Escrito por Sunny Lin, Kenney Wu, Michelle Liang
Traducido por Diana Chang
Editado por Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
El 8 de septiembre de 2020, el incendio de Almeda Drive, se desencadenó, en el sur de Oregon. El incendio provocado presuntamente, afectó las comunidades de Phoenix y Talent en el condado de Jackson y arrasó con más de 3,000 estructuras a lo largo de su camino de destrucción. Voluntarios de Tzu Chi USA de varias regiones, se movilizaron para brindar ayuda a las familias desplazadas por este desastre y que necesitaban ayuda con urgencia. Dos distribuciones de ayuda, en caso de desastre darán inicio en las próximas semanas, la primera el 31 de octubre y la siguiente el 7 de noviembre.
Un Dulce Halloween
El 31 de octubre, es Halloween en los Estados Unidos y de acuerdo con la costumbre, los niños irán “a pedir dulces” en sus vecindarios, con todo tipo de disfraces mientras tocan puertas con la esperanza de recibir “golosinas”, es decir, dulces en la mayoría de los casos. Algunos de los adultos que los acompañan también se disfrazan, sin embargo, habrá algunas personas vistiendo unos trajes, que estarán muy visibles en una ciudad del condado de Jackson en Halloween 2020. Estos son los uniformes azules y blancos que usan los voluntarios de Tzu Chi.
Un equipo de 27 voluntarios de Tzu Chi, de tres estados, Washington, California y Oregón, viajaron a Medford, una ciudad cercana al área afectada por el incendio, para proporcionar una distribución de socorro en casos de desastre, para los sobrevivientes del incendio de Almeda Drive. Una vez allí, distribuyeron un total de $67,200 en tarjetas de efectivo ese mismo día: Además de brindarles amor y cuidado junto con los dulces o “golosinas” de Halloween.
Una persona, que recibió atención recordó a algunos de los voluntarios del equipo. Esto debido a que anteriormente había sido una sobreviviente del desastre. Melissa Ward vivía en Paradise, California, en 2018, y el incendio Camp Fire destruyó su casa. Tzu Chi USA, había brindado ayuda, después de ese desastre, y Melissa, se sintió conmovida por la preocupación, calidez de los voluntarios por el bienestar de cada sobreviviente.
Más tarde, Melissa, se mudó a Phoenix, Oregon, y sufrió el reciente incendio forestal allí. Al principio se sintió muy deprimida, pero no renunció a su fe sobre su futuro, lo que la impulsó a acercarse a Tzu Chi USA. Melissa de inmediato, se sintió renovada y con una sensación de esperanza al experimentar la perspectiva budista y la sabiduría que aportan luego de su contacto con los voluntarios de Tzu Chi.
Resulta que detrás de su desgracia, había una oportunidad de convertirse en un enlace de amor. Melissa publicó mensajes en Facebook, escribió al alcalde y demás, para presentar a Tzu Chi USA y sus misiones, alentando de esa forma a sus compañeros sobrevivientes del desastre a mantenerse fuertes. Sus iniciativas ayudaron a las personas a confiar en Tzu Chi USA, una organización que no conocían anteriormente, y proporcionar información personal, para registrarse, recibir ayuda y dar seguimiento a las distribuciones de socorro.
Esta misión de ayuda a tres estados en casos de desastre, que el 31 de octubre benefició a 126 hogares, fue solo la primera para los sobrevivientes del incendio de Almeda Drive, ya que una semana después, seguiría otra distribución, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia.
Conectando Corazón a Corazón
El 7 de noviembre, los voluntarios de Tzu Chi continuaron sus esfuerzos para servir a los sobrevivientes de Almeda Drive Fire. Un equipo de 11 voluntarios partiría a las 5:00 a.m. en un viaje de ida y vuelta de 10 horas a Medford en un día, para proporcionar su segunda distribución de ayuda en caso de desastre, que beneficiaría a 42 hogares. Y, como siempre, cada distribución es una oportunidad para que voluntarios y sobrevivientes de desastres, se conecten de corazón a corazón.
Patrick, asistió a ambas distribuciones e insistió en tomar fotos con los voluntarios en cada ocasión para expresar su gratitud. El 31 de octubre, se vistió muy bien, para mostrar su respeto y se emocionó mucho, no podía dejar de llorar. Patrick, compartió que una vez dio muchas cosas por sentado, pero ahora están fuera de su alcance, porque no puede cocinar una comida en casa, debido a que se quedó sin hogar después del incendio.
Cuando Patrick, se alojaba en un refugio temporal, se deprimía día a día. Ante su realidad, agradeció a los voluntarios de Tzu Chi, a quienes conoció en la distribución, además, eran cariñosos y genuinos, con todos los sobrevivientes, por el inmenso apoyo durante esta agotadora experiencia posterior al desastre. Aunque se sentía algo adormecido por dentro, los desinteresados voluntarios tocaron su corazón a quienes les expresó: “ustedes me han cambiado”.
Patrick, insiste en tomar dos fotos: la primera con el retrato de la maestra Cheng Yen, en honor a su fundadora Tzu Chi; el segundo con todos los voluntarios de Tzu Chi y sus ojos sonrientes de gratitud.
Fotos / Wei Wu
Julia Epperson, recientemente sufrió el dolor del fallecimiento de su madre además de la pérdida de su hogar en el incendio, lo que hizo que se sintiera como si su vida se estuviera derrumbando. La tarjeta de efectivo de Tzu Chi, ciertamente ayudaría materialmente, pero fueron las otras formas en que los voluntarios transmitieron amor y cuidado lo que la conmovieron más aún.
