Junto Con La Iglesia Mormona, Sirviendo A Las Comunidades En California

Oficina Nacional  |  16 Diciembre, 2020
El Centro de Servicio de Tzu Chi, realiza su primera distribución de alimentos en colaboración con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Santa Ana, California. Foto: Emerald Hsu.

Escrito por Jennifer Chien
Traducido (Inglés) por Diana Chang
Traducido (Español) por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez

Después de pasar meses buscando un lugar adecuado, para realizar la distribución de alimentos en el Condado de Orange, los voluntarios de la Oficina Nacional Tzu Chi USA finalmente obtuvieron el consentimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días para realizar la provisión de víveres en sus instalaciones de Santa Ana el 22 de agosto.

Fue la primera distribución de despensa básica desde el brote pandémico de COVID-19, para lo cual benefició a 703 hogares. Aunque los voluntarios se encontraban trabajando bajo el sol abrasador en un día con récord de altas temperaturas, estaban felices de participar y apoyar a las personas pasando por momentos de necesidad.

Tzu Chi USA y la Iglesia Mormona colaboran por primera vez

El 31 de julio, los voluntarios de Tzu Chi y Jonathan Burton (tercero a la izquierda), asistente del concejal de la ciudad de Santa Ana, José Solorio, visitaron las instalaciones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Santa Ana. Foto: Gina Shih.

El COVID-19 ha alterado vidas en todo el mundo. En los Estados Unidos, las escuelas cerraron como parte de las medidas preventivas. Antes, Tzu Chi USA solía realizar distribuciones de alimentos en las escuelas de Santa Ana. Sin embargo, no ha sido posible mientras la pandemia aún permanece en marcha.

Los voluntarios de Tzu Chi, encargados de organizar este programa mensual en el área tenían que encontrar un lugar adecuado y suficientemente grande, para llevar a cabo la distribución por medio de autoservicio. Evaluaron varios lugares, pero no lograron encontrar una ubicación ideal. Sin embargo, conscientes de que los residentes de esa comunidad necesitaban alimentos desesperadamente, continuaron en su búsqueda.

Finalmente, en julio, gracias a una recomendación por parte del concejal de la ciudad de Santa Ana, José Solorio, y su asistente, Jonathan Burton, los voluntarios de Tzu Chi obtuvieron la aprobación de una iglesia local – La Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días – para llevar a cabo la distribución de alimentos en su zona de estacionamiento.

Los voluntarios dirigen el tráfico de automóviles, que espera en un fila cerca del área de distribución de alimentos, y guían a los vehículos hacia adelante cuando llegue su turno. Foto: Chifen Lin

Apoyando a una comunidad necesitada

En Santa Ana, la comunidad hispana de origen Mexicana es el grupo dominante, representando el 78% de la población. La tasa de pobreza es el 19,5%, lo cual es mucho más alta que la tasa promedio en el Condado de Orange.

Desde 2011, el Centro de Servicio Tzu Chi del Condado de Orange ha mantenido el programa Happy Campus (Campus Feliz) en las escuelas primarias de Santa Ana, con el fin de apoyar a familias desfavorecidas. A través del cual, entregan a los estudiantes mochilas llenas de comidas todos los viernes, para que no pasen hambre durante los fines de semanas.

Para 2013, Tzu Chi amplió aún más sus servicios dentro de la comunidad, a través de tres eventos de brigada médica, para proteger la salud de los residentes. Luego, en 2018, Tzu Chi presentó su programa llamado Mobile Food Pantry (Despensa de Alimentos Móvil) y comenzaron las distribuciones bimensuales de frutas y verduras frescas, ayudando a los residentes a obtener suministros de alimentos y brindando consejos en la preparación de platos vegetarianos saludables.

Todas estas iniciativas son de gran ayuda para las familias de bajos ingresos, sin embargo, la pandemia ha complicado muchas cosas, para los voluntarios, que las implementan en la comunidad. Aun así, se esfuerzan por superar todos los desafíos y no interrumpir indebidamente la ayuda.

Brindando atención continua

El estallido de la pandemia comenzó a afectar a Estados Unidos a mediados de marzo. Cuando las escuelas cerraron, los voluntarios de Tzu Chi, se vieron obligados a suspender los eventos de brigada médica y distribuciones de alimentos en la escuela primaria Madison y escuela intermedia Spurgeon – ambos parte del distrito escolar de Santa Ana. Pero, las misiones de Tzu Chi no serían interrumpidas por tanto tiempo.


Durante el periodo, que permanecieron en casa debido a la pandemia, los médicos voluntarios de la Asociación Médica Internacional Tzu Chi (TIMA, por sus siglas en inglés), continuaron atendiendo a los pacientes a través de llamadas telefónicas. También enviaron  por correo medicamentos recetados para personas con enfermedades crónicas. Aunque la escuela estaba cerrada, los voluntarios se mantuvieron en contacto con el director de la escuela primaria Madison, enviando bolsas de alimentos todos los meses, para que el personal las entregue a familias pasando por necesidad.

