era desierto, pero con una abundancia de majestuosos árboles secuoyas. Desafortunadamente, el bosque circundante aumentó la vulnerabilidad del área a los incendios forestales. Lo cual James, presenció de primera mano, la noche en que escapó de las llamas infernales:

Aproximadamente a las 3:30 de la mañana, supongo, de hecho me desperté por el sonido del fuego ... Era el sonido del rugido y el crujido; me sacó de mi sueño. Yo estaba como, '¿qué diablos?' Y miré por la ventana y solo vi el rojo oscuro del cielo. Sucedió tan rápido que el sheriff ni siquiera había llegado con la evacuación todavía. Busqué a mi gato, lo encontré, por suerte estaba cerca, lo tiré en mi camioneta. Y tenía una mochila de emergencia con mi pasaporte, cosas importantes, todo lo necesario que conseguí llevar, con el tiempo justo. Cuando me iba, los alguaciles venían por la carretera en ese punto con las sirenas a todo volumen, y subían, por cada entrada para asegurarse de que nadie estuviera durmiendo. Así que ese fue el momento en que hice una pausa para tomar la foto y me fui.

James tomó su teléfono celular, para buscar las fotos que tomó esa noche y mostrarlas a los voluntarios, que brindan ayuda en caso de desastre. En la oscuridad de la noche, las llamas rojas sobresalen asemejándose a monstruos, que envolvían a los árboles gigantes. James había tomado fotos mientras se desplazaba buscando un punto para que los voluntarios lo vieran. Cada imagen capturada por James, solo mostraban bosques negros incendiados con algunos restos dispersos de vegetación y árboles.

James Bair, sobreviviente del incendio forestal, muestra a los voluntarios una foto del incendio que quema el bosque la noche que fue evacuado de su casa. Foto / C.M. Yung.

Los incendios del Complejo Relámpago CZU quemaron su casa hasta los cimientos, dejando nada más que cenizas para tamizar. James, se enteró sobre los servicios de Tzu Chi USA a través de una publicación en las redes sociales del ex alcalde de Santa Cruz mientras recopila información sobre lo que tenía que hacer luego del fuego,: “Hay una página web en Facebook dedicada a nuestra área, Bonny Doon, y en realidad fue el alcalde Ryan Coonerty quien la había publicado diciendo que este es un recurso fantástico; todos deben comunicarse si lo necesitan”

James también compartió con los voluntarios que, aunque no se consideraba budista, ha estado practicando la meditación durante 30 años. Además, cree en las Cuatro Nobles Verdades que el Buda enseñó sobre la naturaleza del sufrimiento, el cual proviene del deseo y el apego. La experiencia de haber perdido todo lo que posee solo ha profundizado el aprecio de James por esta antigua sabiduría y la gratitud por haberla encontrado en su vida. Esto de seguro lo ayudará a “navegar” por las emociones que surgen como resultado de sus pérdidas, las cuales pueden ser difíciles de soportar.

James Bair, un sobreviviente de un incendio forestal que perdió todas sus pertenencias, comparte su creencia en las Cuatro Nobles Verdades del Budismo que afirman que todo sufrimiento es el resultado del deseo y el apego. Foto / C.M. Yung.

Grullas De Papel Traen Buenos Deseos Y Paz Durante La Recuperación Tras Un Desastre

Debra Baker, es una madre soltera que se mudó de San José a Santa Cruz hace más de 20 años con tres niños pequeños. Después de que sus hijos crecieron y se fueron de casa, Baker vivió sola en Bonny Doon. A lo largo de los años, había sido evacuada antes debido a incendios forestales, pero su casa solo sufrió daños mínimos ocasionalmente. Desafortunadamente, esta vez, su casa no se salvó durante el infierno, por lo que las autoridades locales le informaron que su casa se había incendiado.

A pesar de sus devastadoras pérdidas materiales, Debra se mantiene optimista y afirma que cree que todos eventualmente regresarán a la zona. Puede que le lleve muchos años, pero se aferra a la convicción de que sus amigos volverán. Después de todo lo que ha pasado, todavía Debra está llena de esperanza. Además de las tarjetas de efectivo que recibieron como asistencia financiera, los obsequios que recibieron los beneficiarios ayudaron a reforzar su fe en el futuro que les espera.

