Tzu Chi Noroeste ayuda a los afectados por las inundaciones del Río Pájaro

Región del Washington DC  |  16 Mayo, 2023
Tzu Chi volunteer and
Con mirada sincera y palabras amables, voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi conversan y conectan con los sobrevivientes. Foto/Andy Chiang

Escrito por Lisan Hor, Pohjoo Tan, Minjhing Hsieh
Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli

El 15 y 16 de abril de 2023, en una comunidad de casas móviles, voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi llevaron a cabo un evento de distribución atípico para las familias afectadas un mes antes por la ruptura de la ribera del Río Pájaro

A pesar del reducido número de familias afectadas, voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi enfrentaron el mayor desafío hasta la fecha en su labor de ayuda en caso de desastre. Aunque se esperaba que la distribución se llevara a cabo sin problemas una vez que los sobrevivientes regresaran a casa después de que las aguas se retiraran, la situación se desarrolló de manera diferente. Durante un mes, localizar los lugares de distribución resultó ser una frustración continua que obligó a los voluntarios a visitar diariamente la zona de la catástrofe. Además, tuvieron que distribuir folletos puerta por puerta y realizar una búsqueda exhaustiva de los hogares afectados.

Tzu Chi volunteers hanging up the Tzu Chi banner
Con la ayuda de María Collazo, la distribución finalmente tiene lugar, y los voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi se preparan para la distribución. Foto/Andy Chiang
Local resident Jovanna Collazo was the Spanish interpreter for the distribution, explaining the cash cards to her mother
Jovanna Collazo, residente del área, es intérprete de español durante la la distribución, explicando a su madre como funcionan las tarjetas prepagadas. Foto/Andy Chiang

Al enfrentarse a una situación desafiante, algunos voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi expresaron preocupación por las dificultades que podrían aparecer. Sin embargo, al reflexionar sobre la difícil situación que atravesaban los sobrevivientes, muchos de los cuales eran agricultores de bajos recursos cuyos hogares habían sido inundados y dañados por el agua, los voluntarios renovaron su determinación y perseverancia. La imposibilidad de plantar fresas en marzo, una de las principales fuentes de ingresos de la zona, agravó aún más su situación.

Unos días antes de la distribución, los voluntarios conocieron a María Collazo, una sobreviviente de la catástrofe que ofreció su comunidad de casas móviles como lugar de distribución para el 15 de abril. Este gesto significó la primera vez desde la catástrofe del norte de California que se llevó a cabo una distribución en el hogar de un sobreviviente. El día de la distribución, asistieron las 24 familias que esperaban recibir ayuda.

Al día siguiente, los voluntarios se reunieron con los residentes en una cafetería de Starbucks. En este espacio poco convencional, los voluntarios mantuvieron una conversación amistosa y encarnaron el espíritu de “humanidad de Tzu Chi”. Este enfoque de apoyo emocional ayudó a aliviar el trauma y tuvo un profundo impacto en los sobrevivientes. Después de dos días de practicar este método de distribución atípico, se logró ayudar a 43 familias, lo que supuso un avance significativo en las labores de socorro por las inundaciones en Pájaro.

Las inundaciones hicieron que las casas sean inseguras e inaccesibles

Norma Estrada tiene una familia de siete miembros y lleva 15 años viviendo en una pequeña casa móvil de 360 pies cuadrados. Su casa, situada justo enfrente del lugar de distribución, no parecía dañada desde fuera, pero estaba llena de moho y ya no era apta para vivir. La familia seguía esperando un estudio y una evaluación del gobierno. El día que el río se desbordó, Norma y su marido evacuaron su casa con sus cinco hijos y se quedaron con unos parientes durante el mes siguiente. Hace una semana, sus parientes les pidieron que se trasladaran a un hotel y pagaran la estancia de un mes, pero después tendrían que buscar otra vivienda.

El día del reparto, la hija de Norma, Alejandra Jiménez, de diecinueve años, la acompañó y le sirvió de intérprete. Cuando madre e hija supieron que la ayuda de Tzu Chi procedía de la amabilidad de muchas personas generosas y del espíritu de la alcancía de bambú, se ofrecieron como voluntarias para llevarse cinco alcancías de bambú a casa. Creían que con el poder del amor de Tzu Chi podían superar sus dificultades y reconstruir sus hogares.

Pajaro resident Gloria Fernandez sitting on the res sofa
Gloria Fernández cuenta a los voluntarios de Tzu Chi de la Región Noroeste su desesperación antes de ser rescatada por la policía local y los bomberos. Foto/Andy Chiang

La residente Gloria Fernández recordó el angustioso día de la catástrofe, cuando sus tres hijas, que vivían cerca, no pudieron ayudarla a tiempo dejándola a ella, a su marido y a su hijo varados en su casa móvil. Finalmente, un equipo de rescate los sacó del peligro. Durante la distribución de ayuda, una voluntaria leyó en español una carta de condolencia de la Maestra Cheng Yen, lo que hizo que Gloria se conmoviera y expresara su gratitud en voz baja, con lágrimas en los ojos. Las palabras reconfortantes de la carta trascendieron cualquier barrera y aliviaron su sufrido corazón.

“La distribución de ayuda tras la inundación del Río Pájaro confirmó este versículo: ‘Una vez que dejamos de lado nuestro orgullo y abrazamos la humildad, podemos soportar mejor las situaciones difíciles o la humillación'”, dijo un voluntario de la Región Noroeste de Tzu Chi. “Se necesita mucha paciencia para hacer buenas acciones, no sólo querer hacerlas, sino que debe haber una causa”. La ayuda a las víctimas de las inundaciones del Río Pájaro continuó. Aunque la distribución de ayuda fue un proceso formidable, los voluntarios se dieron cuenta de que, si uno es sincero y no teme el sufrimiento, siempre habrá una recompensa por aprovechar la oportunidad a tiempo.

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