Escrito por: Shuli Lo
Traducido y editado al español por: Gabriela Barzallo
Editado por: M. Carolina Saheli
Cuando los voluntarios de la Oficina Nacional de Tzu Chi viajaron a Tijuana en diciembre de 2023 para ofrecer clínicas gratuitas a la comunidad local, notaron la necesidad urgente de servicios de optometría entre los residentes. Especialmente conscientes de que los niños están en una etapa crucial de sus estudios, comprendieron la importancia de exámenes y correcciones de la vista oportunos, que no podían esperar. Por eso, actuaron rápidamente para brindar servicios de optometría en escuelas con recursos limitados.
Con la coordinación cuidadosa del equipo de Tzu Chi México y la orientación profesional de la Dra. Lina Lin, oftalmóloga, la Oficina Nacional de Tzu Chi reunió a voluntarios experimentados en optometría para llevar a cabo una clínica oftalmológica gratuita del 14 al 17 de febrero de 2024, dirigida a las familias necesitadas de la Escuela Primaria Citlalmina, la Escuela Primaria de Tzu Chi en Tijuana y la comunidad local.
Esta clínica oftalmológica gratuita no solo cuidó de la visión de los residentes locales más necesitados, sino que también fue una muestra de las acciones prácticas de los voluntarios de Tzu Chi para transmitir amor y esperanza, asegurando que cada niño tuviera una visión clara y pudiera perseguir sus sueños.
Revisión de la vista para cientos de niños
En la madrugada del 14 de febrero, todos los voluntarios de Tzu Chi se reunieron en el punto de encuentro y abordaron un autobús con destino a Escuela Primaria Citlalmina, Tijuana, México, desde Los Ángeles. Tras un viaje accidentado de más de tres horas, llegaron finalmente a salvo a la Escuela Primaria Citlalmina a las 9:00 a. m.
Entre las montañas se encuentra una escuela en pésimas condiciones, con instalaciones sorprendentemente simples. El pequeño patio de recreo, diseñado para apenas 100 personas, está abarrotado con más de 800 estudiantes, dejando muy poco espacio para que se muevan. Las aulas tienen paredes de tablones de madera y las ventanas están hechas de listones de madera horizontales y verticales, unidos y cubiertos con tela. Dentro, los pupitres y las sillas están desgastados, y solo seis bombillas decoran el techo, ofreciendo una iluminación insuficiente que deja las aulas oscuras incluso durante el día. Viendo este difícil ambiente de aprendizaje, los voluntarios de Tzu Chi se preocuparon profundamente por la visión de los estudiantes.
Sin perder tiempo, los voluntarios de Tzu Chi iniciaron la clínica gratuita tan pronto como llegaron a la escuela. Además, la Dra. Lina Lin no solo proporcionó generosamente equipo médico, sino que también capacitó personalmente a los voluntarios locales mexicanos para asegurarse de que pudieran realizar exámenes de la vista con eficacia. Todos estos esfuerzos están dirigidos a ampliar los servicios en el futuro para beneficiar a más personas y lograr los nobles ideales de ayudar al mundo.
Los voluntarios demostraron aprender muy rápido. Después de medio día de práctica, dominaron las técnicas de examen y completaron exámenes de la vista para más de 100 estudiantes en poco más de cinco horas. Al día siguiente, tanto los voluntarios de Tzu Chi como las personas locales fueron a la Escuela Primaria de Tzu Chi en Tijuana para realizar exámenes de la vista a los estudiantes y profesores. Los estudiantes que no pasaron la evaluación fueron programados para consultas adicionales, optometría y ajuste de lentes en el campus de Tzu Chi el 17 de febrero.
Cabe destacar que durante todo el proceso, todos los registros médicos se gestionaron electrónicamente, gracias a la colaboración entre la Dra. Lina Lin y los voluntarios de Tzu Chi Kaicheng Yang y Meijuan Su, lo que agilizó enormemente la clínica de optometría gratuita.
Optometría y ajuste de lentes para los niños
Antes del amanecer del 17 de febrero, la Dra. Lina Lin de TIMA y un grupo de dedicados voluntarios de Tzu Chi partieron nuevamente desde Los Ángeles hacia Tijuana para brindar servicios de optometría y ajuste de lentes a 56 estudiantes. A pesar de la ausencia de uno de los oftalmólogos invitados debido a enfermedad, la Dra. Lin trajo consigo al experimentado Dr. Dufu Weng. Con la colaboración activa de los voluntarios locales, lograron completar el servicio para 42 estudiantes ese día.