Los voluntarios de Tzu Chi,regresaron a la Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días el 3 de agosto para reunirse con los Ancianos de la Autoridad General de los Setenta. Foto: Gina Shih.
En la Oficina Nacional Tzu Chi USA en San Dimas el 15 de agosto, los voluntarios prepararon y volvieron a empaquetar los alimentos para el próximo evento de distribución. Foto: James Huang.

Para compensar por las distribuciones que no se pueden realizar mientras las escuelas permanecen cerradas, un equipo de nueve voluntarios Tzu Chi del Centro de Servicio en el Condado de Orange fueron a visitar la Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días el 3 de agosto para hablar sobre una posible colaboración.

Se reunieron con los Ancianos de la Autoridad General de los Quórumes de los Setentas, y compartieron sobre los programas de caridad en curso que organiza Tzu Chi USA. Tras enterarse de aquellos esfuerzos, los Ancianos expresaron su disposición a colaborar. Y finalmente, se alivió la preocupación que había estado en la mente de los voluntarios durante los últimos dos o tres meses.

Sin demora, los voluntarios pusieron las ruedas en marcha para un evento de distribución, que se llevaría a cabo el 22 de agosto, en la zona de estacionamiento de la iglesia, con todo su apoyo por supuesto. Comenzaron a planificar el evento de manera intensiva: primero, solicitando los suministros de la Oficina Nacional Tzu Chi USA y luego, movilizando voluntarios para ayudar en la distribución, como empacar los alimentos. Finalmente, todo estaba listo para el próximo evento.

Muchos residentes se encuentran desempleados

El 22 de agosto, un equipo de voluntarios Tzu Chi llegó a la iglesia a las 6:30 de la mañana para empezar con las preparaciones del evento de distribución. No pasó mucho tiempo antes de que se formara una fila de residentes cerca de la iglesia, todos listos para esperar pacientemente, agradecidos de que llegaran los tan necesarios alimentos.

Luis Roman, quien vive cerca, llegó a las 6:40 de la mañana. Explicó que su hogar está formado por nueve personas que dependen de él para llevar comida a casa. Solía trabajar para la cadena de restaurantes Souplantation. Desafortunadamente, la cadena inicialmente interrumpió sus operaciones y luego cerró debido a la pandemia. En consecuencia, Luis lleva cinco meses desempleado.

Sabiendo que la iglesia a menudo realiza distribuciones de alimentos y viendo muchos autos de policía estacionados frente a ella esa mañana, Luis se detuvo para preguntar si era para un evento de distribución. Al recibir confirmación, se unió con gusto a la fila de personas que esperaban que comenzara.

Luis Román, quien solía trabajar en un restaurante que cerró debido a la pandemia, lleva meses desempleado y está agradecido por conseguir alimentos para su familia. Foto: Jennifer Chien.

Juan García, quien vive en una comunidad de casas móviles cercana, mencionó que en su comunidad, varias familias habían sido diagnosticadas con COVID-19, y el vecino que vive a su lado no puede salir porque se encuentra en cuarentena. Como Luis, Juan también ha estado desempleado desde marzo, y su familia de cinco miembros depende de tales distribuciones comunitarias de alimentos para poner comida en la mesa.

Cuando recojo comida en las distribuciones, ayudo a mis vecinos y recojo más comida cuando no pueden salir a recogerla. Creo que es muy importante que todos nos ayudemos mutuamente durante la pandemia.

Juan García es entrevistado por el voluntario de Tzu Chi Chaichih Huang y comparte cuántos de sus vecinos han dado positivo por COVID-19. Foto: Emerald Hsu

Rocío Martínez y su esposo, German Palacios, llegaron a la distribución luego de recibir un mensaje de texto de la iglesia. Durante su entrevista, la pareja dijo: que se encuentran desempleados y bastante ansiosos. No saben lo que les depara el mañana, y se preocupan por lo que sucederá si alguien se infecta, ya que no hay dinero para la atención médica. La familia de tres se está refugiando en su hogar, pero les resulta difícil quedarse en casa todo el día, por lo que salieron juntos para tomar un descanso.

Rocío Martínez (derecha) y su esposo Germán Palacios (izquierda) llegan a la distribución de alimentos con su hijo. Foto: Jennifer Chien.
En la distribución del 22 de agosto, se proporcionaron suministros de frutas, verduras y alimentos no perecederos. Foto: Emerald Hsu.

