Escrito por Ting Fan, Marley Maitland, Yue Ma, Hannah Whisenant
Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por Editado por Maribel Suárez
El pasado 21 de diciembre varios voluntarios de Tzu Chi, se dividieron en dos grupos, cuyo destino era ofrecer ayuda a los sobrevivientes de los tornados ocurridos en el Oeste y parte del Sur de Estados Unidos. Un grupo viajó a Mayfield y el otro se trasladó a Bowling Green, ambas ciudades ubicadas en Kentucky y que resultaron profundamente afectadas por el impacto del fenómeno natural. En Bowling Green los voluntarios se reunieron con el alcalde, Todd Alcott, para trabajar conjuntamente y brindar la ayuda necesaria. Mientras los voluntarios manejaban hasta las ciudades afectadas, no pudieron dejar de asombrarse con el panorama que hallaron: devastación es la palabra que mejor podría describir lo que encontraron a su paso, según comentaron. Edificios colapsados, casas convertidas en escombros y personas que de la noche a la mañana, perdieron todo lo que tenían fue lo que quedó después de la tragedia.
Una atención incondicional
Rob Valdivieso, sobreviviente del tornado, describió los momentos de pánico que vivió durante el tornado, dijo que el sonido fue monstruoso y comparó la fuerza del impacto con la de un tren que pierde el control. “El tornado impactó con fuerza y destrozó todo a su paso, nunca cambió de trayectoria y acabó con todo lo que estaba en la superficie. Lo que hice fue correr para encontrar un refugio mientras todo pasaba”, contó Valdivieso.
Los tornados ocurridos en diciembre afectaron gravemente la ciudad de Bowling Green, en Kentucky. Foto/ Yue Ma
“Recibimos la advertencia de tornado, pero nunca pensamos que sería tan fuerte. Después de que todo pasó, volvimos para confirmar los daños y nos encontramos con que la ciudad entera estaba destrozada de norte a sur”, explicó Todd Alcott, quien aún estaba impactado por la tragedia ocurrida en Bowling Green, sin embargo, dijo aún mantener la esperanza, la fe en que la comunidad —tarde o temprano— saldría adelante. “Aunque el tornado impactó fuertemente la ciudad, no colapsamos”, afirmó el alcalde.
Por su parte Chong Hsieh, director ejecutivo de la Oficina del Medio Oeste de Tzu Chi, fue el encargado de liderar estos operativos de ayuda y de reunirse con las autoridades de las ciudades para buscar soluciones de manera conjunta. “Hay 850 hogares total o parcialmente destruidos en el condado de Warren, esperamos regresar aquí el 24 de diciembre para distribuir insumos de primera necesidad. Nuestra fundadora, la Venerable Maestra Cheng Yen desde Taiwán, está muy preocupada por las áreas donde ocurrió el desastre. Nos pidió que entreguemos la ayuda financiera directamente a los afectados y debe hacerse antes de Navidad. Ella nos instruyó para que entregaran mil dólares a cada familia”.
“¿Sabes qué significa mil dólares? Esto significa que los sobrevivientes pueden comprar comida, pagar hoteles y recibir un respiro temporal. Lo mejor es que Tzu Chi lo hace sin esperar nada a cambio”.
Alcalde Todd Alcott.
El alcalde no pudo ocultar el agradecimiento que las acciones de Tzu Chi inspiraron en él. Una organización sobre la que nunca había escuchado antes, ahora estaba allí con las manos abiertas, dispuestas a trabajar juntos para ayudar a las personas que perdieron sus hogares durante esta tragedia. Los integrantes de Tzu Chi le explicaron el trabajo planificado que desarrollan ante este tipo de circunstancias. Entre varios temas, le hablaron sobre las Alcancías de Bambú. Al conocer que estas sirven para ayudar a más personas, el alcalde hizo una donación en una alcancía que le fue entregada.
“Estoy feliz porque sé la importancia que tienen para estos afectados, los materiales que se les distribuirán. También estamos muy agradecidos por los regalos que trajeron de Chicago, de las personas que conocí. Admiramos profundamente todo lo que están haciendo por nosotros”, comentó Alcott.
Regalos en Navidad
Durante la mañana de víspera de Navidad —antes del amanecer— 40 voluntarios de Tzu Chi, manejaron durante dos horas y media hasta Bowling Green, donde se hicieron cargo del operativo de ayuda. Una acción similar que habían desarrollado en Mayfield. Sin importar el cansancio, no dudaron en movilizarse hasta la ciudad donde también los necesitaban y esperaban.
Más de 40 voluntarios de Tzu Chi se trasladaron hasta Bowling Green para organizar una distribución de ayuda justo antes de Navidad. Foto/ Lin Junzhi
“Cuando abrí mis ojos y miré alrededor, me di cuenta de que ya no había techo. La casa ya no existía. Todo quedó destrozado”, comentó Ahmad Hadi, sobreviviente de los tornados. Ahmad fue una de las personas que se acercó hasta el centro de distribución estando aún convaleciente debido a las heridas sufridas durante la noche en la que perdió su hogar, la cual había conseguido con mucho esfuerzo, después de llegar a Estados Unidos huyendo de la guerra en su país, Afganistán.
Mi padre estaba tirado en el suelo sangrando y mi madre estaba herida y también sangrando. Todos en nuestra familia resultaron heridos, mi hermana de seis años resultó gravemente lastimada
Muchas personas resultaron heridas producto del impacto del tornado. Foto/ Yue Ma
Las historias compartidas por los sobrevivientes fueron desgarradoras, llenas de dolor y marcadas por la tragedia. Una madre contó que perdió a su hijo cuando el techo de la casa donde vivían colapsó sobre ellos, mientras que ella resultó herida en su rostro y distintas partes de su cuerpo. También, seis integrantes de una familia murieron al quedar atrapados entre los escombros y una mujer, de 24 años —de esa misma familia— quedó paralizada de por vida y ahora, sus parientes deben pagar por el costoso tratamiento médico. “Realmente necesitamos ayuda. Perdimos todo después de la tragedia”, comentó uno de los sobrevivientes.
Los representantes de Tzu Chi demostraron que ser solidario en tiempos difíciles será siempre la primera opción. Todos aceptaron pasar la Navidad lejos de sus familias, pero con la certeza de estar en el lugar correcto. “La distribución que han hecho demuestra lo mucho que les importa ayudar a los demás y lo mejor es que lo hacen desde el amor y la compasión”, comentó el alcalde Todd Alcott, quien —a modo de reconocimiento y agradecimiento— otorgó las llaves de la ciudad a la Maestra Cheng Yen y a los integrantes de Tzu Chi.
Lo que han hecho no tiene precedentes, y estamos muy agradecidos. Siempre lo recordaremos. Es un momento inolvidable en nuestra vida que nunca olvidaremos.
