Escrito por Chuanhsi Chang
Traducido (Inglés) por Diana Chang
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
A las 6:30 am del 17 de octubre, nueve voluntarios de la sucursal de Tzu Chi Seattle, cargaron sus suministros y partieron en tres vehículos hacia el sitio de distribución en Malden, WA. Desde el amanecer hasta el mediodía, condujeron durante casi cinco horas. Una vez se adentraron hacia las carreteras locales desde la autopista, se dirigieron hacia la ubicación del Ayuntamiento temporal. El sitio de distribución: un contenedor de envío colocado en el parque con dos carpas, mesas plegables y sillas.
Con Coraje y Confianza
En lo que se conoce como un evento histórico, 80 incendios estallaron en Washington el 7 de septiembre de 2020. En la pequeña ciudad agrícola de Malden, que solo tiene una población de 200 habitantes, el 80% de las estructuras de la ciudad fueron trágicamente destruidas. En Pine City, aproximadamente la mitad de la ciudad fue devorada por el fuego. Los voluntarios de la sucursal de Seattle visitaron el Centro de Recursos de Agencias Múltiples (MARC) local el 26 de septiembre para comprender las necesidades posteriores al desastre de la ciudad y realizaron evaluaciones en el lugar seguidas de un evento de ayuda el 17 de octubre en Malden, WA.
Los voluntarios organizaron y prepararon documentos para los residentes que acudieron en busca de ayuda. A medida que persiste la pandemia, los voluntarios proveyeron protectores faciales a los sobrevivientes que no tenían.
Los residentes esperaron a que llamaran su número para acercarse a la mesa de los voluntarios. Muchos de ellos recordaron el pánico y el trauma provocados por el incendio mientras completaban el formulario. En estos eventos de socorro, los voluntarios mantienen siempre un oído atento. Escuchan con atención y pronuncian palabras gentiles, con fuerza y aliento, para ayudar a que los sobrevivientes sigan perseverando en medio de las dificultades que enfrentan. Cuando los destinatarios se enteraron de las tarjetas de efectivo de Tzu Chi, el impacto de tal ayuda los hizo llorar. Con confianza y coraje, aceptaron la tarjeta de efectivo y los suministros, para continuar por el camino de la lenta recuperación.
Estudiantes con Anorexia
Michelle Van Dyke conoció a Tzu Chi, durante una visita al MARC el 26 de septiembre. La voluntaria Shengli Tai, se enteró de que Van Dyke es profesora de español en la escuela Rosalía, y le dio un libro de Aforismos Jing Si, en cuatro idiomas, con la esperanza de ofrecer consuelo e inspiración en este momento de gran dolor. “Fue solo un pensamiento al principio”, recuerda Shengli. “Espero que los aforismos de Jing Si, se puedan difundir en Malden”. Más tarde, en una entrevista telefónica que buscaba calificar a los residentes para recibir ayuda, Michelle les dijo a los voluntarios, que los Aforismos de Jing Si habían jugado un papel aún más importante de lo inicialmente anticipado.
Le di el libro a un estudiante que sufría de anorexia porque no podía afrontar el desastre. La salud del estudiante está volviendo a la normalidad debido a los Aforismos Jing Si.
Michelle Van Dyke, Maestra en la escuela Rosalía
Esta vez, los voluntarios le llevaron diez libros más de Aforismo Jing Si. Michelle los abrazó con aprecio y dijo: “¡Usaré estos libros para animar a mis alumnos!” Michelle también vino a donar su propia mermelada casera a los voluntarios.
Demasiado Viejo para Reconstruirlo
Cuando Dennis Parham, sobreviviente de un incendio forestal, vino a recibir ayuda, le informó a los voluntarios sobre su situación y la de otros que se encuentran en una situación similar. “La casa de Gordon Jacobs, de 89 años, y su esposa Joy Jacobs, de 97 años, quedó completamente destruida. Actualmente ambos viven en una casa móvil. Gordon no puede venir porque tiene que cuidar a su esposa que ha sufrido un derrame cerebral ”, confesó Parham, con una palpable sensación de desesperanza. El voluntario Herkait Seet le pidió a Dennis que le abriera el camino para visitar la residencia actual de Jacobs.
Gordon explicó, que ellos habían sido afectados por incendios forestales dos veces en los últimos años, y que ya son demasiado viejos, para pasar por una reconstrucción. Por ello, decidieron comprar una casa móvil y aparcarla donde solía estar su casa. Sin embargo, su esposa, que había sufrido un derrame cerebral, no podía subir las escaleras. Al ver la situación de Gordon, los voluntarios, emitieron inmediatamente una tarjeta de efectivo para socorro en casos de desastre. Los voluntarios también agradecieron a Dennis por su disposición a ayudar a los demás.
Misión Imposible
Gerry Bozarth es un Gerente de Emergencias Certificado (CEM) del condado de Spokane, Washington, quien ayudó a organizar la distribución. Gerry fue asignado para supervisar el Babb Fire, el cual no se encuentra dentro de las áreas de su jurisdicción. “Aunque es incómodo conducir 110 millas de ida y vuelta todos los días, lo importante es ayudar a las personas necesitadas en el área del desastre. Han pasado cinco semanas desde que comenzó el incendio, y se acerca el invierno. Debemos asegurarnos de que todos los residentes afectados tengan suficientes recursos para refugiarse y sobrevivir durante el invierno ”. Gerry ahora mira el cielo despejado, pero ahora también conoce el impacto de los incendios forestales en el medio ambiente. La semana que viene, su equipo analizará las sustancias nocivas en el medio ambiente y trabajará para eliminarlas.
“¡La disposición de Tzu Chi de venir aquí desde Seattle para ayudar a las personas necesitadas es realmente asombrosa!”, dijo Gerry al ver a más voluntarios como él conduciendo de un lado a otro para el trabajo de socorro.
Acercándose a un Otoño Más Cálido
El último beneficiario, se fue alrededor de las 2:30 pm por lo que la distribución de socorro en casos de desastre benefició a un total de 35 hogares al concluir el día.
Los voluntarios, se sentaron a almorzar, después de que limpiaron y empacaron los suministros. Aunque pueda parecer, que solo nueve voluntarios hicieron todo el trabajo, el hecho es que muchos voluntarios participaron en la preparación de los suministros. Entre los trabajos estuvieron el manejo de los documentos, el trabajo administrativo, el suministro de contactos para el lugar y otros. La cuidadosa participación de los que están detrás de escena es tan importante como los que llevan a cabo directamente la distribución de ayuda en caso de desastre.
Después de comer, los voluntarios hicieron un viaje especial a la zona del desastre nuevamente. Sintieron una profunda tristeza en sus corazones al recordar lo que vieron y al contemplar el sufrimiento, que causa el haber perdido todo. Las casas, vehículos y árboles carbonizados y en ruinas le hizo recordar a los voluntarios la impermanencia, como enseñanza fundamental. También recordaron que siempre debemos apreciar lo que sostiene nuestras vidas.
En una entrevista telefónica antes de la distribución, me emocioné cuando escuché los detalles sobre lo que les sucedió. Cuando vi las casas quemadas y los sobrevivientes, me dolió el corazón. Esta distribución fue muy dura y muy difícil de soportar. Estoy cansado, pero nuestro cansancio no es nada comparado con el sufrimiento que enfrentan los residentes.
Shuhui Lin, voluntario de Tzu Chi
En el camino de regreso a casa, los voluntarios vieron señales del otoño en el camino: hojas de colores cálidos cubrían la tierra. De hecho, el sol se ocultara, y volverá a salir mañana, cuando los voluntarios continúen entregando su amor.