Cada beneficiario tenía una historia que compartir. Juan Uribe solía trabajar como pintor, pero actualmente está desempleado debido a la pandemia. Solicitó las prestaciones por desempleo y, afortunadamente, fue aprobado. Además, trata de mantener una actitud positiva. Aunque la vida es indudablemente desafiante en este momento, exclamó felizmente: “Al menos mi familia está sana”.

Anna Cabrera, una inmigrante recién llegada de El Salvador, todavía trabaja en la cafetería de una clínica a pesar de las interrupciones causadas por la pandemia, pero debe complementar esos ingresos de alguna manera reciclando cajas de cartón. El valor de los materiales reciclados puede no parecer mucho, pero aun así brindar cierto alivio económico incluso a 5 centavos la libra.

Uniendo sus fuerzas para apoyar

El concejal de la ciudad de Santa Ana, José Solorio, comparte en las redes sociales sobre las misiones de ayuda benéfica de Tzu Chi. Foto: Jennifer Chien.

El concejal de la ciudad de Santa Ana, José Solorio, y su asistente, Jonathan Burton, también estuvieron presentes durante la distribución de alimentos. Ambos llegaron temprano por la mañana. Y durante la distribución, Solorio levantó su teléfono móvil e hizo una transmisión en vivo para compartir el evento con la comunidad.

El concejal explicó que muchos de los residentes en Santa Ana, son jornaleros y casi todos se encuentran desempleados debido a la pandemia. Al mismo tiempo, con la alta tasa de transmisión cruzada de COVID-19 en la ciudad, los residentes tienen una gran necesidad de asistencia. Solario expresó lo agradecido que estaba de que las organizaciones de caridad están ayudando para que no pasen hambre.

Jonathan Burton, quien refirió a la Iglesia Mormona a Tzu Chi USA para una posible colaboración, compartió lo feliz que estaba de haber reunido a las dos organizaciones a través de este evento. Aunque representaban diferentes creencias religiosas, era maravilloso que estuvieran trabajando juntos, ayudando a los residentes de la comunidad.

Jonathan Burton, asistente del concejal de la ciudad de Santa Ana José Solorio, quien refirió a Tzu Chi a la Iglesia Mormona, asistió a la distribución de alimentos. Foto: Emerald Hsu.

Rey Rosas, uno de los Ancianos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días, vino a ayudar a los voluntarios a llevar cajas de alimentos durante la distribución. Explicó que la mayoría de las familias que viven cerca de la iglesia subsisten con bajos ingresos. Sus dificultades han aumentado gravemente desde que comenzó la pandemia, con muchos miembros del hogar actualmente desempleados y algunos dando positivo por COVID-19.

La iglesia también tiene otras nueve diócesis en condado de Orange y colabora con otras organizaciones comunitarias para distribuir alimentos casi todas las semanas. Rosas compartió que Fullerton es otra comunidad que necesita urgentemente ayuda. Espero que Tzu Chi y la Iglesia Mormona continúen colaborando, y aumentando el número de ubicaciones de distribución de alimentos en el condado.

Rey Rosas, unos de los Ancianos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días, se puso un chaleco de los voluntarios Tzu Chi y ayudó con la distribución de alimentos. Foto: Emerald Hsu

Aparte de Tzu Chi USA y la asociación de la iglesia Mormona, para este evento, también participó la Fundación Echame La Mano Pura Vida. Wilbur Salazar, el fundador de la organización sin fines de lucro, dijo que él y su esposa inicialmente compraron alimentos y los distribuyeron entre los vecinos necesitados. Sin embargo, al darse cuenta de que el poder de una o dos personas es limitado, organizó un grupo de miembros de la iglesia en el área del Condado de Orange para establecer una fundación de caridad.

Salazar compartió que él cree que la ganancia más significativa de la distribución fue conocer a Tzu Chi. Aunque Tzu Chi y la Fundación Echame La Mano Pura Vida tienen sus raíces en diferentes tradiciones religiosas, él vio algo en común en sus misiones y puntos de vista. Sin duda, sería beneficiosa una mayor colaboración para servir a sus comunidades.

Wilbur Salazar, fundador de la Fundación Echame La Mano Pura Vida, y su esposa, Julia Salazar, vicepresidenta de la organización sin fines de lucro, estuvieron felices de establecer una conexión con Tzu Chi. Foto: Emerald Hsu

Durante la pandemia, otras personas vinieron como voluntarios, mostrando su sentido de solidaridad comunitaria. Entre ellos se encontraban estudiantes de secundaria afiliados al Club de Niños y Niñas de Central Orange Coast, felices de echar una mano.

Lupita Mena, directora de Fortalecimiento Familiar, para la organización, asistió al evento junto a los estudiantes. Ella compartió que la brigada médica que organiza Tzu Chi USA regularmente y otras asistencias para los necesitados en el condado de Orange es vital, ya que muchas familias de la comunidad dependen de aquella atención médica gratuita y ayuda de caridad.

