
Escrito por Rachel Lin, PJ Tan, Li San Hor, Ping Yao Lee
Adaptado al español por María Pacheco
Editado por M. Carolina Saheli
A principios de marzo, fuertes lluvias causadas por un río atmosférico causaron graves inundaciones en la ciudad de Pájaro, California, una comunidad habitada en su mayoría por inmigrantes latinos que ahora sufren las terribles consecuencias que dejaron las lluvias. Carreteras dañadas y casas destruidas es un panorama difícil y desolador para sus habitantes.

Una distribución diferente con aroma a té
Después de las inundaciones, los voluntarios de la Oficina Noroeste de Tzu Chi comenzaron a tomar medidas inmediatas para distribuir ayuda a los sobrevivientes. Debido a la inundación, fue difícil encontrar un lugar donde llevar a cabo el operativo dirigido a unos 50 sobrevivientes. Después de buscar en algunas zonas, los voluntarios decidieron hacerlo en uno de los salones del hotel Hampton Inn.
El interior del hotel era luminoso y bastante espacioso, por esto los voluntarios decidieron hacer esta distribución de una manera, ofreciendo una merienda con té y postres. “Queríamos hacer una distribución distinta, tratando a los sobrevivientes como personas muy importantes”, dijo Minjhing Hsieh, director ejecutivo de la Región Noreste de Tzu Chi.
“Esperamos que sientan que estamos aquí en nombre de Tzu Chi para cuidarlos, respetarlos y ayudarlos desde el fondo de nuestros corazones”, explicó Hsieh. “De esta manera, los voluntarios pueden interactuar con los sobrevivientes y aprovechar la oportunidad para explicar mejor el trabajo de Tzu Chi”, agregó Hsieh.
El evento se llevó a cabo el 23 de abril. Al llegar y registrarse, los sobrevivientes disfrutaron de la ceremonia del té en una sala que estaba decorada con flores. La ceremonia fue seguida de una meditación que proporcionó esperanza y un ambiente cálido.
Los sobrevivientes se mostraron interesados y conmovidos con el trabajo de Tzu Chi y sus voluntarios, quienes también ayudaron a los beneficiarios a llenar los formularios de ayuda. Antes de salir del hotel, se les dio una deliciosa hamburguesa vegetariana y un clavel lleno de buenos deseos para celebrar el Día de la Madre.


Una distribución diferente con aroma a té
La casa de María Baez se inundó con todos sus muebles quedando destruidos. Cuando regresó a su casa, dos semanas después, María asistió al evento después de leer un folleto que los voluntarios de Tzu Chi dejaron en su puerta.
Mientras esperaba que los voluntarios le dieran una taza de té y un pedazo de pastel, María tomó una foto y se la envió a su hermana quien respondió inmediatamente diciendo que el operativo se veía increíble. La empatía y calidez de parte de los voluntarios, incentivaron a María a completar el formulario de inscripción para recibir su tarjeta de débito prepagada.
Por su parte Teresa Lee, una mujer audaz, generosa, divertida y de corazón cálido y comprensivo, ayudó a María desde que su casa fue destruída. Teresa participó en el evento ayudando con la traducción al español con entusiasmo. Cuando los voluntarios invitaron a Teresa a probar el té, dijo: “¡Este té huele tan bien!” El trabajo del voluntariado inspiró a Teresa y a María a completar los formularios de inscripción para ser voluntarias.


Una distribución diferente con aroma a té
La comunicación es uno de los problemas que se presentan al momento de hacer un evento de ayuda en una comunidad de habla hispana. Como fue el caso de Alfredo Amnbula, quien no hablaba inglés. Los voluntarios le pidieron ayuda a Emma Ong, una joven voluntaria bilingüe, para traducir y conocer la situación de Alfredo, quien explicó que lo operaron de la rodilla y aún se estaba recuperando. Alfredo comentó que sigue sintiendo miedo cada vez que recuerda la inundación de su casa.
Por su parte, Emma Ong trabajó como traductora en este evento y dijo sentirse recompensada por ayudar a las personas a expresar sus situaciones y también por explicar el trabajo de Tzu Chi.
Estoy feliz de que los sobrevivientes sepan que alguien entiende su idioma para compartir sus historias y transmitir su gratitud a Tzu Chi a través de mi traducción.
Emma Ong
Voluntaria
Bridget Smith, gerente del hotel, tomó fotografías de la fiesta del té, los arreglos florales y de la decoración del lugar. Aunque era la primera vez que escuchaba sobre Tzu Chi, Smith quedó profundamente impresionada por la sinceridad y el cuidado a los sobrevivientes.
El hermoso montaje de la fiesta del té fue obra del voluntario Chen Jiaxing. “La ceremonia del té suele hacerse en un espacio más cerrado y tranquilo, y es la primera vez que preparo té Jing Si en un hotel. Estoy agradecido de que todos los voluntarios del equipo aceptaron con gusto el desafío y sirvieron una taza de té negro taiwanés con aroma a miel con todo su corazón”, expresó Jiaxing.
A los voluntarios de Tzu Chi se les dificultó encontrar un lugar donde hacer la distribución, esto debido a los daños causados en la ciudad por la inundación. Sin embargo, la distribución se llevó a cabo de una manera muy creativa, haciendo que todo el evento fuera perfecto. Con los esfuerzos de 31 voluntarios, se distribuyeron un total de $29,900 en tarjetas de débito prepagadas a 195 sobrevivientes.
Durante este operativo se sintió como el buen karma hizo fluir el gran amor de Tzu Chi. Los voluntarios siempre enfrentan contratiempos en el proceso de preparación para estas distribuciones en casos de desastre, pero lo más conmovedor es ver a más personas decididas a cuidar de los demás y ayudar a sus comunidades a través de buenas acciones.