María José, una estudiante de 11 años de la Escuela Primaria Citlalmina, tuvo su primer examen de la vista en su vida. Estaba agradecida con los voluntarios de Tzu Chi por su dedicación, ya que finalmente podía ver la pizarra. “Estoy muy agradecida por haberme hecho este examen de la vista… Me sentí un poco nerviosa porque era la primera vez. Gracias a su apoyo, puedo ver la pizarra claramente y ya no tendré problemas con mis tareas”, dijo con una gran sonrisa.
Mirna llevó a sus hijos gemelos de 11 años para el examen de la vista. Desde su nacimiento, sus hijos fueron diagnosticados con estrabismo y tuvieron que esperar a ser mayores para someterse a cirugía. Los traviesos niños rompieron sus lentes. Como la familia era muy pobre, no podían permitirse comprar otros, por lo que los niños pasaban el día viendo borroso. Al ver la preocupación de la madre, los voluntarios de Tzu Chi decidieron hacerles un nuevo par de lentes para mejorar su visión.
Graciela Sánchez, directora de la Escuela Primaria de Tzu Chi en Tijuana, acompañó a los estudiantes y sus padres al campus. Agradeció el arduo trabajo de los doctores y voluntarios de TIMA. “Cuando los niños tienen la oportunidad de recibir lentes, pueden ver mejor y entender lo que los maestros escriben en la pizarra, lo que les permite aprender mejor. Hay muchos niños en la escuela con problemas de visión, que pueden ser causados por genética o nutrición”, comentó.
Hace un tiempo agradecí a Tzu Chi por ayudar a reparar un salón de clases con problemas de filtraciones e instalar buena iluminación. Ahora son los lentes gratuitos, para niños cuyas familias tienen recursos limitados.
Graciela Sánchez
Directora de la Escuela Primaria de Tzu Chi en Tijuana
Clínica de Optometría para familias pobres
Además de los exámenes de optometría gratuitos para los estudiantes, los doctores y voluntarios de Tzu Chi también realizaron visitas domiciliarias para brindar servicios de optometría a pacientes de familias empobrecidas en la zona. Pedro Gualdivia, cuya esposa tuvo que ser amputada debido a la diabetes, recibió una visita. A diario, Pedro llevaba a su esposa escaleras abajo desde su hogar en la ladera hasta la casa cerca de la carretera para que estuviera más cómoda. La Dra. Lin examinó a la pareja, lo que conmovió profundamente a Pedro. Agradeció una y otra vez a Tzu Chi, recordando que anteriormente lo habían examinado y descubierto que estaba al borde de la diabetes, y ahora le habían examinado la vista, programándolo para recibir anteojos en tres semanas. Aunque no era muy elocuente, Pedro expresó su agradecimiento de corazón.
Desde la mañana hasta la tarde, la Dra. Lina Lin fue paciente y sonriente con cada estudiante que acudió a ella. Estaba comprometida a brindar la atención médica más compasiva y precisa, con la esperanza de dar a cada paciente la mejor atención posible.
La Maestra dice: ‘Una persona puede caminar rápido, pero un grupo de personas puede llegar más lejos.’ Por lo tanto, debemos reunir a más doctores para trabajar juntos. Así podremos ayudar a más personas.
Dra. Lina Lin
Doctora de TIMA
La Dra. Lin espera regresar regularmente para continuar brindando su servicio desinteresado a los residentes y estudiantes, y seguir aportando salud y esperanza a la comunidad. Comentó: “Hoy hicimos muchos exámenes de optometría, pero ninguno fue sencillo; todos fueron difíciles. Regresaremos la próxima vez para completar lo que no hemos podido hacer hoy. Muchos niños no pueden ver y no saben que tienen problemas de visión. Especialmente en la escuela, si realmente no pueden ver, puede interferir mucho con sus estudios. Cuando se ponen sus lentes y pueden ver, todos están felices. Así que creo que es realmente significativo venir a los pueblos remotos para ver a los pacientes.”
La mayoría de las personas en la región de Tijuana en México son pobres, y muchos niños escolares enfrentan dificultades económicas y desnutrición. Los niños mal alimentados ni siquiera pueden esperar un nuevo par de lentes cuando no pueden leer la pizarra. Además, la lejanía del área, que pocos se preocupan por atender, la convierte en un rincón olvidado del mundo. Un lugar empobrecido como este es precisamente donde los voluntarios de Tzu Chi están trabajando arduamente para cultivar. La esperanza está sembrada en las manos de Tzu Chi. Los voluntarios de Tzu Chi siempre estarán en camino, llevando la luz de la esperanza a los más necesitados.