Escrito por Evelyn Cheng
Traducido por María Pacheco
Editado por M. Carolina Saheli
El pasado 11 de febrero, la oficina de Tzu Chi en Seattle organizó una ceremonia de bendición, como parte de la celebración del Año del Dragón. A la ceremonia asistieron 172 invitados, entre ellos políticos y empresarios de la ciudad de Bellevue, así como 55 voluntarios de Tzu Chi. La celebración se llevó a cabo en un ambiente festivo y colorido.
Invitados muestran admiración por el trabajo de Tzu Chi
Durante la celebración del Año Nuevo Chino, se usa a menudo el símbolo Fu (福), que significa felicidad, bendición y buena fortuna. Durante la celebración organizada por Tzu Chi, un maestro de caligrafía china se encargó de escribir este símbolo tradicional en papel rojo y ofrecérselo a los invitados.
La encargada de abrir el evento fue Lynne Robinson, alcaldesa de Bellevue, quien en su discurso agradeció a Tzu Chi por el arduo trabajo que realiza en la comunidad. “Felicitaciones y Feliz Año Nuevo”, fueron las primeras palabras pronunciadas por la alcaldesa, quien también las pronunció en chino. “En Bellevue nos sentimos honrados de tener a Tzu Chi como socio”, comentó Robinson.
Entre los invitados a la celebración se encontraba Daniel Kuoching Chen, director general de la Oficina Económica y Cultural de Taipei en Seattle (TECO, por sus siglas en inglés), quien expresó que se sentía en casa cada vez que visitaba las oficinas de Tzu Chi. También expresó su profundo respeto por el espíritu de dedicación de Tzu Chi.
Cada vez que venimos a las oficinas de Tzu Chi sentimos como si nos reuniéramos con nuestra propia familia, todos somos tratados por igual sin discriminación. Estoy muy agradecido a Tzu Chi.
Ex convictos comparten historias de renacimiento
Michael Florez, quien también estuvo presente en el evento, contó su historia de cambio y reinserción a la sociedad como ejemplo del trabajo realizado por Tzu Chi. Michael es un ex convicto que salió de prisión en febrero de 2021. Después de 20 años tras las rejas con nada más que $48 en su bolsillo y enfrentándose a un mundo tras las consecuencias de la pandemia, Michael se sintió perdido y con miedo.
Afortunadamente, Michael recordó el número de teléfono de su oficial de libertad condicional, quien lo puso en contacto con Joseph García, un instructor del programa de reingreso de la Universidad del sur de Seattle. Joseph no dudó en ayudarlo. Guió a Michael en su camino hacia la reintegración, lo animó a continuar con sus estudios, y lo refirió a Tzu Chi.
Al conocer a Michael, los voluntarios de Tzu Chi le dieron ropa, zapatos y otros artículos de primera necesidad. Cuando Michael comenzó a estudiar, los voluntarios de Tzu Chi le dieron una computadora y, pacientemente, le enseñaron cómo usarla.
Vale destacar que Michael encontró otro propósito cuando se enteró del programa Hunger Relief iniciado por ex convictos rehabilitados en 2020 y que entrega alimentos a ex convictos en necesidad. Michael decidió ampliarlo y llamarlo Hunger Relief 2.0.
Michael Flores buscó ayuda en Tzu Chi, y los voluntarios le donaron una camioneta para repartir la comida de manera más oportuna. “Gracias al apoyo de Tzu Chi hemos entregado más de 45 mil libras de alimentos a las casas de mis hermanos y hermanas en necesidad. Juntos entregamos más que comida; entregamos el mensaje de esperanza, amor y compasión”, aseguró Michael.
“Es un honor servir y hacer el trabajo codo a codo con Tzu Chi. Cada jueves, desde que comencé el programa, me encontré con Angela en el supermercado. Ella compraba comida para que pudiéramos entregársela a mis hermanos y hermanas. Estoy muy agradecido con Ruby, Angela y Laura por brindarme siempre sabiduría en mis momentos de debilidad y lucha”, contó Michael, quien se conmovió hasta las lágrimas al compartir esta historia. Al final de su discurso, los aplausos resonaron bajo el escenario representando la alegría de la gente por la nueva vida de Michael.
La siguiente oradora fue Candice Baughman, otra ex convicta rehabilitada, beneficiaria de Hunger Relief 4.0. Candice cumplió 77 meses en un centro correccional y, después de su liberación, se mudó con sus dos hijos a la casa de su madre. Vale la pena señalar que Candice conoció a Michael cuando buscaba ayuda. “Es un placer conocerte, eres una hermana, avísame si necesitas algo”, fueron las primeras palabras que Michael le dijo a Candice, quien más necesitaba comida en ese momento, y cuando los voluntarios de Tzu Chi y Michael la llevaron a su casa, se sintió aliviada: “Estaba muy agradecida de tener comida en la mesa. Mi hijo mayor disfrutó de la mezcla de frutos secos que trajo Michael. Mis dos hijos tenían suficiente comida y podrían empacar algo para comer más tarde en la escuela”, dijo Candice.
Para Candice, la ayuda que ofrece Michael no es solo comida, también es amor y esperanza. “Todos podemos ir al banco de alimentos, hacer fila y salir con nuestra comida. Pero Michael no sólo nos ayuda, sino que nos hace sentir especiales e importantes, sobre todo, no olvidados”. La vida de Candice ha cambiado y ahora quiere seguir sus sueños y vivir su vida en igualdad con los demás. Además ha sido voluntaria de Tzu Chi muchas veces, dedicando su vida a ayudar a los necesitados.
Sin duda, Hunger Relief cambia la vida de las personas porque cuando vemos a Hunger Relief, vemos a Michael y cuando vemos a Michael, nos vemos a nosotros mismos porque Michael ha estado donde hemos estado, perdidos, solos, hambrientos y olvidados. Tzu-Chi, Michael, ¡les agradezco que nunca se rindan y que mantengan vivo el Hunger Relief para todos nuestros hermanos y hermanas!
Una celebración llena de alegría y colorido
Después de que los invitados dieran sus conmovedores discursos, los voluntarios de Tzu Chi tuvieron una presentación en lenguaje de señas y luego, con un estallido de música alegre, un grupo de niños y adultos subieron al escenario para hacer la Feria del Templo, elevando así la atmósfera de alegría en el público.
La celebración del Año Nuevo Chino no está completa sin la entrega de los “paquetes de la fortuna”. Los invitados subieron al escenario para recibir las tarjetas y paquetes de bendición. Además, había alcancías de bambú para recoger dinero y entregarlo a las familias necesitadas. Los presentes también pudieron conocer las enseñanzas del Dazhong Sutra de Seattle y de la Maestra Cheng Yen. Aishah Ali, quien participó en un evento de Tzu Chi por primera vez, dijo que estaba profundamente conmovida por la enseñanza de la Maestra Cheng Yen de que “no importa en qué fe creas, lo que permanece constante es mantener las buenas intenciones en el corazón y hacer caridad”. Agregó que espera seguir participando en las actividades de Tzu Chi.
Al finalizar la ceremonia, todos los asistentes sostuvieron una luz y la encendieron como símbolo de amor y caridad. También oraron por un próspero Año del Dragón, buena salud, paz para todos los seres y paz mundial.
