Escrito por Wendy Tsai
Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli
El 18 de febrero se desató un incendio en un edificio de apartamentos de 15 pisos en Silver Spring, Maryland, que resultó en la muerte de una persona, dejó a otras 19 heridas y obligó a más de 400 residentes a evacuar. Los voluntarios de Tzu Chi de la Región de Washington D.C. actuaron rápidamente después del incidente y llevaron a cabo dos distribuciones consecutivas para brindar ayuda a los sobrevivientes en estos momentos difíciles y ayudarlos a reconstruir sus vidas tras esta tragedia.
Tzu Chi se moviliza para ayudar a los sobrevivientes
El 28 de febrero, un grupo de 18 voluntarios de Tzu Chi de la Región Washington D.C. visitó el Centro de Recreación Comunitario Gwendolyn E. Coffield en el condado de Montgomery, Maryland, para brindar asistencia a los sobrevivientes del incendio. Los voluntarios ayudaron a 39 familias con sus necesidades inmediatas proporcionándoles tarjetas de efectivo y mantas ecológicas Da.Ai.
Entre los residentes afectados por el incendio, había algunos que ya vivían en situaciones difíciles o precarias antes de la tragedia. A pesar de que el fuego repentinamente interrumpió sus vidas, la llegada de Tzu Chi trajo un rayo de esperanza.
Una mujer originaria del Congo que estudia en Estados Unidos fue severamente afectada por la catástrofe. Al no tener familia cerca para ayudarla y con una red de apoyo limitada, se veía cansada e intranquila. Dijo que llevaba días sin dormir: “Desde el día del incendio, no puedo dormir bien por la noche porque temo que pueda haber otro incendio”.
El amor genuino tiene la capacidad de superar las diferencias de origen, circunstancias económicas y credo, y ayudar a todos aquellos que lo necesitan. Durante la distribución de ayuda, la voluntaria Pao Chu Hung entregó una tarjeta de dinero y animó a la mujer con cálidas palabras: “No importa tu religión, todos tenemos un Dios en nuestros corazones, y que Él te dé la fuerza para superar tus dificultades”.
Patrick Campbell, Gerente de Planificación de Emergencias del condado de Montgomery, ha trabajado durante muchos años con Tzu Chi. Agradece la ayuda económica y el apoyo brindado por Tzu Chi a los residentes de la comunidad: “Creo que es muy importante estar presente, en persona, con la gente y ofrecerles apoyo emocional… es como darles un gran abrazo comunitario para recordarles que hay gente que se preocupa por ellos”.
Gracias por estar aquí, son los mejores socios que podemos tener.
Una segunda distribución para dar calor en el invierno
El 13 de marzo, Tzu Chi de la Región de Washington participó en una segunda distribución organizada por el gobierno del condado de Montgomery para ayudar a aquellos que no pudieron asistir al primer evento. A pesar del clima frío, 11 voluntarios de Tzu Chi asistieron con gran entusiasmo para ayudar a las familias necesitadas.
Zing Chen, voluntaria de Tzu Chi supo del trabajo de la fundación desde su infancia, y agradeció la oportunidad de ser voluntaria: “Hoy es la primera vez que participo en este tipo de distribución y todo el mundo se ha preocupado por mí. Me siento muy feliz de poder ayudar a gente realmente necesitada”.
Las familias que acudieron a la distribución agradecieron la atención personalizada y la ayuda de Tzu Chi. Después de cuatro semanas, la mayoría de los supervivientes han empezado poco a poco a reconstruir sus vidas. En comparación con la incertidumbre y la ansiedad de la primera distribución, aquellos que acudieron en busca de ayuda pudieron conversar tranquilamente con los voluntarios.
La ayuda oportuna que recibieron durante la crisis que alteró sus vidas ha inspirado a muchos a pensar en cómo pueden transmitir ese gran amor a otros necesitados.
El sobreviviente Williams, es un amante de los perros y su perro estaba con él en el momento del incendio. Estuvo a punto de perderlo en las llamas, pero lo salvó. Esta experiencia lo inspiró para ayudar a los perros callejeros necesitados. “Hoy hablé con mi hermana por teléfono y me dijo que en Jamaica hay muchos perros callejeros de los que no se ocupa ninguna organización, así que quizá pueda crear una organización sin ánimo de lucro e invitar a la gente a ayudarlos”.
La distribución finalizó puntualmente a las 7:00 p. m. y una hermosa puesta de sol iluminó la tarde, haciendo que el día terminara más brillante para todos. Al ver a los sobrevivientes marcharse alegres, los voluntarios sintieron la felicidad de haber ayudado a los demás y se sintieron orgullosos de servir a una comunidad necesitada.
