
Escrito por Shirley Wu
Adaptado al español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli
En agosto de 2022, se formó una tormenta tropical devastadora en el Golfo de México al sur de Texas. Esta tormenta azotó la costa y dejó caer aguas torrenciales sobre Dallas. La lluvia fue tan fuerte que la tierra no pudo absorber toda el agua y causó inundaciones en muchas áreas. Al obtener información sobre este desastre, Tzu Chi inmediatamente organizó su ayuda ante desastres y cooperó con organizaciones locales para llevar la ayuda necesaria a las comunidades afectadas.


El sector privado y el gobierno llegan para ayudar luego del desastre
La ciudad de Dallas se encontró enfrentando 23 centímetros de lluvia a tan solo 24 horas de que llegara la tormenta a tierra, de los niveles de agua más altos jamás registrados. Esto causó inundaciones repentinas y rápidas en varias zonas al sur de Dallas cerca de Fort Worth. Desde que inició la emergencia, la región central de Tzu Chi se mantuvo en contacto constante con las principales agencias de ayuda y participó en una reunión en línea con la Oficina de Manejo de Emergencias de la Ciudad de Dallas el 23 de agosto.
Debido a la prontitud de la reunión, aún no se tenían datos completos del daño causado por la tormenta ya que los oficiales de la ciudad aún se encontraban investigando el impacto. A pesar de la emergencia, el gobierno federal no podía subsidiar programas de alivio de daños o ayuda de emergencia porque la cantidad de daños estaba por debajo del umbral para la ayuda federal. Aunque la inundación ha cedido rápidamente, la ciudad de Dallas continuó recopilando información del desastre y la compartió con varias organizaciones de voluntarios.
Después de la reunión, la ciudad de Dallas instaló un Centro de Recursos de Agencias Múltiples (MARC, por sus siglas en inglés) temporal en el Centro de Recreación Samuell para ayudar a los sobrevivientes con problemas de recuperación posteriores al desastre.


Tzu Chi apoya a los sobrevivientes
Los voluntarios de Tzu Chi de la región central llegaron durante dos días consecutivos a MARC para recolectar información sobre los sobrevivientes. También se detuvieron a escuchar las historias desgarradoras de sus experiencias durante la inundación. Varios de los afectados tenían videos impactantes que tomaron con sus teléfonos celulares. Los vídeos mostraban automóviles sumergidos en agua y baños e inodoros inundados. Muchas casas se inundaron con hasta 50 centímetros de agua, y algunas incluso tenían agua de hasta 150 centímetros, lo que provocó graves daños.
Los sobrevivientes dijeron que la inundación se esfumó tan rápido como llegó. Las aguas torrenciales no les dieron tiempo para pensar cuando ya todo había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Los afectados tuvieron que ponerse a limpiar sus casas inmediatamente luego del desastre.
Un residente con el que hablaron los voluntarios de Tzu Chi, trabajó para ayudar a sus padres durante el desastre. Corrió a su casa mientras el agua subía, pero el agua subió tan rápido que pronto llegó a sumergirlo completamente, casi 180 centímetros de altura, la fuerza del agua casi lo arrastró. Él dijo: “Esta casa fue construida por mis abuelos hace cuarenta años, hay recuerdos en todas partes, es desgarrador que la inundación la destruyó, espero que la casa pueda ser reparada y preservada”.
Otra mujer pidió ayuda en nombre de su abuela que se vio afectada por la inundación. Ella lloró y dijo: “Espero que la casa de mi abuela pueda repararse, y espero que mi abuela, que tiene problemas de salud, pueda vivir en un ambiente limpio y cómodo”.


Distribuyendo suministros y esparciendo el amor
Gracias a la información proveída por los sobrevivientes, se determinó que 43 hogares eran elegibles para la ayuda. Luego de esta evaluación, los voluntarios inmediatamente prepararon tarjetas de efectivo, mantas, alcancías de bambú, toallas y máscaras para distribuir a los sobrevivientes en la casa club de la región central de Tzu Chi de 10:00 a. m. a 2:00 p. m., el domingo 4 de septiembre de 2022. El director ejecutivo de la región central de Tzu Chi, Yuanliang Ling, recordó a los voluntarios la oportunidad de dar a conocer la filosofía de Tzu Chi, esperando que todos se sientan felices y seguros.
Cuando los sobrevivientes llegaron, los voluntarios verificaron sus identidades y los llevaron a sus asientos. Cuando todos se encontraban en sus asientos listos para comenzar, la voluntaria Ying Na anunció el inicio de la jornada e introdujo a la fundación mostrando un video. Cuando comenzaron a dar los suministros, Biyu Chen, otra voluntaria dijo, “Estos $800 de la tarjeta de efectivo es el amor de los voluntarios de Tzu Chi de todo el mundo, creo que lo pueden sentir”.
Espero que los sobrevivientes puedan dar más a los demás si les es posible, para que el ciclo de amor y bondad continúe. Al igual que la tarjeta de efectivo, esa ayuda está llena de amor reciclado.
Meilan Lin
Voluntaria de Tzu Chi

Aparte de los suministros tan esenciales para los sobrevivientes, ellos lograron conocer sobre la historia de cómo inició Tzu Chi y las alcancías de bambú. Los voluntarios tenían la esperanza que los sobrevivientes se unieran al ciclo de buenas acciones y ayudarán a otras personas necesitadas. Varios de los sobrevivientes mencionaron que se habían conmovido con la historia de las alcancías y que esta era una muy buena idea. Por otro lado, ellos se sintieron muy acogidos por los voluntarios y se dieron cuenta que su amabilidad venía de sus corazones.
“Experimenté la cohesión de una comunidad en Tzu Chi”, dijo Jaidev Ojha, un sobreviviente del desastre. “Ver la dedicación de Tzu Chi en todos los rincones del mundo me impulsa a hacer un esfuerzo para ayudar a los demás”.
Si bien estuvo agradecida por las donaciones de Tzu Chi, la sobreviviente del desastre Matilda Gray-Waters espera transmitir el espíritu de ayuda mutua y dijo: “Un poco de ayuda es más significativo que mucha ayuda porque significa que no lo perdiste todo. Entonces, me digo a mí misma que mire el lado positivo. También obtuve una tarjeta de efectivo, así que no tengo que preocuparme del dinero para comprar comida en los próximos días, estoy muy agradecida, también me llevo dos alcancías de bambú para guardar con amor y ayudar a otros”.
Yo creo que con amor no hay impedimento, y eso me conmueve porque es en lo que creo cuando doy a los que me rodean.
Matilda Gray-Waters
Sobreviviente del desastre

Cassandra Wallace, una empleada de la Oficina de Manejo de Emergencias de la Ciudad de Dallas que ha trabajado con Tzu Chi durante muchos años, dijo en una entrevista: “Estoy sinceramente agradecida con Tzu Chi USA por ser tan buena aliada de la ciudad de Dallas y la mejor socia de la Oficina de Manejo de Emergencias. Siempre que hay un desastre, podemos ver a los voluntarios de Tzu Chi, y confiamos en lo que hacen por los sobrevivientes. Una vez más, nuestra mayor gratitud por lo que han hecho por los sobrevivientes”.
A través de la distribución de suministros y tarjetas de efectivo, los voluntarios esperan que los sobrevivientes puedan reconstruir sus vidas y sus hogares lo antes posible. También entregaron una alcancía de bambú de Tzu Chi a cada familia, con la esperanza de que los pequeños obsequios de bondad acumulados día tras día algún día puedan ayudar a otros.