Los voluntarios de la Oficina Regional del Noroeste de Tzu Chi ofrecen ayuda a los sobrevivientes de Oak Fire en el condado de Mariposa, en California, el 14 de agosto del 2022. Foto/ Kelly Liu

Escrito por Christina Chang, Kelly Liu
Adoptado al español por José Beltrán Contreras

La caridad es una de las misiones de la Fundación Budista Tzu Chi y la compasión es el principal elemento que guía la labor de sus voluntarios. El 22 de julio del 2022 será la fecha marcada para siempre en la memoria de los habitantes del condado de Mariposa en California, quienes vieron arder 7 689 hectáreas de bosque, obligando a más de 6 000 residentes a huir de las llamas. 

Cuando la esperanza parecía disiparse, los voluntarios de Tzu Chi USA brindaron alivio a los residentes afectados por el fatal incendio conocido como Oak Fire, el cual destruyó 193 estructuras (incluyendo casas, edificios comerciales y residenciales) y obligó a un tercio de la población del condado de Mariposa a buscar refugio.

El incendio Oak Fire afectó severamente varias áreas del condado de Mariposa, en California. Fotos/Junqin Chen

Siguiendo los principios de ayuda humanitaria de la fundadora de Tzu Chi, la Venerable Maestra Cheng Yen, los voluntarios de la fundación visitaron el área de desastre de Oak Fire para evaluar los daños y aliviar algunas de las necesidades de los sobrevivientes. 

A petición de las autoridades del condado de Mariposa, Tzu Chi se instaló al interior del Centro de Asistencia Local, entre el 1 y el 3 de agosto. Desde este sitio, los voluntarios de los Centros de Servicio de Fresno y Modesto, de la Oficina Regional del Noroeste de Tzu Chi, cuidaron de los residentes afectados por el desastre y procedieron a registrarlos para que recibieran asistencia de emergencia.

Los voluntarios de Tzu Chi inspeccionan las áreas afectadas por Oak Fire para evaluar las necesidades de los sobrevivientes. Foto/Yingli Yang

A raíz de los tornados que azotaron el Oeste Americano en diciembre de 2021, la Venerable Maestra Cheng Yen expresó, que “si las personas locales requieren de nuestra ayuda, debemos estar ahí porque todos deberíamos de colaborar frente a este desastre”. Y esto fue lo que hicieron los voluntarios de Tzu Chi con los sobrevivientes de Oak Fire, ya que el domingo 14 de agosto de 2022 proporcionaron no sólo ayuda de emergencia con la distribución de 7 800 USD en tarjetas de débito prepagadas para 31 personas de 15 familias, sino que también brindaron alivio espiritual  escuchando con todo su corazón las historias de los residentes afectados por el fatal incendio.

Los voluntarios de la Oficina Regional del Noroeste de Tzu Chi en el Senior Activity Center en el condado de Mariposa, el 14 de agosto del 2022. Foto/Kelly Liu

Historias desgarradoras

Cada familia que vino a recibir la ayuda de Tzu Chi tenía una historia desgarradora para compartir de lo que perdieron en el incendio de Oak Fire. 

Becky y su esposo, vivían en un modesto tráiler en un pequeño pueblo del condado de Mariposa cuando el incendio arrasó con todo lo que tenían. A esta lastimosa situación se sumó el hecho de que el esposo de Becky padece de Alzheimer y no podía adaptarse a una área desconocida por lo que Becky estacionó su vehículo cerca del sitio de la residencia original para que su esposo estuviera en un entorno familiar.

Los voluntarios de Tzu Chi escuchan a los sobrevivientes de Oak Fire compartir sus historias durante la jornada de distribución del 14 de agosto del 2022. Foto/Kelly Liu

El gobierno del condado habilitó un motel cercano para Becky y su esposo, pero solo pudieron quedarse hasta mediados de agosto. Cuando Becky les contó a los voluntarios de Tzu Chi sobre su desplazamiento durante este período, no pudo contener las lágrimas al pensar en toda la presión por la que estaban pasando.

Becky escucha a los voluntarios compartir las enseñanzas de la Maestra Cheng Yen y la historia de la Fundación. Foto/Kelly Liu

Los voluntarios de Tzu Chi le dieron a Becky una tarjeta de débito prepagada y le leyeron una carta de la Maestra Cheng Yen que abordaba el sufrimiento actual de los sobrevivientes del Incendio Oak.

Este dinero es de gran ayuda para nosotros. Pero estoy aún más conmovida al recibir esta carta.

Agradecimiento en los peores momentos

Becky abrazó a los voluntarios para expresar su profunda gratitud y también tomó dos alcancías de bambú, con la intención de devolver el amor a través del ahorro diario para ayudar a los más necesitados. Cuando subió al autobús y se despidió de los voluntarios, ella esbozó una sonrisa que parecía perdida desde hacía mucho tiempo.

Jenny, otra sobreviviente del incendio, es una madre soltera con una hija de once años. El día del incendio, ella fue a trabajar y su hija se quedó en casa de su abuela. El fuego arrasó su casa dejando atrás solo algunas prendas.

“Esta es la única ropa que tengo”, recordó Jenny con frustración.

