Tal Padre, Tal Hijo: La Historia de Tim Chang

Oficina Nacional  |  23 Septiembre, 2020
Tim Chang con su padre Nai-Liang Chang durante la ceremonia de graduación en California. Foto: Tim Chang.

Escrito por Audrey Cheng
Tranducido (Inglés) por Yao-yang Tang & Audrey Cheng
Traducido (Español) por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez

Al escuchar la palabra “abogado”, suele venir a la mente un hombre llevando puesto un traje a rayas, con cara de póquer y un personaje astuto. Sin embargo, ninguna de estas características, se aplica al abogado Tim Chang, J.D., quien en cambio, utiliza la sinceridad, la calidez, y  juicio equilibrado para ganarse la confianza de sus clientes. Estas cualidades provienen del ejemplo y el legado de su padre, Nai-Liang Chang, un ex fiscal y humanitario, cuyos pasos, Tim ha seguido a lo largo de su carrera y como voluntario de Tzu Chi.

Padres ejemplares

Cuando era solo un niño, la familia de Tim se mudó del vecindario de Shilin a la novena villa judicial ubicada en la Carretera Sur HangZhou. Su nuevo vecindario era una vivienda construida especialmente para quienes trabajaban en el Distrito Tribunal de Taipei, la capital de Taiwán. Y como su padre era en ese entonces abogado, Tim creció jugando con los hijos de otros jueces y fiscales e interactuaba con sus padres a diario. Incluso desde una edad temprana, las semillas de una carrera en derecho se plantaron inconscientemente en su mente. Pero el padre de Tim no era un abogado común.

Durante sus 60 años de carrera, Nai-Liang Chang ha recibido numerosos elogios por su trabajo, incluso el “Premio al servicio más distinguido de la nación, para un funcionario judicial” otorgado personalmente por Chiang Kai-shek, ex presidente de Taiwán. Además, recibió el Premio de las Naciones Unidas en Materia de Derechos Humanos por sus meritorios servicios en la persecución penal, y posteriormente fue enviado a Estados Unidos y Australia para asistir a una gira judicial. Más tarde, Nai-Liang se desempeñó como Juez Principal de los Tribunales Penales y Juveniles, para el Distrito Tribunal de Taipei, y como Juez para el Tribunal Superior de Taiwán. Dejó el poder judicial a la edad de 47 años y regresó a los Estados Unidos para estudiar más a través de su título de Juris Doctor.

Luego de pasar tiempo en los EE.UU., Nai-Liang regresó a Taiwán, continuó su carrera como abogado, siendo  contratado como asesor legal de varios ministerios gubernamentales. También, se desempeñó como asesor oficial del Yuan Ejecutivo, la rama ejecutiva del gobierno taiwanés, y comenzó a trabajar en la educación superior como profesor adjunto de derecho. Su esposa, Yue Wang, era maestra en la Escuela de la Bendita Imelda, la escuela católica más antigua de Taiwán, y en la Escuela Secundaria Shilin. El ejemplo de sus padres dejó una huella imborrable en Tim, quien iniciaría un nuevo capítulo al viajar a los Estados Unidos.

El viaje de un joven

Tim Chang en el día de su boda, con sus padres a la derecha. Foto: Tim Chang

Cuando TIm estuvo listo, para asistir a la universidad, recibió una beca y se fue a la Universidad del Sur de California, donde inicialmente se especializó en ingeniería eléctrica. Luego, se cambió a estudios internacionales y, siguiendo los pasos de su padre, ingresó a la Escuela de Derechos Pacific McGeorge, en Sacramento, donde obtuvo su título de Juris Doctor. También recibió una certificación en gobierno corporativo de la Escuela de Derecho – Universidad de Tulane, en Nueva Orleans.

Tim inició su carrera legal en litigios civiles. Pero pronto descubrió que trabajar en un contexto de adversarios era incompatible con su personalidad y carácter. Gradualmente se cambió a trabajos no relacionados con litigios (incluidas leyes comerciales, fusiones y adquisiciones, leyes de valores, etc.) a medida que Estados Unidos comenzó a ver un crecimiento vibrante en las actividades comerciales y de inversión viniendo de países del este de Asia (como Taiwán, China y Hong Kong) en los 90. Varias corporaciones taiwanesas y un banco internacional incluso buscaron la experiencia de Tim en el gobierno corporativo, y lo contratandolo como director independiente de la junta. Hoy, es socio de la firma Musick Peeler & Garretts, LLP.

