Tzu Chi organiza primer curso de voluntarios en Tijuana

Región Noreste  |  12 Septiembre, 2022
Primera capacitación de voluntarios hecha en el Campus Médico de Tzu Chi, en Tijuana, México. Foto/Daai News

Escrito por Jingyi Li, Roger Kao.
Adaptado al español por María Pacheco.
Editado por M. Carolina Saheli.

El pasado 7 de agosto de este año se realizó un curso de voluntarios en el Campus Médico de Tzu Chi en Tijuana, México, en el cual participaron veinte voluntarios locales. Sihong Wang, voluntario y médico de TIMA comentó: “Los nuevos voluntarios están muy contentos y nosotros también estamos muy emocionados porque esta es la primera capacitación para voluntarios que se lleva a cabo en el campus médico de Tzu Chi”.

Sihong Wang, médico de TIMA, confía que este curso de formación sea un gran paso en el trabajo de Tzu Chi en Sur y Centro América. Foto/ Daai News

15 años llenos de trabajo y ganas de ayudar

Ah Mui Pse, explica a los asistentes el propósito de las alcancías de bambú. Foto/ Daai News

Una de las primeras personas en hacer voluntariado en Tijuana fue el Dr. Sihong Wang. Tijuana es una ciudad conocida por su alto índice de violencia, sin embargo, esto no fue un obstáculo para que el Dr. Wang sirviera y ayudara a otros. Durante 15 años ha visitado la ciudad mexicana semanalmente para ofrecer su clínica gratuita y aliviar los dolores de los pacientes que acuden a cada consulta. “Me enamoré de este lugar”, recalca el Dr. Wang. 

Un residente de Tijuana quería ayudar al Dr. Wang y Tzu Chi por todos sus esfuerzos, por lo que el residente donó un terreno donde se podría construir una clínica. Eventualmente, la clínica se construyó en un período de dos años.

La venerable Maestra Cheng Yen ha dicho “si haces lo correcto, entonces serás correcto”. Esto aplica con el voluntariado. Hay que tener confianza y dar sin esperar nada a cambio. Le digo a los que acuden a mis consultas “el señor y la Virgen María te ayudarán.

Semilla del voluntariado crece en México

Gregoria es una paciente con diabetes que acude a las consultas de Tzu Chi, esta vez participó en el curso. Foto/ Daii News
Charito Ruiz, compartió algunas historias personales durante el evento. Foto/ Daai News

Charito Ruiz, fue la Maestra de Ceremonias del curso y compartió que durante el terremoto de 2007 decidió unirse al voluntariado de Tzu Chi cuando vivía en Jojutla, durante ese desastre ayudó en el operativo de emergencia desplegado por la organización budista. Desde ese momento inició para ella un viaje de buen karma. El año pasado se mudó a Tijuana debido a la enfermedad de su padre y los voluntarios de Tzu Chi le ayudaron a encontrar un lugar donde vivir. Charito comentó que la religión no tiene fronteras y animó a los nuevos voluntarios a unirse resaltando que pueden tener sus propias creencias religiosas al ser parte de Tzu Chi.

Todos los participantes quieren ayudar desde sus posibilidades, tal es el caso de Cindy Rolow Flores, quien llegó a Tzu Chi como paciente y ahora empezó a formar parte del voluntariado. Cindy es taxista y se comprometió en servir de transporte para todos aquellos nuevos voluntarios que no tienen carros. 

Por otra parte Gregoria, una paciente diabética que recibe tratamiento con Tzu Chi, fue invitada a la clase y compartió su testimonio, “tengo úlceras en el cuerpo y la herida de la amputación nunca se ha curado. Su presencia me ha ayudado mucho. Voy a la clínica gratuita todos los días y no solo recibo tratamiento, sino que también recibo donaciones de medicamentos, pañales y comida. Tzu Chi me hace sentir protegida”. Después de recibir ayuda de parte de Tzu Chi, sus heridas han mejorado considerablemente y todos están felices porque lograron curar la herida de su amputación.

Durante uno de los momentos más difíciles de mi vida, Tzu Chi nos ayudó a mí y a mi esposo y estoy muy agradecida con todos los voluntarios que vinieron a verme. Ese día cambió mi vida.

Ser voluntario es una misión de vida

Los entrenadores le enseñaron a las nuevas voluntarias cómo arreglarse su cabello y usar las flores de Tzu Chi. Foto/ Daai News
Cada uno de los participantes recibió una alcancía de bambú, algunos pidieron de más para llevárselas a sus familiares. Foto/ Daai News

Sylvia Bernal es la primera comisionada de Tzu Chi en Tijuana, y estaba emocionada al participar en este encuentro. Manejó dos horas desde Mexicali para reunirse con los nuevos voluntarios. Sylvia se mostró muy emocionada de ver las ganas de ayudar de los voluntarios y la energía que llenó este encuentro. “Regresar aquí y estar con Ah Mui Pse nuevamente me produjo un sentimiento familiar. Me encanta sentirme así. Tzu Chi es amor. Poder regresar a este equipo me hace sentir feliz”, comentó Sylvia.

Del mismo modo resaltó que quiere animar a los nuevos voluntarios a que lleven esta decisión como una misión de vida y compromiso. Sylvia compartió que una vez le prometió a la Venerable Maestra Cheng que ayudaría a las personas por el resto de su vida, y aunque no ha estado activamente con Tzu Chi desde hace tres años, su misión de ayuda nunca ha cesado. 

Por otro lado Janeth Rodriguez, nueva voluntaria, llegó a Tzu Chi como paciente al Campus Médico de Tijuana, y movida por el espíritu amoroso y de ayuda de los voluntarios decidió ser parte de la fundación. Comentó que el espíritu de los voluntarios es maravilloso puesto que nunca esperan nada a cambio. “Tendré amor para los necesitados, serviré con alegría, ayudaré a otros con valentía y dejaré que la gente vea el entusiasmo y la alegría en mi corazón”, aseguró Janeth. 

Al finalizar el curso de formación, Tzu Rong uno de los voluntarios encargados del entrenamiento aprovechó la ocasión para también introducir a los nuevos integrantes de Tuz Chi al vegetarianismo como forma de vida, una más amigable con el planeta.

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