Escrito por: Pin Hau Chiou
Adaptado al español por: Juan Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli
En la ajetreada ciudad de Nueva York, todo el mundo se juega la vida, pero en medio del bullicio se desarrolla en silencio una historia conmovedora. El Sr. Wu, de la prefectura autónoma de Yanbian, en el noreste de China, llegó a Estados Unidos hace más de 20 años con la esperanza de una mejor vida. Al principio era gerente de un supermercado coreano. Al inicio, tuvo que enfrentarse a varios retos, pero todo fue sobre ruedas gracias a su entusiasmo y positivismo.
Sin embargo, el destino está lleno de altibajos, y una enfermedad repentina cambió la trayectoria de su vida: el hipertiroidismo y las cardiopatías. Debido a problemas de residencia, la imposibilidad de obtener un seguro médico y de sufragar los costosos gastos médicos, al señor Wu le resultó difícil buscar tratamiento médico y finalmente tuvo que renunciar a su trabajo. La vida que una vez fue tranquila se convirtió en cosa del pasado, y el Sr. Wu cayó en una desesperación sin precedentes.
Recordó: “2018 y 2019 fueron los años más desesperanzadores para mí. Incluso pensé en acabar con mi vida”. En esos días oscuros, casi perdió la esperanza de vivir. Justo cuando estaba perdido, los voluntarios de Tzu Chi de la Región Noreste de Estados Unidos le tendieron la mano, trayendo un rayo de luz a su vida.
“Al principio, no estaba de buen humor, y entonces los voluntarios de Tzu Chi me animaron a salir, diciéndome: ‘Ven a relajarte, no hace falta que hagas nada en Tzu Chi, charlar también está bien. No es bueno seguir pensando en esas cosas en casa todo el tiempo'”. Los voluntarios no sólo ayudaron al Sr. Wu a resolver el problema del seguro médico, sino que también le animaron a salir y participar en actividades comunitarias. Poco a poco, fue saliendo de la neblina que llevaba mucho tiempo en su corazón. El voluntario Peter Chu dijo: “Su mayor cambio es de mentalidad, porque siente que no puede rendirse con tanta gente cuidando de él”.
Para ayudar al Sr. Wu a ser autosuficiente, los voluntarios de Tzu Chi desarrollaron su potencial. Al enterarse de que es de ascendencia coreana, le animaron a hacer kimchi para venderlo y así aumentar sus ingresos. El kimchi del Sr. Wu ha gustado a mucha gente, y esta sensación de logro ha reforzado su determinación para salir de sus adversidades.
En la actualidad, Wu trabaja en la cocina central de la región noreste de Tzu Chi USA y prepara cajas de comida caliente para los ancianos de la comunidad, ayudando de todo corazón a los que tienen más dificultades que él y experimentando la alegría de ayudar a los demás. Dijo: “Estoy muy feliz aquí, no me siento cansado. Quiero unirme a los voluntarios y espero integrarme plenamente en la comunidad de Tzu Chi”.
Desde que me uní a Tzu Chi, me he dado cuenta de que ayudar a los demás es de gran ayuda para mí mismo. Cuando mi estado de ánimo mejora, todo mejora.
Sr. Wu
Beneficiario
La historia del Sr. Wu no es sólo una transformación personal de la desesperación a la esperanza, sino también una encarnación del poder del gran amor de Tzu Chi. Los voluntarios ayudaron a una persona en apuros a encontrar de nuevo la dirección de su vida mediante acciones prácticas, permitiendo que la bondad y la esperanza florecieran en la bulliciosa ciudad de Nueva York.