
Escrito por Fangwen Huang
Adaptado al español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli
Alrededor de 10 tornados arrasaron con el centro y norte de Texas a causa de una tormenta devastadora el 23 de marzo del 2022. Un tornado golpeó el Condado de Williamson esa noche, causando desastres en las ciudades de Round Rock, Hutto y Taylor. Según noticieros de Texas, la tormenta afectó a 450 hogares y destruyó severamente alrededor de 150.
Días después, el 24 de marzo, voluntarios de Tzu Chi del centro de servicios de Austin viajaron a Round Rock para evaluar los daños y conocer las necesidades de las familias afectadas. Una vez dimensionado el daño, Tzu Chi se organizó e invitó a otras organizaciones de ayuda y sin fines de lucro para llevar a cabo dos eventos de distribución y brindar suministros de emergencia y ayuda económica de 1,000 USD para las familias en apuros.
Los voluntarios se organizaron rápidamente y la primera distribución se llevó a cabo en el United Heritage Center en Round Rock durante dos días consecutivos el 25 de marzo. El 31 de marzo se hizo la siguiente distribución en Tyler, en las instalaciones del Williamson County Expo. Tzu Chi y otras organizaciones unieron fuerzas para proveer servicios de emergencia y apoyo a la comunidad.

Nadie se queda atrás
Muchas personas no lograron llegar al evento de distribución para obtener sus beneficios porque su medio de transporte se vió afectado por los fuertes tornados. Por esta razón, los voluntarios de Tzu Chi tomaron tiempo para contactar a las familias afectadas y ver cómo podían hacerles llegar la ayuda que necesitaban.
Cuando llegó el tornado, mi esposo cargaba a nuestro bebé de tres meses y toda nuestra familia se escondió en el armario, aterrorizada. Fue horrible.
Selena River, Beneficiaria de la ayuda
Selena River fue una de las personas que no pudo llegar al primer evento de distribución. Su casa y pertenencias quedaron prácticamente destruidas. El voluntario Tsangbin Wen se puso en contacto para conocer más sobre la situación de la familia y los invitó a la segunda jornada el 31 de marzo.

A causa de la falta de transporte, Heath Boral tampoco pudo llegar al primer evento de distribución en Round Rock. Afortunadamente, sí pudo llegar al segundo evento y quedó impactado al conocer la cantidad de ayuda económica que recibió.

Lágrimas de alivio
Para los voluntarios de Tzu Chi es importante generar una conexión real con las personas a quienes brindan su ayuda. Se trabaja mucho con el fin de conocer y entender bien sus necesidades. El día que los voluntarios llegaron a evaluar la situación de la zona de desastre, ellos conocieron a Heath quien les mostró fotografías que había tomado del tornado y la destrucción. Su casa había quedado muy afectada por el siniestro, dejando un desastre en su interior.
Cuando llegó el tornado, toda nuestra familia se escondió en el gabinete de almacenamiento debajo de las escaleras; afortunadamente, toda la familia estuvo a salvo y no sufrió ningún daño.
Heat Boral, Beneficiario de la ayuda

El daño que sufrió la casa de Heath fue tanto que se certificó como un peligro, no se permitió que nadie entrara por lo que la familia tuvo que buscar un hotel para vivir temporalmente. Al descubrir la suma de 1,000 USD que Tzu Chi le entregó en la jornada de distribución, Heath, sin palabras, se llenó de lágrimas y con una gran sonrisa abrazó a un voluntario.
La ayuda que Tzu Chi le ha dado a su familia inspira a Heath a conocer más sobre la fundación. Tsangbin Wen, un voluntario, le cuenta la historia de las alcancías de bambú y el origen de Tzu Chi. Heath decide devolver el amor que ha recibido formando parte de la dinámica y aliviar el dolor de otros así cómo su dolor fue mitigado ese día.
Una conexión de corazón a corazón

Lanxa Alonso, una beneficiaria hispana que asistió al evento de distribución, no hablaba inglés por lo que fue necesario que se apoyara de traductores voluntarios. Se veía preocupada, pero al ver que la voluntaria Pei Chi Tse le entregaba una tarjeta de débito prepagada de 1,000 USD ella se quedó sin palabras e inmediatamente lloró de alegría. Se abrazaron y con lágrimas en los ojos Lanxa le dijo en español, “Ustedes son muy generosos.”

La casa de Calvin Tchuente quedó completamente destruida, el tornado se llevó el techo y varias paredes de la estructura con los fuertes vientos. Él no paraba de repetir, “Dios los bendiga” al recibir el dinero. Al ser un Afroamericano Cristiano, platicó con los voluntarios de Tzu Chi sobre la ayuda que la fundación ha brindado en África y la filosofía de mente abierta que se encuentra tanto en el budismo como en el cristianismo. Calvin lo entendió profundamente.
El amor no está limitado por la religión, la raza o el color. Su Maestra es la venerable Maestra [Cheng Yen], y mi Maestro es Dios. Somos como un árbol: podemos tener diferentes ramas, pero provienen del mismo árbol y de la misma raíz.
Calvin Tchuente, Beneficiario de la ayuda

Compartiendo el espíritu de Tzu Chi
Los voluntarios no solo ayudaron a la gente necesitada, sino que también se animaron a compartir la filosofía de Tzu Chi con otros voluntarios y con los beneficiarios. Tim, un consultor médico voluntario externo tuvo su primer contacto con la fundación en una distribución pasada y desde entonces quedó muy interesado en la misión ambiental que propone Tzu Chi y dice que hasta la ha puesto en práctica.
Tim, casualmente, se encontraba en estos eventos de distribución y se acercó para mostrarle a unos compañeros la suavidad y el calor que proveen las mantas ecológicas las cuales se fabrican con plástico reciclado. Sus compañeros quedaron muy interesados y también conocieron más sobre Tzu Chi.

Adicionalmente, los voluntarios de Tzu Chi comentaron sobre las alcancías de bambú, la tecnología guiada por la compasión de DaAi y los Aforismos Jing Si de la Maestra Cheng Yen, todos temas importantes y centrales a la filosofía Budista de Tzu Chi. Tim también aprovechó para entregar una alcancía llena que había obtenido la última vez que se encontró con los voluntarios.
Gail Hassel, una voluntaria de la Cruz Roja y profesora retirada, compartió su experiencia de servicio en una comunidad local con Tzu chi y donó con el fin de expresar su apreciación por las buenas actividades que hace la fundación alrededor del mundo.

Al segundo evento, llegaron 8 familias quienes recibieron sus 1,000 USD y mantas ecológicas. El lugar estaba situado en una zona remota y no se logró que muchas personas llegaran a pesar de los esfuerzos realizados para difundir la información del evento. De igual forma, los voluntarios se mostraron contentos por la oportunidad de poner un ladrillo más en el camino hacia la recuperación de los afectados. Su entusiasmo por seguir dando amor y compasión siempre se mantiene vivo en sus corazones.