
Adaptado al español por José Beltrán Contreras
Editado por M. Carolina Saheli
Los residentes de East Palo Alto, una ciudad ubicada junto al centro tecnológico de Silicon Valley, se vieron severamente impactados por la pandemia de COVID-19. En esta localidad que no rebasa los 30,000 habitantes, el 60% son latinos y muchos de ellos trabajan en mano de obra en el estado de California. Por ello, la Fundación Budista Tzu Chi redobló esfuerzos para llevar ayuda a los más necesitados.






El sitio de la clínica gratuita también funciona como centro de distribución de alimentos. Fotos/Andy Chiang, Leslie Shieh
Jornada de solidaridad
La mañana del sábado 11 de junio de 2022, un camión del banco de alimentos conocido como Second Harvest Food Bank ingresó a la Escuela Primaria Costano de East Palo Alto, donde la Fundación Budista Tzu Chi, a través de sus generosos voluntarios y miembros de la comunidad que ofrecen su tiempo y esfuerzo en el servicio a los demás, distribuyen alimentos cada 15 días a los residentes para quienes la entrega de suministros es indispensable.
En ese día de solidaridad y alivio para los más necesitados, una clínica móvil se estacionó frente a la escuela para comenzar a ofrecer servicios. Fue la primera clínica gratuita desde el inicio de la pandemia y la cuarta clínica que fue organizada por la Región Noroeste de Tzu Chi en esta comunidad de bajos ingresos compuesta principalmente por inmigrantes sudamericanos.

El equipo clínico estuvo conformado por 15 médicos profesionales y 38 voluntarios de la comunidad que se sumaron a la bendecida misión de atender a 104 pacientes de bajos ingresos que no contaban con seguro médico. La clínica gratuita ofreció los servicios médicos dentales habituales y, por primera vez, se brindaron consultas de medicina tradicional china y sesiones de tratamiento quiropráctico.


Muchos de los clientes de esta clínica gratuita son familias que han sido atendidas por voluntarios de Tzu Chi durante mucho tiempo. Para los residentes de East Palo Alto que ya vivían en la pobreza, el riesgo de contraer el virus, junto con la disminución de las oportunidades laborales, empeoró sus situaciones. Aunque el gobierno proporcionó algunos subsidios, muchas familias aún necesitaban desesperadamente la ayuda de organizaciones benéficas para superar la crisis. La mayoría de los residentes de esta comunidad se dedican al trabajo manual, por lo que sus cuerpos se tensan fácilmente. Por lo tanto, la medicina tradicional china y la quiropráctica fueron útiles y efectivas para aliviar sus dolores, y la mayoría de los pacientes que recibieron por primera vez los tratamientos reportaron una mejora significativa.

Ayuda incondicional a la familia Bustamante
Los tratamientos ayudaron con el dolor físico, pero también fueron un impulso de energía emocional y de ánimo en momentos difíciles, como es el caso de Francisco Bustamante, un residente de esta comunidad que recibe ayuda a largo plazo por parte de la Fundación y que este sábado probó la medicina tradicional china. Francisco es padre de dos hijos menores que estudian en la escuela primaria Belle Haven, un centro educativo en donde Tzu Chi promueve el proyecto “Happy Campus“ (Campus Feliz, en español), que consiste en premiar a los estudiantes por su asistencia y atención en clases, otorgándoles artículos de una tienda.


La doctora Susan Wang revisa el pulso de Francisco y le proporciona un tratamiento de acupuntura. Fotos/Andy Chiang, Leslie Shieh
Francisco perdió a su esposa, Elsa Villaseñor, en noviembre y quedó a cargo de sus cinco hijos. A excepción de la mayor, Priscilla, los otros hijos son todos menores de edad. Este inesperado accidente tomó por sorpresa a la familia. Con el deseo de ayudar en situaciones de emergencia, Tzu Chi asumió con urgencia los gastos del funeral, la manutención de los hijos y ofreció consuelo espiritual a la familia durante el período del duelo.
Con la pérdida de su esposa y el estrés por la situación financiera de la familia, Francisco comenzó a sufrir de insomnio, por lo que fue inscrito en una clínica gratuita para mejorar sus problemas de sueño. La doctora Susan Wang le proporcionó una sesión con acupuntura y moxibustión y le sugirió de manera respetuosa algunos cambios en su vida para ayudarlo a dormir.