Lupita Mena, directora de Fortalecimiento Familiar en el Club de Niños y Niñas de Central Orange Coast, asistió a la distribución junto con los estudiantes que vinieron como voluntarios. Foto: Emerald Hsu

Algunos vecinos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días también vinieron como voluntarios. Michael Flores, quien trabaja para una empresa de mensajería, decidió venir en su día libre. Dijo que; si bien el condado de Orange tiene hogares de clase media más pudientes, en general, la ciudad de Santa Ana es una comunidad de bajos ingresos. Sabe que sus vecinos necesitan ayuda adicional en este momento, especialmente aquellos que están desempleados, y sintió la obligación de ayudar.

¿Por qué eligió ser voluntario? Esta es nuestra comunidad y tengo la responsabilidad de ayudar a mis vecinos. Especialmente en tiempos difíciles como ahora, donde es difícil encontrar un trabajo en este momento y debemos ayudarnos mutuamente durante la recesión de la economía

Michael Flores, residente de Santa Ana, se puso un chaleco de los voluntarios Tzu Chi y ayudó en la distribución de alimentos en su día libre. Foto: Jennifer Chien

Superando todos los desafíos

Brindar ayuda durante una pandemia es un desafío en muchos aspectos, pero todos los voluntarios que sirvieron en la distribución se mantuvieron imperturbables. Ese mismo día, la temporada exterior llegaba a los 100 grados fahrenheit (37৹ celsius). Los voluntarios lograron ignorar el calor incómodo mientras se concentraban en aliviar el hambre. La pandemia también ha traído molestias adicionales, como la necesidad de usar equipo de protección personal (EPP), incluso bajo el sol abrasador.

Cuando los voluntarios de Tzu Chi – quienes llevaban puesto mascarillas, protectores faciales y guantes – entregaban EPP a los voluntarios de la comunidad, Edward Yau, quien estaba a cargo de la distribución en el lugar, se emocionó. La determinación y el coraje de todos para salir de su zona de confort en casa para ayudar a los demás fue evidente. Expresó la esperanza de que la colaboración entre Tzu Chi y la Iglesia Mormona continúe evolucionando, por lo que podrían tener lugar para organizar más eventos como este.

Mientras uno sea optimista y decidido, ningún desafío es demasiado difícil de soportar

Mientras que los voluntarios se registraron para asistir al evento, otros controlaron sus temperaturas, aplicando todas las medidas preventivas para la seguridad de todos. Foto: Emerald Hsu
Los voluntarios de Tzu Chi proporcionaron Equipos de Protección Personal (EPP) a los voluntarios de la comunidad a medida que se registraban para asistir al evento. Foto: Emerald Hsu

Gina Shih, quien fue responsable de preparar los suministros de alimentos para la distribución, agradeció cómo, aunque esta fue la primera vez que Tzu Chi USA y la Iglesia Mormona colaboraron juntos, todo salió bien gracias al esfuerzo y la planificación conjunta de todos. Los voluntarios de Tzu Chi entregaron los alimentos en el lugar un día anterior, para que todo estuviera listo. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días vinieron a ayudar, y luego trajeron muchos voluntarios bilingües en inglés y español para ayudar durante el día de distribución. 

Los voluntarios preguntaron cuántos miembros de la familia hay en cada hogar para determinar la cantidad de comida que recibirán. Foto: Emerald Hsu

El voluntario de Tzu Chi, Martin Kuo, quien está a cargo de la coordinación general de los eventos de distribución en el condado de Orange, dijo que durante los últimos meses, los voluntarios del Centro de Servicio Tzu Chi en el condado han estado entregando EPP a instituciones médicas. Sin embargo, al mismo tiempo, han tenido siempre presente la necesidad de asistencia alimentaria. Su persistencia llevó a la colaboración con la Iglesia Mormona e hizo posible este evento de obsequio de alimentos.

Los voluntarios de Tzu Chi agradecieron a las organizaciones comunitarias que vinieron a ayudar en la distribución de alimentos en Santa Ana. Foto: Emerald Hsu

Como dice la Venerable Maestra Cheng Yen: “Mientras te decidas a hacerlo, las cosas que antes se consideraban difíciles se volverán más fáciles y placenteras”. Los voluntarios de Tzu Chi en el condado de Orange y en todo Estados Unidos están superando sin miedo cualquier obstáculo que surja en su camino para beneficiar a los necesitados en sus comunidades.

Tzu Chi USA, los invita a participar en nuestros esfuerzos de ayuda, usted simplemente, apoye nuestras misiones. Al colaborar con nosotros, ayudamos a muchas  familias a sobrevivir los desafíos, que enfrentan en este momento, mientras la pandemia continúa impactando negativamente las vidas de todo el mundo.

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