En el 2009, Tim fue coautor de un libro popular escrito en chino mandarin sobre impuestos transnacionales, para inmigrantes en Estados Unidos de Taiwán y China. A pesar de haber vivido en los EE. UU. desde que estaba en la escuela secundaria, siempre ha bromeado que sus habilidades en el idioma chino “no podrían poner comida en la mesa para mi familia”. Y al tratarse de vocabulario legal especializado, enfrentó una curva de aprendizaje empinada. Sin embargo, superarlo significó disfrutar de una ventaja competitiva, y bilingüe sobre sus compañeros.

Una nueva generación llena de compasión

Tim con su esposa Lucy Huang y sus dos hijas, Tiffany y Kimberly. Foto: Tim Chang.

Cuando estaba en la universidad, Tim aprendió sobre la Fundación Tzu Chi, a través de su tía abuela, Manzi Wei Xie. Ella, en aquellos tiempos, era la actriz principal del drama Manzi en Casa presentado por Da Ai TV (Gran Amor, en español) – la cadena de televisión establecida por Tzu Chi en Taiwán.  También, daba cursos de arreglos florales en la Morada Jing Si. Un día, Tim junto con sus padres acompañaron a la tía abuela a visitar el Hospital Hualien Tzu Chi (casi completado en ese momento) y la Morada Jing Si. Tras ver lo que la Venerable Maestra Cheng Yen estaba haciendo para mejorar la atención médica en la isla, Tim se sintió profundamente emocionado, y sus padres decidieron contribuir dinero para la construcción del hospital, así como una habitación, para pacientes y dos camas. 

Desde los 80s, la familia Chang ha estado haciendo donaciones mensuales a la Fundación Tzu Chi. Al estar más involucrado y apasionado por ayudar a los demás, el padre de Tim, Nai-Liang, incluso se convirtió en asesor legal, para la fundación, incluso enseñó derecho a la primera clase de estudiantes de la Escuela de Enfermería Tzu Chi durante su primer año de funcionamiento.

Uno de los clientes de Nai-Liang presentó a su hija a Tim. Su nombre es Lucy Huang, y tiempo después de ese primer encuentro, se casaron y comenzaron a vivir en la ciudad de San Marino, California. Lucy también es una gran triunfadora, ya que recibió una licenciatura en administración de empresas y una maestría en educación. Después de graduarse, comenzó a trabajar con su padre y cofundó Charter Enterprise, una empresa de equipamiento de cocina. Ella y su familia son discípulos del Templo Budista Fa Kwang y también han apoyado a Tzu Chi.

Tim y Lucy tienen dos hijas adolescentes llamadas Tiffany y Kimberly. Ambas también tienen un espíritu caritativo. Cuando descubrieron que las unidades neonatales en los hospitales locales tenían pocos sombreros, para mantener calientes las cabezas de los bebés prematuros, las niñas reclutaron a sus compañeros de clase para tejer sombreros. Luego los donaron a guarderías y unidades de cuidados intensivos neonatales en varios hospitales.

Aquel esfuerzo se convirtió en lo que ahora es Madhatter Knits (tejidos madhatter, en español), una organización sin fines de lucro 501 (c) (3) con sucursales en ambas costas de los Estados Unidos. Este verano, los voluntarios de Madhatter Knits también trabajaron con Tzu Chi USA, para fabricar equipos de protección personal para nuevas madres y bebés. Sin embargo, las crecientes contribuciones de la familia Chang no han pasado desapercibidas.

