Escrito por Pheel Wang
Traducido (Inglés) por Diana Chang
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado por Maribel Suárez
Cuando la pandemia COVID-19 golpeó en 2020, muchos haitianos luchaban con la pobreza extrema. ¿Cuál es su situación desde entonces? Desafortunadamente, según la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de los EE. UU., las condiciones en Haití son actualmente alarmantes y bastante peligrosas.
El sitio web del Departamento de Estado coloca a Haití en el nivel más crítico en su clasificación de Asesoramiento de Viajes, “Rojo: No viajar”, y describe los riesgos: “Los delitos violentos, como el robo a mano armada y el robo de vehículos, son comunes. El secuestro se ha magnificado. […] Las manifestaciones, la quema de neumáticos y los bloqueos de carreteras son frecuentes, impredecibles y pueden volverse violentos “.
En Haití , la economía está severamente afectada por la pandemia y la situación resulta ser más grave aún más por la pobreza. Al parecer la gente ya está desesperada por lo que la violencia puede ser su último recurso en términos de supervivencia pura. Si bien proporcionar ayuda en Haití ahora es más vital que nunca, el hacerlo no está exento de riesgos, pero Tzu Chi y sus socios locales no han vacilado en su misión.
Tzu Chi ha trabajado junto con el padre Zucchi Ange Olibrice, director ejecutivo de Oeuvre des Petites Écoles de Père Bohnen (OPEPB), para proporcionar ayuda alimentaria en Haití durante algún tiempo, superando así los obstáculos que puedan haber surgido en el camino. No obstante, tanto él como los voluntarios de Tzu Chi han estado preocupados por la seguridad pública durante los esfuerzos llevados a cabo desde el inicio de la pandemia.
En agosto, la sede mundial de Tzu Chi envió un cargamento de polvo multigrano desde Taiwán hacia Haití para su distribución. “Originalmente, la mitad de un contenedor de estos polvos multigrano se preparó para distribuir a familias de padres solteros en dos barrios marginales importantes de la capital de Haití, Puerto Príncipe. Sin embargo, debido al impacto de la pandemia, la seguridad pública en los barrios marginales empeoró. El desafío de distribuir estos granos en polvo en Cité Soleil y La Saline es muy difícil ”, explicó el padre Zucchi.
Aun así, el padre Zucchi no se echó hacia atrás sino que encontró una forma de afrontar las dificultades de distribución y las condiciones de seguridad actuales. Reclutó a un equipo de voluntarios locales para entregar de forma segura el nutritivo polvo multigrano de Tzu Chi a las personas necesitadas en esas comunidades y en una forma ingeniosamente sabrosa repartió también galletas.
Decidimos convertir en galletas nutritivas todos los granos en polvo para dárselas a las personas necesitadas en los barrios marginales y a los estudiantes de las escuelas de barrios marginales.
Padre Zucchi Ange Olibrice Director Ejecutivo, OPEPB Voluntario Tzu Chi
La elaboración de galletas a partir de la mezcla multigrano comenzó en 2018. Cuando llegó a Haití, el primer contenedor de Polvo Multigranos los voluntarios de Tzu Chi USA fueron a una escuela de OPEPB para enseñar al personal y a los estudiantes de la clase de cocina a hacer galletas. El padre Zucchi también pidió que las maestras de niños de edad preescolar las preparan y hornean después de clases. Las galletas estaban listas para distribuirse a los estudiantes el siguiente día escolar.
El padre Zucchi, emite su testimonio de los beneficios de estas galletas, explicando que, “según la experiencia anterior, cuando la escuela ofrece galletas de múltiples granos, la altura, el peso y el estado de salud de los niños han mejorado y sus condiciones de salud también han mejorado mucho”… Los estudiantes tenían menos probabilidades de enfermarse”.