La manta ecológica y el arroz Jing Sí, que recibió Julia, con su mensaje de protección ambiental y vegetarianismo, le causaron una gran impresión. Esto la llevó a decir, que se haría vegetariana en beneficio de ella misma y del medio ambiente. Cuando Julia abrazó la manta con fuerza, el peso del dolor y la angustia desaparecieron. Su lenguaje corporal reveló que estaba empezando a sentirse mejor.
Brianna Iverson, se apresuró a entrar cuando todos en la distribución ya estaban empacando para irse. Luego se apresuró a registrarse para recibir ayuda usando pantuflas en lugar de zapatos, en clara evidencia de lo caótica que pudiera ser su situación de vida actual. Resulta que Brianna se está quedando temporalmente en la casa de un amigo. Además de eso, temprano esa mañana, descubrió que le habían robado el coche.
Mientras ayudaban a Brianna a completar el proceso de registro, los voluntarios de Tzu Chi escucharon su historia y le ofrecieron apoyo moral. Su ansiedad se calmó gradualmente y expresó su gratitud por la atención que habían prestado a sus necesidades. Brianna, se sintió particularmente conmovida por la historia de la alcancía de bambú, la cual le dio esperanza al reflexionar sobre cómo hay (y obra) el amor en el mundo.
El esfuerzo concertado de los voluntarios da sus frutos en Medford
Para ejecutar con éxito las dos operaciones de socorro, en casos de desastre en Medford, los voluntarios de Tzu Chi, trabajaron juntos durante más de un mes, realizando preparativos complicados, que requirieron innumerables llamadas telefónicas. Un total de 168 hogares, se beneficiaron de sus esfuerzos concertados. Los beneficiarios de las ayudas recibieron una carta de condolencias de la Maestra Cheng Yen, una tarjeta de efectivo, una manta ecológica, una bufanda, una mascarilla de tela cosida por voluntarios, arroz Jing Si, un libro de Aforismo Jing Si en cuatro idiomas y una alcancía de bambú.
Detrás de los voluntarios está el poder del amor y el cariño de muchas personas benévolas de todo el mundo, fluyendo continuamente en los corazones de [los sobrevivientes] a través del gran amor de los voluntarios.
El voluntario Wenson Lin, dijo que al principio era difícil participar en esta misión. Al participar en la primera distribución el 31 de octubre, recordó que se sintió agotado por conducir durante casi cinco horas para llegar a Medford. Pero al hacer el mismo viaje nuevamente el 7 de noviembre, la distancia parecía más corta y menos fatigosa. Por el contrario, se sentía con más energía y estaba feliz de conducir todos esos kilómetros, sabiendo que los sobrevivientes estaban esperando ayuda y ansiosos por la llegada del equipo.
Los contratiempos son inevitables, pero para cultivar la sabiduría y crecer espiritualmente, uno debe superar las pruebas de la vida.
El Seguimiento De Casos Individuales Es Parte De La Misión
Los hogares afectados por desastres se enfrentan a muchos desafíos en el camino hacia la recuperación. Algunos son emocionales, ya que las personas se adaptan a una nueva forma de vida después de perder sus hogares. Por ejemplo, pueden estar ansiosos por tener su propia cocina nuevamente y cocinar lo que les gusta comer como antes. Sin embargo, una rutina mundana como esta, la cual fácilmente se da por sentada, ahora es un deseo que temen que tardará mucho en hacerse realidad.
Para otros, superar los obstáculos, que se avecinan es más imperioso y urgente. Con la temporada fría de invierno ya cerca y las temperaturas bajando, ¿cómo pueden las familias que ahora acampan al aire libre sobrevivir al invierno?
Otros aún se lamentan o enfrentan problemas relacionados con los seguros de vivienda. Es posible que no hayan comprado una póliza de seguro porque su casa era demasiado antigua, la póliza de seguro era demasiado cara al vivir en una de las áreas de alto riesgo, o la compañía de seguros podría haber rechazado su solicitud por completo. Lamentablemente, aquellos que tenían seguro pueden no estar libres de problemas, ya que, el monto de la compensación puede ser tan bajo que ahora no pueden comprar otra casa.
Para comprender mejor las necesidades de los sobrevivientes en el área, un voluntario del centro de llamadas de Tzu Chi, coordinó una visita domiciliaria. Cinco voluntarios de Tzu Chi, formaron un equipo de trabajo y visitaron personalmente a Jairo, jefe de familia que perdió su hogar en el incendio. La familia de cinco miembros, que fue desplazada, se sintió afortunada de quedarse en una casa rodante prestada por la suegra de Jairo.
El esposo y el padre compartieron que “no es fácil dejar de lado tu orgullo y aceptar la ayuda de los demás”. Sin embargo, está dispuesto a dejarlo pasar, en beneficio de sus tres adorables hijos. El voluntario Chinlung Lee, también padre, podía sentir empatía por el amor de Jairo por sus hijos y la voluntad de hacer cualquier cosa por ellos.
Anticipándose a la visita del equipo (de voluntarios), Jairo preparó un desayuno vegetariano para todos, recordando amablemente que los voluntarios de Tzu Chi, mantienen una dieta vegetariana. La familia de Jairo fue muy considerada. Mostraron su hospitalidad con una comida y su actitud cálida y de corazón abierto. Estas hermosas conexiones humanas inspiran a los voluntarios de Tzu Chi, a servir a las personas necesitadas, brindando ayuda que aliviará su estrés y sufrimiento. Porque de hecho, somos una sola familia en este mundo.
La medida de nuestra vida no radica en su longevidad, sino en la conciencia y el vigor con que contribuimos a la humanidad.
