Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por Gabriela Guandique
La comunidad Last Chance en las montañas de Santa Cruz, California, en el Área de la Bahía del Sur de California del Norte, fue devastada por graves incendios forestales en el verano de 2020, dejándola en ruinas. En los tres años siguientes al desastre, los voluntarios de Tzu Chi han seguido apoyando a la comunidad. No solo han asistido a reuniones mensuales de la comunitarias para entender mejor sus necesidades, sino que también han establecido casos de atención individual para ayudar a los residentes.
Durante los fines de semana del 24 de junio y el 4 de julio, el equipo de voluntarios de Tzu Chi Silicon Valley, sin importar el intenso sol, visitó la comunidad de Last Chance para brindar atención personalizada.
Enfrentando las Dificultades con una Sonrisa
La casa de Vickie Culjan fue completamente destruida por el incendio. Desde entonces, ella, su esposo y su hijo han estado viviendo en un remolque. Recientemente, su esposo y su hijo comenzaron a construir una cocina y una habitación de almacenamiento afuera del remolque. Aunque aún no está completa y el espacio no es muy grande, proporciona espacio adicional para sus necesidades diarias de cocina y almacenamiento. Vickie sonrió y le dijo a los voluntarios de Tzu Chi: “Nuestra reconstrucción avanza poco a poco, paso a paso, pero estamos muy felices de poder vivir aquí”.
Vickie mostró a los voluntarios una silla de barbero profesional dentro del remolque, que mostraba signos de un uso extenso. Vickie, que acababa de jubilarse de su trabajo como barbera, dijo con orgullo y cierta nostalgia: “He tenido esta silla de barbero profesional durante 23 años”. Mencionó que había puesto mucho esfuerzo en traer esta silla, que la había acompañado a lo largo de su carrera, de vuelta a la montaña. Planea utilizar esta histórica silla de barbero en el futuro ofreciendo servicios de corte de pelo a sus vecinos en la comunidad de la montaña. Esta es su forma de devolver a la comunidad.
La Comodidad de las Yurtas
Debido a las dificultades para obtener permisos de reconstrucción en la remota comunidad privada, el progreso ha sido lento. Cada vez más residentes de la comunidad han optado por construir yurtas como una solución de vivienda alternativa, similares a tiendas de campaña grandes.
Terra Barsanti, una mujer de unos sesenta años, vivió en una sencilla tienda de campaña durante más de dos años después del incendio. Sin embargo, el calor del verano y la falta de aislamiento en invierno, hicieron su vida muy incómoda. Terra solicitó permiso para construir una yurta y la completó a finales del 2022. Desafortunadamente, debido a las continuas tormentas durante el invierno pasado, no pudo regresar a vivir en la comunidad hasta este verano. Terra invitó con entusiasmo a los voluntarios de Tzu Chi a ver su recién construida yurta. Les contó con alegría a los voluntarios y vecinos que era el cuarto día viviendo en su propia yurta. Terra bailó emocionada y dijo: “Esta mañana me duché en mi yurta por primera vez”. Actividades cotidianas que pueden parecer comunes para la mayoría de las personas son ahora hitos valiosos de progreso para los sobrevivientes.
Priscilla Dawn Stevens, una sobreviviente en sus setentas, comenzó la construcción de su yurta más tarde. Por lo tanto, cuando las fuertes tormentas azotaron la comunidad durante el invierno, la construcción se detuvo. No fue hasta que el clima veraniego se secó que pudo reanudar la construcción. En este momento, su yurta aún está en construcción, y expresó admiración al enterarse de que Terra ya podía ducharse en su yurta.
El 4 de julio, la comunidad de Last Chance transformó sus reuniones mensuales en una festiva reunión con comida compartida. Los residentes compartieron sus platos y bocadillos especiales con sus vecinos e invitaron a los voluntarios de Tzu Chi en la comunidad a participar en este alegre evento.
La reunión con comida compartida estuvo llena de charlas animadas. Dado que los miembros de la comunidad sabían que los voluntarios de Tzu Chi han estado promoviendo el vegetarianismo, prepararon mucha comida vegetariana deliciosa para esta ocasión.
Los voluntarios aprovecharon la oportunidad para establecer contacto inicial y comprender las situaciones recientes de los nuevos casos de atención durante y después de la reunión. También brindaron un apoyo más profundo a los casos existentes.
Cuidando el Corazón con Gratitud
Susie Devergranne, la primera residente de la comunidad de Last Chance llevó a los voluntarios de Tzu Chi a su hogar para mostrarles el progreso de su reconstrucción. Caminaron por una empinada pendiente y vieron los remolques. Susie estaba encantada de mostrarles su área de comedor al aire libre recién construida, el baño al aire libre y la terraza y el techo recién añadidos a su remolque. Estas adiciones proporcionan sombra y refugio del abrasador sol de verano.
El esposo de Susie y su hijo trabajaron juntos, desde cortar madera, cortar tablas y ensamblar pieza por pieza para crear el techo que ahora cubre la casa rodante, hasta el porche delantero para expandir el espacio utilizable. A pesar de los diversos desafíos que surgieron debido a las limitaciones de herramientas, finanzas, mano de obra y el lento progreso de la reconstrucción, la familia de Susie persevera en el camino de la reconstrucción con una paciencia y determinación increíbles.
Los voluntarios también tuvieron la oportunidad de conocer a dos adorables perritos que Susie cuida. Susie nombró a uno de los perros “Thank You”, que en español significa “gracias” lo que despertó la curiosidad sobre la razón detrás de ello. Susie explicó: “Adopté a este perro en noviembre del año pasado, justo después de asistir al concierto benéfico de recaudación de fondos de Tzu Chi. En ese momento, mi corazón estaba lleno de emociones que Tzu Chi me había transmitido. Así que tuve la inspiración de llamar al perro ‘Gracias’. Cada vez que llamo al nombre del perro, es un recordatorio para no olvidar la ayuda que Tzu Chi me ha brindado”.
La vida en las montañas no es fácil. Para los residentes, los servicios públicos como el agua, la electricidad y la calefacción presentan desafíos y requieren esfuerzo adicional. La voluntaria Petra Donnelly quedó profundamente impresionada por la determinación y el coraje de los residentes de permanecer en las montañas y reconstruir sus hogares a pesar de un entorno tan difícil.
Espero que todos puedan mantener una actitud positiva y alegre como los residentes aquí.
Petra Donnelly
Voluntaria
Los incendios forestales han quedado atrás y las tormentas han pasado. El sol de California brilla en el camino por delante. Con el aliento y la compañía de los voluntarios de Tzu Chi, el viaje puede tener sus desafíos, pero se construye con felicidad, paso a paso.