El 21 de febrero 2007, la familia Chang apareció en la portada del periodico Los Angeles Times. El artículo titulado Sintiendo el tirón de la tradición explicó cómo a medida que se expanden los lazos comerciales con China, los estadounidenses de origen chino están adquiriendo nuevos intereses en las viejas costumbres. Tiffany, quien apareció en la foto del periódico, además había participado recientemente en el Concurso de Artistas Jóvenes del Centro para Líderes Globales Futuros (CFGL, por sus siglas en inglés) y se convirtió en finalista. Tim se ha sentido especialmente orgulloso de sus hijas por sus logros, consideración y disposición a poner en práctica la compasión.

Una impresión inolvidable

Tim Chang y su esposa Lucy Huang conocen a la Maestra Cheng Yen. Foto: Tim Chang.

En 1998, Tzu Chi USA necesitaba asesoría legal, ya que estaba expandiendo sus operaciones en los Estados Unidos. La Maestra Cheng Yen animó al vicepresidente Biyu Lin y a la hermana Debra Boudreaux a consultar a Nai-Liang Chang. Al final de la reunión, Nai-Liang sonrió y dijo: “La persona que la Maestra está buscando no soy yo, sino mi hijo, Tim Chang, quien ejerce la abogacía en California”. Aquel fue un momento de júbilo para el equipo.

La oficina nacional de Tzu Chi USA se basa en el estado California. Por suerte, ahí también vive Tim Chang junto con su familia. Parecía como si el destino los hubiera unido. Más tarde, Tim también brindó servicios legales a algunos templos y organizaciones budistas en el sur de California, y se desempeñó como fideicomisario en la Junta de la Universidad de Occidente

Recordando su primer encuentro con la Venerable Maestra Cheng Yen en 1998, Tim indica que la conoció mientras se encontraban en el Jing Si Hall de Hualien. Llegó justo a tiempo, para almorzar con ella, quien no habló mucho durante la comida, pero le decía, “come más, hablemos más tarde.” La Venerable Maestra terminó su comida tan rápido y dejó la mesa antes de que Tim pudiera terminar. Como más tarde descubriría, ella vive su vida contando en cuestión de segundos, sin perder tiempo.

Al año siguiente, un terremoto golpeó Taiwán el 21 de septiembre, devastando muchas comunidades, matando a 2.415 personas, hiriendo a 11.305 y destruyendo 51.711 edificios y viviendas.  Antes del terremoto, Tim había hecho una cita, para ver a la Maestra Cheng Yen, y luego le preguntó después si debía cancelar. La respuesta fue, debemos proceder según lo programado. Entonces, voló a Hualien un par de semanas después del terremoto.

En aras del tiempo, la Venerable Maestra le pidió a Tim, que la acompañara mientras visitaba las viviendas temporales y los sitios de ayuda en casos de desastre, para que los dos pudieran discutir sus asuntos en el camino. Tim quedó sorprendido con lo que vio. Por todo Taiwán, los voluntarios de Tzu Chi estaban construyendo refugios temporales, para los sobrevivientes del terremoto que quedaron sin viviendas.

Desde el autobús en el que viajaban, Tim vio camiones sobre camiones, que llegaban con materiales y enjambres de voluntarios que rodeaban a la Maestra. Para él, ella se convirtió en una salvadora y en un faro de fuerza y ​​determinación en medio del caos. Ese mismo día, Tim también se sentó y escuchó cómo los arquitectos y voluntarios informaban a la Maestra sobre el estado de reconstrucción y alivio. Toda la experiencia le dejó una profunda impresión.

Han pasado más de 20 años desde que Tim ofreció sus servicios legales a Tzu Chi USA por primera vez. Su trabajo para la organización ha incluido asuntos legales relacionados con exenciones fiscales, bienes raíces, donaciones, gobierno de junta, operaciones diarias, finanzas, así como asistencia en la solicitud de asociación de ONG con el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas. También cumplió su deseo de convertirse en director honorario de la junta de Tzu Chi a través de sus contribuciones caritativas. Además, ha reclutado a cada uno de sus suegros y amigos,’ para que hagan lo mismo. 

Por invitación del Dr. William Keh, Tim actualmente es miembro de la junta de la Fundación Médica Tzu Chi. “Aunque no he pasado por el entrenamiento de comisionados de Tzu Chi, siempre me he considerado uno con Tzu Chi. Ahora es mi deseo seguir los pasos de la Venerable Maestra por el resto de mi vida “, comentó Tim humildemente.