Francisco solo tuvo palabras de agradecimiento con los servicios brindados: “Los voluntarios de Tzu Chi me ayudaron a calmarme y me apoyaron económicamente. Cuando me hablaron, pude sentir su compasión y amor, querían ayudarme”.
Querían ayudar a mi familia, tal como han estado ayudando a esta comunidad. Estoy muy agradecido con Tzu Chi por ayudarnos a superar el dolor de perder a un ser querido.
Francisco Bustamante
Beneficiario de ayuda de largo plazo
Priscilla, la hija mayor de Francisco, también mostró su agradecimiento porque Tzu Chi les acompañó desde antes de que su madre muriera y mantuvo el apoyo una vez fallecida, brindando alivio material y consuelo espiritual para ayudarla a ella y a su familia en un momento muy difícil.

Por ello, la joven se inscribió como voluntaria de Tzu Chi y el año pasado participó en la distribución de invierno en East Palo Alto. En la jornada del 11 de junio de 2022, Priscilla ayudó en el reclutamiento de pacientes para la clínica gratuita de la comunidad, en la distribución de alimentos y siendo traductora de español para las personas que asistieron.
Es muy bueno poder ayudar a otros, porque Tzu Chi me ha ayudado a mí y a mi familia, y así puedo devolver lo que he recibido. Es grandioso ayudar a otras familias necesitadas y hacer que los demás se sientan seguros y reconfortados.
Priscilla
Beneficiaria de ayuda y voluntaria de Tzu Chi
Auxilio a largo plazo
Teresa Castro estuvo en una situación de vulnerabilidad desde que su esposo se sometió a un trasplante de hígado en el año 2020 y dejó de trabajar por la pandemia. Desde ese momento, la familia fue beneficiaria a largo plazo. Los voluntarios de Tzu Chi llevaron las necesidades diarias de inmediato y continuaron atendiendo a Teresa y su familia durante mucho tiempo.


Teresa Castro recibe medicina tradicional china por primera vez y aprovecha la clínica gratuita para hacerse una revisión de dientes. Fotos/Andy Chiang
La hija de Teresa, Lizette, que acababa de graduarse de una escuela secundaria local, recibió la beca Tzu Chi de este año. No solo sobresalió en la escuela, sino que también estaba dispuesta a ayudar a los demás. Bajo la guía de su maestro, dirigió a los miembros de su organización a reparar computadoras portátiles para estudiantes en comunidades desfavorecidas. Esto no solo fue significativo para ella, sino que también la inspiró a convertirse en ingeniera. Debido a que sus padres no podían trabajar, ella trabajaba a tiempo parcial en un restaurante además de su ajetreado trabajo escolar para mantener a su familia.
Con mucho esfuerzo y dedicación, Lizette fue admitida para inscribirse en la Universidad de Columbia para estudiar Ingeniería.
Estoy muy feliz de que nuestra hija pudiera solicitar la beca Tzu Chi, que alivia nuestras preocupaciones sobre la carga de las tasas de matrícula y remodela inmensamente su futuro.
Teresa Castro
Beneficiaria de asistencia a largo plazo
Fidela, residente de East Palo Alto ha ayudado en las distribuciones de alimentos por largos años. Tzu Chi se percató que Fidela sufre de fuertes dolores de espalda y fue así como la inscribieron para recibir tratamiento quiropráctico en la clínica gratuita.


La Dra. Wendy Chuang trata el dolor de espalda de Fidela y enseña técnicas de auto rehabilitación en el hogar. Fotos/Leslie Shieh
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