Tzu Chi Ecuador Camina A Lo Largo y Ancho Para Brindar Alivio Durante La Pandemia

Región Oeste  |  8 Septiembre, 2020
Todos los meses, los voluntarios de la oficina Tzu Chi Ecuador distribuyen alimentos en varios pueblos para evitar el hambre a causa de la pandemia. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Reportado por Jenyffer Ruiz and Leuris Roca
Editado por Hernán Goicochea y Maribel Suárez

En una carretera sin pavimentar, una camioneta se dirige de pueblo en pueblo con el fin de entregar bolsas de alimentos, para las comunidades rurales afectadas por la pandemia del COVID-19. Las carreteras en aquellas comunidades rurales pueden volverse muy accidentadas debido a sus duras condiciones. Por eso la camioneta, conducida por voluntarios de la oficina Tzu Chi Ecuador, avanza lentamente y con mucho cuidado de no dañar la preciosa carga que transporta.

Mientras continúa en marcha la pandemia, Ecuador ha visto más de 91.000 casos confirmados y esa cifra aún sigue en aumento. Los fallecimientos relacionados con el coronavirus también han aumentado a más de 5.800. Algunos cuerpos de los fallecidos han sido desechados directamente frente a las clínicas, cubiertos con láminas de plástico, mientras que otros están siendo colocados en ataúdes de cartón y abandonados en lotes baldíos.

Según una encuesta realizada por el New York Times, el número de muertes en Ecuador desde mitad de marzo hasta mediados de abril de este año resultó ser más de 7.600. Sin embargo, los datos oficiales mostraron que solo 503 personas murieron de coronavirus durante el mismo período, y muchos casos quedaron potencialmente sin reportar. Al mismo tiempo, el país se encuentra en medio de su mayor recesión de la historia.

Los voluntarios siguen a una camioneta de reparto que cruza colinas, dirigiéndose a aldeas remotas a pie. Foto: Tzu Chi Ecuador.

En abril, los voluntarios de Tzu Chi Ecuador llevaron a cabo distribuciones de alimentos a gran escala en Canoa, Portoviejo, Santa Ana y Manta. Justo en ese tiempo, el gobierno había establecido toques de queda y cada hogar solo podía salir a comprar alimentos dos veces por semana. Además, sólo proporcionaba subsidios que equivalen a aproximadamente USD $60 dólares cada dos meses a los hogares de bajos ingresos que se encontraban luchando por cubrir sus gastos esenciales.

Tzu Chi movilizó grupos de voluntarios locales para ayudar a distribuir bolsas llenas de alimentos. Cada bolsa contenía artículos como arroz, fideos, harina de maíz y aceite de cocina; todo lo básico para ayudar a cada familia y llevar un plato de comida a su mesa. También se entregaron bolsas a quienes no pudieron acudir a la distribución. De abril a junio, una suma total de 5.680 familias recibieron asistencia.

Tzu Chi trabajó con organizaciones locales, incluso las estaciones de bomberos e iglesias, para planificar y distribuir las bolsas de alimentos. Foto: Tzu Chi Ecuador.
Antes de la distribución, los voluntarios guiaron a otros voluntarios en oración y compartieron el concepto de gran amor de Tzu Chi. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Jaime, uno de los voluntarios locales quien llevaba puesto un chaleco de color mostaza Tzu Chi y mascarilla, ayudo a descargar las bolsas de lino, caminando desde la camioneta hasta los bungalows construidos con astillas de madera y tierra. Muchas de estas familias aún no se han recuperado del terremoto que ocurrió en el 2016, del cual aún no se recuperan por completo, y deben enfrentar las dificultades de la pandemia.

Jaime decidió dedicar su tiempo y energía con pasión: “mi trabajo es ayudar a la Fundación [Tzu Chi] a distribuir alimentos y hacer todo lo posible para ayudar a la comunidad”. Al llegar a algunas de las casas, se encontraba una madre con sus hijos, la figura masculina de la casa, o un adulto mayor sentado en una silla de ruedas, estirando suavemente el cuello hacia la puerta para recibir los víveres.