Jenny es una madre soltera que ha sufrido por la falta de un hogar permanente para ella y su hija. Foto/Kelly Liu

Tras ver su casa reducida a cenizas, Jenny y su hija se mudaron a la casa rodante de una amiga. La pequeña está a punto de empezar la escuela, pero la madre aún no encuentra un lugar en donde alquilar, ya que las opciones son limitadas en el pequeño pueblo en donde residen. Afortunadamente, el apoyo monetario de Tzu Chi les ayudará a cubrir algunos de sus gastos durante este período complicado. Jenny agradeció a los voluntarios de la Fundación desde lo más profundo de su corazón por la atención y la asistencia oportuna.

Valor de las alcancías de bambú

Dale, es un artista que eligió vivir cerca del Parque Nacional Yosemite, ubicado a unos 50 kilómetros del condado de Mariposa, porque le gustaba ir de excursión con sus amigos allí. El repentino incendio destruyó su casa y su trabajo artístico.

Cuando Dale recibió un mensaje de Tzu Chi, una organización benéfica que desconocía pero que ofrecía tarjetas prepagadas, no pudo evitar navegar por el sitio web de Tzu Chi. El artista quedó asombrado por el amor desinteresado de los voluntarios de la Fundación al brindar auxilio a los necesitados en todo el mundo. En particular, le conmovió la historia de las alcancías de bambú.

El artista Dale perdió su hogar y su trabajo artístico en el incendio, pero aún desea aportar al mundo a través de la alcancía de bambú que le dio Tzu Chi. Foto/Kelly Liu

Cuando recibió su tarjeta de débito prepagada, Dale les dijo a los voluntarios de Tzu Chi: “Estoy feliz de ahorrar dinero para ayudar a otros y estoy dispuesto a compartir la historia de las alcancías de bambú con mis vecinos”.

La historia de Nicolás es muestra de que aún en la propia tragedia, las personas pueden compadecerse del prójimo y brindar su granito de arena para ayudar a los demás. Este hombre amante de la naturaleza, originario de San Francisco, se mudó a un pequeño pueblo en el condado de Mariposa, compró un terreno y construyó una casa.

Lamentablemente, Oak Fire destruyó todo el arduo trabajo de Nicolás. Pero la desesperanza no lo invadió y al ver las necesidades actuales del área del desastre, decidió que mientras reconstruía su propia casa también ayudaría a otros sobrevivientes en la comunidad a recuperar sus vidas antes del incendio.

Nicolás, sobreviviente del incendio, muestra a los voluntarios las fotografías sobre el desastre de Oak Fire. Foto/Kelly Liu

De esta manera, cuando Nicolás recibió su tarjeta de débito prepagada, escuchó con profunda emoción a los voluntarios de Tzu Chi compartir las misiones de la Maestra Cheng Yen y la historia de la Fundación.

Estoy de acuerdo con la filosofía de Tzu Chi. Lo material no es lo más importante de la vida; lo más importante es ser altruista.

Aprendiendo de las experiencias de otros

Las distribuciones en casos de desastre de Tzu Chi ofrecen a los voluntarios una oportunidad única de aprender de las experiencias de vida de los demás.

Un residente afectado por Oak Fire lee un folleto de las misiones de Tzu Chi y la filosofía de la Fundación mientras un voluntario alista su tarjeta de débito prepagada. Foto/Kelly Liu

Andrina Fonseca, una de las voluntarias del Centro de Servicio – Fresno de Tzu Chi, quedó impresionada por la resiliencia de las familias sobrevivientes, quienes afrontaron positivamente la pérdida de todas sus posesiones.

La voluntaria de Tzu Chi Andrina Fonseca muestra en folletos las actividades de Tzu Chi alrededor del mundo. Foto/Kelly Liu

Los incendios implacables nos recuerdan que debemos estar agradecidos por todas las situaciones, malas y buenas; todas las situaciones nos dejan una lección que nos muestra cómo ser mejores personas. Eso depende totalmente de nosotros, de cómo lo vemos.

La voluntaria del Centro de Servicio – Modesto de Tzu Chi, Yuexia Chen, aprendió que aún con las pérdidas materiales, los sobrevivientes de Oak Fire que habían vivido en las montañas durante mucho tiempo, rara vez estaban deprimidos, ni se quejaban ni se preocupaban por el futuro. En cambio, muchos de ellos eran optimistas y concentraron su atención en cómo reconstruir sus casas lo antes posible. Yuexia sacó sabiduría de esto, mientras que el equipo de Tzu Chi esperaba que los residentes afectados por el incendio también obtuvieran nuevos conocimientos sobre el poder de dar y amar.

La voluntaria de Tzu Chi, Yuexsia Chen, explica la historia de las alcancías de bambú. Foto/Kelly Liu

Las condiciones de sequía en el oeste de los Estados Unidos persisten, intensificadas por el cambio climático. Impulsada por el clima cálido y seco, la temporada de incendios forestales es un período cada vez más aterrador para las personas que residen allí. Los voluntarios de Tzu Chi en la región están atentos y movilizan la ayuda con prontitud. Los invitamos a unir sus corazones con nosotros en esta misión de ayuda de emergencia para quienes más lo necesitan.

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