Otro camino comienza

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Tim Chang se convierte en comisionado de Tzu Chi y se ofrece como voluntario con sus dos hijas. Foto: Tim Chang.

Lo que marcó a Tim fue la persistencia y comprensión del tiempo y esfuerzo de la Maestra. Él dijo: “Las enseñanzas de la Maestra con sus discípulos nunca parecieron involucrar doctrinas budistas profundas y difíciles. Ella es una persona sincera. Las personas que le hablan, se ponen en acción gracias a su sincera dedicación en brindar alivio a los pobres y su devoción a la compasión. Cada vez que me dice, ‘pon tu corazón en acción’, lo tomo como un impulso para vivir una vida más plena “.

Durante años, las hermanas Mary Keh y Debra Boudreaux alentaron a Tim a participar en la capacitación, para convertirse en comisionado. Debido a que estaba ocupado con su negocio, lo había pospuesto. Cuando Tim por fin fue a la Oficina Nacional Tzu Chi USA para tomar clases de entrenamiento, un par de hermanas quedaron confundidas, porque pensaron que ya era comisionado luego de estar entre los voluntarios durante tanto tiempo.

Después de recibir el entrenamiento, Tim tuvo un aprecio más profundo de lo que la Maestra quería decir con “ejercer diligencia poniendo en acción la compasión”. No solo debe estar atento a los asuntos de Tzu Chi, sino que, también debe estar atento a todas las cosas que encuentra en su vida diaria. Mucha gente viene a la fundación debido a las virtudes de la Maestra. La mayoría de la gente viene para ayudar a otros. En el proceso, son conmovidos y transformados por el sufrimiento que ven y los servicios que prestan. Al final, llegar a Tzu Chi es encontrar una forma de vida que pueda transformar la esencia de lo que somos.

Bodhisattva 2.0

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Como comisionado de Tzu Chi, Tim ayuda con la recaudación de fondos mientras recorre las calles. Foto: Tim Chang.

Después de ver cómo los voluntarios han pasado por tanta adversidad, Tim cree que la gente de Tzu Chi no debería simplemente hacer obras de caridad; también deben proteger los principios y defender sus creencias. De esta manera, la pureza y la bondad de los corazones de las personas no están enceguecidos, ni corruptos. Una forma en que ha tratado de hacer esto es compartiendo sobre la fundación a través de sus cuentas de redes sociales, incluido Facebook.

Este tipo de divulgación ayudó tanto, que un amigo suyo pidió unirse al evento de distribución, después de ver una publicación. Otro lo llamó, para hacer una donación para un puesto de director honorario. Esto llevó a Tim a comprender el poder y la eficacia de las redes sociales para inspirar a otros.

Un ejemplo es la historia de Ken Larsen, quien ha sido amigo de la esposa de Tim, Lucy, durante más de 30 años. Cuando comenzó la pandemia, la hija de Ken que trabaja en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Valley Presbyterian, le dijo a su padre lo poco que ella y sus colegas llevaban mascarillas N95 mientras trataban a pacientes con COVID-19. Ken luego pidió ayuda a Tim, y la Fundación Médica Tzu Chi no tardó en responder.

A través de esta historia, los amigos de Tim en Facebook, incluida su suegra, se pusieron en acción. Rápidamente donó dinero a Tzu Chi, para comprar más equipos de protección personal (EPP). Tim citó la amabilidad de la Maestra Cheng Yen en Facebook: “Usar una mascarilla solo puede curar los síntomas, pero una dieta vegetariana puede resolver el problema del COVID-19”. Luego, algunos de sus amigos comenzaron a patrocinar la recaudación de fondos Una Mejor Comida, Un Ciclo De Amor, organizado por la Fundación Médica Tzu Chi, la cual proporcionó loncheras vegetarianas para el hospital y la comunidad de atención médica.

A través de su trabajo y compromiso con la comunidad, Tim Chang es un ejemplo sobresaliente de una vida inspirada por la compasión, generosidad y humanidad: valores, que su padre le inculcó, que continuarán inspirando a muchas generaciones por venir.

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