Una anciana recibe su bolsa de víveres por parte de una voluntaria local de Tzu Chi. Foto: Tzu Chi Ecuador.
La falta de mascarillas para la población en general, incluso los ancianos, en Ecuador contribuye a la tasa alta de infección y al elevado número de muertes. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Como suelen hacer los voluntarios de Tzu Chi, Jaime se inclinó por la cintura, y entregó la bolsa de víveres a los beneficiarios. Al hacer las visitas domiciliarias, él y sus compañeros vieron cómo muchas personas en la comunidad tampoco tenían suficiente comida o equipos de protección personal (EPP) como mascarillas para la cara.

Estoy muy agradecida por las bolsas de alimentos que Tzu Chi nos trajo. Nos están ayudando a alimentarnos durante una crisis que atraviesa el mundo entero.

Los voluntarios locales obsequian respetuosamente las bolsas de alimentos a los beneficiarios con una reverencia. Foto: Tzu Chi Ecuador.
Los residentes que están enfermos o tienen una discapacidad reciben atención adicional con una entrega dentro de su hogar para facilitar el acceso. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Los voluntarios de la oficina Tzu Chi Ecuador crearon un cartel con el fin de inspirar esperanza. La imagen muestra tres palomas sosteniendo ramas de olivo como símbolo de paz, con las palabras “Amor de Tzu Chi” y “Juntos somos mejores”. Otro cartel muestra a una persona comiendo, con la boca abierta y que dice “¡Salva vidas! ¡Come menos carne!”

Muchos de aquellos voluntarios están de acuerdo con la filosofía de volverse vegetariano como una forma indirecta de ayudar a prevenir la próxima pandemia transmitida por animales. Desde que comenzó la actual pandemia, paso a paso, han practicado las enseñanzas de la Venerable Maestra Cheng Yen de “comer vegetariano, proteger vidas y amar la Tierra”. Incluso entregaron personalmente una carta de bendiciones escrita por la Maestra a las personas durante las distribuciones.

Los voluntarios locales con carteles posan frente a un camión lleno de sacos de yute con granos, preparados para la acción. Foto: Tzu Chi Ecuador.
Los voluntarios locales animan activamente a los residentes a que sigan una dieta vegetariana. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Al principio, Gema se sorprendió cada vez que veía a los voluntarios de Tzu Chi traer camiones llenos de alimentos. Luego vio a sus propios vecinos recibirlos, y en algo su tristeza había cambiado. Ella se sintió conmovida y agradeció a los voluntarios una y otra vez en nombre de estas familias de bajos ingresos.

Estoy muy agradecida por lo que hemos recibido en la comunidad de la Fundación [Tzu Chi]. También les agradecemos su colaboración, ya que han hecho un buen trabajo

Bajo el sol abrasador, los voluntarios de la oficina Tzu Chi Ecuador fueron de casa en casa hasta que el día se convirtió en noche. Los rostros de cada voluntario se encontraban sudorosos, pero muy contentos. Sus acciones y compasión encarnaron el verdadero significado del gran amor: los desafíos que soportaron a cambio del bienestar de sus vecinos necesitados.

Durante el proceso de distribución, muchas familias escucharon la historia de la alcancía de bambú. Muchos se inspiraron en sacar las monedas que llevaban guardadas en sus hogares y ponerlas en las alcancías, con la esperanza de que sus pequeñas donaciones pudieran ayudar a otros necesitados. En este momento, los beneficiarios experimentaron tanto el dar como el recibir.

La carta de bendición escrita por la Venerable Maestra Cheng Yen brinda consuelo a quienes han sufrido múltiples obstáculos. Foto: Tzu Chi Ecuador.
Las personas que recibieron bolsas de alimentos también practican un gran amor, al bajar las palmas de sus manos para ayudar a los demás. Foto: Tzu Chi Ecuador.

Con solo una contribución de USD $10.00 dólares a nuestra campaña Unidos en la Distancia, nos ayudará a brindarle la asistencia necesaria a las familias afectadas por la pandemia. Su contribución nos ayudaría ofrecer apoyo financiero, alimentos, equipo de protección personal (PPE) y otras ayudas. Si podemos lograr que 500.000 personas participen, ¡Podemos alcanzar USD $5.000.000 en ayuda!

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