En abril de 2021, cuando la noticia sobre la pandemia de COVID-19 en la India invadió los titulares internacionales, su país vecino, Nepal, también cerró sus fronteras, como parte del esfuerzo por contener la última ola de infecciones. Como resultado, las vidas de muchas personas desfavorecidas en Nepal, se vieron gravemente afectadas por la escasez de alimentos y artículos esenciales para la vida diaria. A fine des junio, cuando la pandemia comenzó a mostrar los primeros signos de desaceleración y las órdenes de cierre a a bajar, los voluntarios de la Fundación Budista Tzu Chi viajaron a Nepal y, con la ayuda de organizaciones benéficas locales, trabajaron diligentemente con el fin de brindar alivio a las personas necesitadas.
Al llegar el 5 julio, una suma total de 3.308 hogares habían recibido asistencia alimentaria en forma de paquetes que contenían 25 kilogramos de arroz, 10 kilogramos de harina, dos kilogramos de frijoles, un litro de aceite, cuatro jabones, un kilogramo de sal y azúcar. Desde abril, muchos de los que reciben esa ayuda han permanecido sin esas necesidades, incluso, para algunos esa ayuda, llegó justo a tiempo para salvarles la vida.
Con la ayuda de Track Nepal y Byoma Kusuma Buddhadharma Sangha, dos organizaciones locales dedicadas en ayudar, Tzu Chi comenzó a distribuir paquetes de alimentos en la ciudad de Katmandú y sus áreas montañosas circundantes, a unos 150 kilómetros de distancia, el 26 de junio. Los voluntarios trabajaron con entusiasmo y rapidez, sabiendo que muchos habían estado viviendo sin una alimentación adecuada durante meses.
En la ciudad de Katmandú, la distribución de alimentos siguió estrictamente las normas de prevención. Se le pidió a todos los voluntarios y beneficiarios que mantuvieran el distanciamiento social para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de la distribución. Muchos de los beneficiados procedían de hogares empobrecidos, incluidos adultos mayores y discapacitados.
“Vine a Katmandú para trabajar desde mi ciudad natal, pero ahora con la pandemia, no tengo trabajo ni comida”, dijo Sunita Tamang, una beneficiaria. “Es un gran alivio recibir esta comida ahora. Es un regalo del Buda. Gracias.”
“Estoy muy feliz de recibir alimentos, que mantendrán a mi familia alimentada durante al menos uno o dos meses”, dijo Nanu Maya Dangol, otra beneficiaria que recibió el paquete de ayuda.
En las áreas montañosas cercanas, las carreteras se encuentran en mal estado y son a menudo peligrosas para conducir. Para poder llevar suministros a las personas que viven en estas áreas, Tzu Chi tuvo que enviar camiones poderosos, capaces de manejar en carreteras bajo condiciones rurales. Además, ha sido la temporada de lluvias en Nepal, lo que ha hecho que todos los caminos estén lodosos y, a menudo, obstruidos por el suelo y las rocas que caen de la ladera. Pero nada podía disuadir a los voluntarios de Tzu Chi de llevar ayuda a las personas que más la necesitaban. Trabajando juntos, los voluntarios locales superaron todas las dificultades en el camino y entregaron los alimentos que los aldeanos necesitaban con urgencia en un corto período de tiempo.
La ayuda de Tzu Chi no bastará con estas campañas de distribución. Se estima que otros 5.500 hogares en Katmandú y las áreas circundantes recibirán paquetes de ayuda, que contendrán alimentos y ropa para familias empobrecidas.
La Fundación Budista Tzu Chi también ha enviado ayuda al país vecino de Bután. El 25 de junio, con la ayuda de la Fundación Emperatriz Viuda de Bután, los voluntarios donaron cajas de suministros médicos al Hospital General de la Capital, que luego ayudaron a distribuirlos a 31 hospitales en 20 distritos. Las cajas de suministros médicos estaban envueltas en khata, un pañuelo ceremonial de buena suerte y bendiciones en el budismo tibetano, que simboliza la unión de todos los distritos en un esfuerzo conjunto para combatir la pandemia.
El 10 de julio, el voluntario Pravin Bhalesain donó, en nombre de Tzu Chi, dos generadores de oxígeno de 10 litros al Hospital Shri Mahavir Jain en la ciudad de Thane, India. Las máquinas se pusieron inmediatamente a disposición de los pacientes. Para expresar su gratitud, el personal del hospital tomó cuidadosamente las pegatinas con el logo de Tzu Chi de la caja exterior y las pegó en las máquinas mismas. Además de Pravin, dos voluntarios del Rotary Club de Mumbai también participaron en la ceremonia de donación. El Sr. Raj Verma, ex director del Club, que ha estado trabajando activamente con Tzu Chi en nombre de los hospitales en la primera línea de la lucha contra la pandemia, no pudo asistir a la ceremonia en persona, pero marcó en línea para mostrar su apoyo.
Mientras que aún continúa la pandemia de COVID-19 este año, Tzu Chi USA continúa ocupándose de las necesidades a largo plazo de nuestros vecinos más vulnerables. Estamos decididos a hacer esto con respeto, amor y acciones significativas. Por eso necesitamos su apoyo, ahora más que nunca.
Estamos brindando servicios de caridad a las personas y familias más afectadas social y económicamente por la pandemia, como las personas con ingresos bajos o nulos, mayores de edad, indocumentadas, sin hogar, estudiantes universitarios, sobrevivientes de la violencia doméstica y otras poblaciones vulnerables o desatendidas. Puede ser a través de equipo de protección personal (PPE), alimentos, suministros para el cuidado, asistencia financiera y mucho más.
También estamos brindando ayuda a largo plazo para los sobrevivientes que perdieron casi todo durante desastres terribles, como incendios forestales, huracanes y más. Esto también puede ser con la asistencia de una tarjeta de regalo en efectivo que ayude a los hogares reiniciar una vida desde cero.
Done y ayúdenos a que las personas y las familias reciban la asistencia que necesitan para superar la pandemia y el desastre. Cada centavo cuenta.
Es más, considere hacer una donación mensual si puede. Por ejemplo, si dona solo USD $10 dólares al mes, puede lograr un impacto duradero durante todo el año, ¡por tan solo 33 ¢ al día!