En esta distribución, cada persona que recibió cuidados obtuvo un paquete de regalo, que contenía mascarillas de tela y una tarjeta de felicitación hecha a mano. Cuando uno abrió la tarjeta, una grulla de papel (Papel en forma del ave llamado grulla), símbolo de la paz, quedó erguida en el centro. Las tarjetas mostraban mensajes que tenían como objetivo consolar al destinatario, ayudar a aliviar la intensidad de su sufrimiento emocional y, por lo tanto, traer una sensación de paz a su mente.

Los estudiantes de secundaria afiliados a un Grupo Juvenil de Tzu Chi (también conocido como “Tzu Shao”) de la Región Noroeste de Tzu Chi USA hicieron estas tarjetas de Origami (arte que consiste en el plegado de papel sin usar tijeras). A fines de septiembre, la voluntaria Melissa Tan invitó a 15 miembros de Tzu Shao a hacerlos (Origami) y utilizó las reuniones de Zoom y los videos de YouTube para enseñar a los estudiantes cómo desarrollar la habilidad de doblar papel en grullas. El equipo logró crear con amor más de 120 tarjetas para los sobrevivientes de incendios forestales, entregando así sus mejores deseos y más sinceras bendiciones.

Las grullas de papel, símbolo de la paz, están incorporadas en las tarjetas creadas para los sobrevivientes de incendios forestales, con el objetivo de brindarles tranquilidad mientras se embarcan en el largo camino hacia la recuperación total del desastre. Foto / Katie Chu.
Un sobreviviente de un incendio forestal abre una de las tarjetas de Origami hechas por los miembros del Grupo Juvenil Tzu Chi y observa cómo se despliega la hermosa grulla de papel en el centro. Foto / Katie Chu.

Julia Daniels, es profesora de química en la escuela secundaria. Como esposa y madre, lucha por superar el dolor de ver sufrir impotente a su amada familia después de perderlo todo. No obstante, se recuperó y comenzó a trabajar en dos trabajos mientras se mantenía al día con todos los tediosos mensajes y llamadas telefónicas, que se requieren cuando se está recuperando de un desastre mayor.

A simple vista, Julia parecía estar en control de todo, pero cuanto más hablaba sobre la pérdida de su hogar y lo posible para aceptar y sobrellevar la situación, aunque en algunos momentos, la tristeza la consumía por dentro, tenía sentimientos encontrados por la experiencia vivida, los cuales trató de expresar a los voluntarios. Sin embargo, al final, fue su sentido de gratitud, se manifestó cuando las palabras fluyeron como una corriente:

... gracias por apoyarnos, y estar aquí, y las cartas, y las cosas que me diste, oh Dios mío, es realmente conmovedor, y realmente se suma a la sensación de ser atendido y ayudado y amado por la comunidad, y eso es enorme porque todos somos uno. Todos estamos juntos en esto.

Julia Daniels, agradecida por Tzu Chi y el cuidado de la comunidad, comparte sus pensamientos y emociones después de perder su hogar debido a los incendios forestales. Foto / C.M. Yung.

Julia agregó que, a pesar de todo, ayudar a los demás la hacía sentir bien. En este momento, está ayudando a una de sus compañeras de trabajo, una profesora de biología de 26 años, que vino de Boston y quien se encuentra completamente sola en Santa Cruz. La joven se lastimó tanto la rodilla que no puede caminar ni conducir, por lo que Julia, se ofreció como voluntaria y ahora le trae víveres y le ofreció llevarla a las citas con el médico.

Inspirando Buenas Acciones

Altaira Hatton, disfrutó muchísimo el vivir cerca de las montañas, ya que se acaba de mudar a Boulder Creek en febrero de este año. El 18 de agosto, ella y su esposa se llevaron a sus perros para irse de picnic a un lugar que quedaba a una hora de casa. Esperaban tomar un poco de aire fresco en la playa, ya que el humo de uno de los incendios del Complejo Relámpago CZU que ardieron cerca de Pescadero había llegado a su área. Prudentemente, trajeron consigo sus computadoras portátiles y una bolsa de emergencia.