Los niños de las escuelas OPEPB ahora confían en las galletas en polvo multigrano de Tzu Chi, para complementar sus necesidades nutricionales año tras año. Sin embargo, el Polvo Multigrano de Tzu Chi, puede ser de mayor importancia en este momento, y el Padre Zucchi considera que la mezcla instantánea es un alimento básico que salvó vidas durante la pandemia.
Según el análisis reciente del Banco Mundial, la pandemia llevará a 115 millones de personas a la pobreza extrema en todo el mundo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), también señaló que los niños cuyas familias caen en la pobreza son propensos a la desnutrición. En las peores situaciones, los niños de países y regiones empobrecidos son los primeros en sufrir la peor parte y el resultado puede ser fatal.
Mientras todavía no conocemos el impacto directo del COVID-19 en los niños desnutridos, solo podemos asumir que los niños desnutridos, que están inmunodeprimidos, pueden tener un mayor riesgo de enfermarse críticamente y/o morir a causa del COVID-19.
Vilma Tyler Especialista Senior de Nutrición, UNICEF MENA
En este momento, las galletas hechas con el Polvo Multigranos de Tzu Chi, proporcionan la nutrición, que tanto se necesita al mismo tiempo que fortalecen la inmunidad de las personas, reduciendo el número de visitas a los hospitales y disminuyendo así sus posibilidades de contraer COVID-19.
El 25 de septiembre de 2020, el olor a galletas horneadas llenó los pasillos de una escuela OPEPB, brindando una acogedora sensación de comodidad y calidez. Dentro de la cocina, con guantes y mascarillas, los profesores y el personal encargado de la tarea tomaron masa para galletas de una gran máquina mezcladora. Luego, la extendieron sobre la mesa, la aplanaron con un rodillo, la moldearon en galletas y las colocaron en un horno grande.
“Debido a que los haitianos son golosos, y prefieren los sabores más fuertes, debemos agregar azúcar al hornear. Estas galletas son adecuadas para sus papilas gustativas”, dijo el padre Zucchi mientras el aroma de las galletas comenzaba a salir del horno. Luego comentó más sobre cómo eran las bendiciones dentro del ingrediente principal, que había llegado desde el otro lado del océano, por lo que olía tan cálido y dulce.
Agradezco a los voluntarios del Maestro Cheng Yen y Tzu Chi por preocuparse y pensar siempre en nosotros y ayudar a la comunidad de Cité Soleil y La Saline. Todavía tenemos un largo camino por recorrer para el futuro de nuestros hijos.
Padre Zucchi Ange Olibrice Director Ejecutivo, OPEPB y Voluntario Tzu Chi
No mucho después, los sonidos de alegría y risa resonaba en la cocina de una escuela. Las galletas, que parecían de una panadería estaban listas para salir del horno. Luego, (las galletas) finalmente podrían abrirse camino hacia los estudiantes que pronto los disfrutarán …
Los estudiantes con sus uniformes amarillos observan, mientras el padre Zucchiles traía lotes de galletas recién horneadas a las aulas. Mientras, los niños curiosos y emocionados intentan echar un vistazo. Finalmente, sostienen (una galleta) en sus manos, sintiendo aún el calor del horno. Los niños son cautelosos al tomar el primer bocado pero el aroma de las galletas dulces, es una tentación demasiado grande. Los estudiantes lo decían todo sin necesidad de palabras al mostrar sus alegres sonrisas mientras mordían y experimentar el gusto de las galletas.
Y, durante la pandemia, estas galletas nutritivas, no solo llegan a los niños en las escuelas sino también más allá. El padre Zucchi y Yungchung Chang, un voluntario local de Tzu Chi, distribuyeron las galletas a las poblaciones vulnerables de las comunidades más empobrecidas de Puerto Príncipe. Juntos, brindaron nutrición vital a más de 18,000 niños, ancianos que viven solos y personas con discapacidades.
Cuando se habla de "beneficio", hay que hablar de beneficio para el mundo. Cuando se habla de "amor", hay que hablar del amor por todos los seres vivos.
Aforismo Jing Si de la Maestra, Cheng Yen