Escrito por Jennifer Chien
Traducido (Inglés) por Diana Chang
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado por Maribel Suárez
La reapertura implementada en cuatro fases, para los comercios de California permitió que restaurantes, gimnasios, cines, peluquerías y salones de uñas reanudarán sus operaciones el pasado 22 de mayo de 2020. Sin embargo, a partir de mediados de junio del mismo año, el número de casos confirmados de COVID-19 todos los días aumentaba drásticamente. En respuesta a esto, a principios de julio (2020), en California se ordenó el cierre temporal de ciertos sectores comerciales bajo techo y alentó a los restaurantes, así como a los salones de belleza y manicure, a que atendieran a sus clientes al aire libre.
Tras la reapertura de algunos sectores comerciales, por parte del estado, hizo que todos se sintieran entusiasmados ante el aparente final de la pandemia. Sin embargo, más cierres temporales se vieron en el horizonte en California, por lo que una vez más muchos de los ciudadanos tuvieron que soportar el estrés y la incertidumbre, ya que nadie sabe lo que depara el futuro.
Los dueños de pequeñas empresas se sienten cada vez más pesimistas sobre la ayuda que le podrían proporcionar los bancos, los proveedores, el gobierno local, algunos pequeños empresarios, incluso dudan hasta de la lealtad de sus clientes, ya que los cambios en las instrucciones de respuesta por el COVID-19 continúan afectando su supervivencia. Muchas tiendas tuvieron que cerrar definitivamente después de que California emitiera la segunda ola de cierres por coronavirus, lo que afectará una vez más al mercado laboral de la industria de servicios. Mientras, los residentes de California siguen enfrentando sus propios desafíos.
Se Preparan para una Segunda Ola de Cierres en el Condado de San Bernardino
En el Condado de San Bernardino, una comunidad de bajos ingresos donde la mayoría de los residentes tenían trabajos de servicio de mano de obra, la situación es particularmente grave. Los trabajadores aquí son los que más han sufrido el impacto de la pandemia en la industria de servicios. Aún así, los residentes de esta comunidad, predominantemente latinos, son personas optimistas y trabajadoras que continúan desafiando la reapertura y los cierres de California con firme resolución y esperanza.
Patrick Skans es un residente de esta comunidad quien apoya la decisión del estado de cerrar otra vez los sectores comerciales bajo techo de forma temporal. Sakans confesó estar agradecido de que los funcionarios hayan tomado medidas inmediatas porque es la única forma de reducir un mayor aumento de las infecciones por coronavirus en la comunidad. De hecho, describió cómo un bar localizado cerca de su casa, había reabierto y reveló cómo muchas personas iban a tomar una copa todas las noches, sin mascarillas o sin mantener el distanciamiento social recomendado. Ante esta realidad, Skans entendió que sin intervención (del Estado), existe una gran posibilidad de aumentos en los casos confirmados.
Luis Iniguez, por su parte, expresó su preocupación por el desenlace de la pandemia. Iniguez, quien ha criado a dos hijos con su esposa, no sabe qué esperar de cara al futuro, sobre todo porque lleva más de un mes desempleado. Afortunadamente, su familia toma medidas preventivas al usar mascarillas, lavarse las manos con frecuencia y salir el menor tiempo posible, por lo que todos están bien de salud y sin signos de infección. Aunque a este padre de familia, le preocupa que la segunda ola de cierres temporales pueda afectar su búsqueda de empleo, comprende que esto es lo mejor para la protección de todos.
Mientras, Pedro Álvarez compartió que es frustrante ver que California continúa imponiendo cierres de escuelas y sectores comerciales. Aún así, este residente de San Bernardino, prefiere que su hijo se quede en casa tomando clases en línea (online), ya que no se han tomado todas las medidas de seguridad, para la enseñanza presencial.
Todos los residentes compartieron sus anécdotas, mientras nuestros voluntarios proporcionaban alimentos u otra ayuda en el área. Fue así, que los voluntarios conocieron a Richard Salbiua, quién había sido el único miembro de su familia que permanecía con empleo. Salbiua, incluso encontró motivos, para estar agradecido y optimista. Aunque ahora, con menos horas de trabajo, su situación seguía siendo mejor que la de su esposa quien antes trabajaba como asistente dental y ahora estaba desempleada debido a los cierres.
Otro de los residentes del área, que compartió su experiencia fue Olga Sánchez, quien vive con su hijo y su nieto. Esta mujer nos dijo que el brote afectó a su familia y la hizo sentir impotente, y no tuvo más remedio que adaptarse a la situación actual, sin importar cuán desafiante pueda ser. Sánchez había recibido comida en una distribución en la escuela primaria Juanita B. Jones en San Bernardino, por lo que estaba agradecida de que existan organizaciones como Tzu Chi USA, las cuales se dedican a brindar amor y cuidado durante la pandemia.
La vida está llena de dolor y sufrimiento, pero también de esperanza y amor.
Por favor apoye nuestra campaña Unidos en la Distancia: en el Largo Camino de Compasión para ayudar a familias con dificultades como la que están viviendo. Su amor fortalecerá a la Fundación Tzu Chi USA para proporcionar tarjetas de efectivo, bolsas de alimentos, equipo de protección personal entre otras ayudas, para las personas y familias con necesidades urgentes durante esta crisis histórica.