Cuando se fueron, vieron algunos camiones de bomberos llegando, pero no había actividad de fuego visible en su área. Sin embargo, esa misma tarde, cuando estaban listos para irse a casa, recibieron mensajes de texto de las autoridades locales, pidiendo a los residentes, que evacuaran, lo antes posible. La pareja se sintió aliviada de haber tenido la previsión de traer su bolsa de emergencia y sus computadoras y pronto encontraron un hotel en Pacific Grove donde pudieron quedarse temporalmente.

Una vez, que el fuego estaba controlado, volvieron a revisar su casa y descubrieron que el fuego había dejado de extenderse a unos 300 metros de su casa. Sin embargo, habían dejado las ventanas abiertas, su casa sufrió fuertes daños por humo, a pesar de que la estructura permaneció ilesa. Aun así, tuvieron la suerte de que su casa no se quemara a pesar de que algunas de las casas de sus vecinos se consumieron por las llamas. Afortunadamente, algunas casas no sufrieron daños y esas familias pudieron regresar a sus hogares.

Mientras los voluntarios procesaban la asistencia por desastre, Altaira estaba más interesada en aprender sobre la historia y la filosofía budista de Tzu Chi. Como mediadora, negociadora y facilitadora de profesión, Altaira, es bastante social y fundó la organización sin fines de lucro Vecinos con almuerzo. Esta organización de servicio dirigida por voluntarios tiene como objetivo satisfacer las necesidades inmediatas de las personas sin hogar en el área.

Por lo tanto, Altaira encontró una conexión inspiradora con la misión de Tzu Chi de poner en acción la compasión para ayudar a los necesitados:

Es realmente dulce; Realmente disfruté conocerlos. Siempre me gustó mucho el budismo y siempre sentí que desearía que hubiera más conexión entre el budismo y la acción. Soy una persona muy de justicia social. Me gusta hacer cosas que marcan la diferencia. De hecho, tengo curiosidad acerca de su fundación, y leeré más sobre ella cuando llegue a casa porque parece, que es algo en lo que podría querer ayudar o algo así. Parece un tipo de fundación que satisfaría muchas de mis necesidades de ayudar a la gente.

Otros beneficiarios de la atención también se inspiraron en la historia de Tzu Chi, la cual aprendieron mientras distribuían tarjetas de efectivo y paquetes de atención. Los voluntarios también explicaron que todas las donaciones provenían de personas de todo el mundo.

Desde que se estableció la Fundación Budista Tzu Chi en 1966, mantenemos la filosofía de acumular pequeñas donaciones para hacer obras de caridad. Ayudar a los demás no es algo que solo los ricos pueden hacer, sino que todos pueden participar. El espíritu de la alcancía de bambú, en el que la Maestra del Dharma, Cheng Yen, pidió a sus primeros 30 seguidores ahorrar unos centavos al día para ayudar a los demás. He ahí, la raíz de la misión de caridad.

Cuando un voluntario le explicó la historia de las alcancías de bambú a un sobreviviente de un incendio forestal, este les indicó, que tenía muchas monedas en casa, pero las perdió todas en el incendio. Aún así, tomó la alcancía de bambú y prometió adoptar su filosofía, para darle lugar a pensamientos bondadosos y hacer buenas obras todos los días. Así es, como el ciclo del amor se propaga desde receptor hacia donante de ayuda, lo que hace que se propaguen las ondas de ayuda por todo el mundo.

El 10 de octubre, la quinta distribución de ayuda por desastre en el condado de Santa Cruz, para los sobrevivientes de los incendios del Complejo Relámpago CZU terminó a las 3:00 pm, luego de haber beneficiado a 51 hogares, que comprenden 119 personas. Las cinco distribuciones ayudaron a 160 familias, o 386 personas en total.

Los voluntarios de Tzu Chi toman una foto para celebrar otra misión de ayuda en caso de desastre, la cual concluyó el 10 de octubre en el condado de Santa Cruz. Foto / C.M. Yung.

Hay una gran fuerza cuando todos hacen buenas obras. Hay buena suerte cuando todos crean bendiciones.

Más Noticias

X
微信裡點"發現"
掃QRCode便可分享此頁
複製網址
前往微信
按"複製網址"後複製連結後,再按"前往微信"即可前往微信App分享此頁