Escrito por Audrey Cheng & Jennifer Chien
Traducido por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
El presidente ejecutivo de la Fundación Médica Tzu Chi, Dr. William Keh, recibió un cargamento de 240 mascarillas NK95 de las oficinas de Tzu Chi Noreste en Nueva York. Al recibir el cargamento, el Dr. Keh llamó por teléfono a Ken Larsen. En menos de una hora, el Sr. Larsen llegó a su oficina en Alhambra con una misión en especial: encontrar respiradores N95 para su hija Heather, que labora como enfermera en la unidad de cuidados intensivos en el Hospital Valley Presbyterian, ubicado en el barrio Van Nuys, dentro de la ciudad de los Ángeles, en el estado de California
Desde que comenzó la pandemia, el hospital Valley Presbyterian ha tenido una afluencia de pacientes infectados con el nuevo coronavirus. En el hospital y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde Heather trabaja el uso de mascarillas N95 ha sido limitado para todo el personal de trabajo. La gravedad de esta escasez quedó aún más evidenciado cuando dos de sus colegas dieron positivo a la prueba del coronavirus.
El Señor Larsen se preocupaba por la carencia de insumos de protección personal cada vez que su hija tenía guardia en el hospital. Como padre se preocupaba por Heather y sus colegas que estuvieran a buen resguardo, y comenzó a buscar por todos los lugares, personas que lo ayudarán a conseguir las mascarillas N95, sin lograr su objetivo. Hasta que una familia le sugirió que vaya a las oficinas de Tzu Chi.
Tim Chang es un asesor legal de Tzu Chi en EE.UU al enterarse que Ken buscaba ansiosamente las mascarillas Tim lo dirigió hacia el formulario de la Fundación Médica Tzu Chi, para hacer la solicitud a nombre de la institución hospitalaria del equipo de protección personal. El día que llegaron los artículos donados, Tim se encontraba en compañía de su cuñada Lynn Huang. Ellos observaron cómo Ken agarró una caja de respiradores N95 con los ojos llenos de lágrimas.
Estoy muy feliz por expresar mi más sincero agradecimiento.
El Dr. Keh también agradeció a los voluntarios de Tzu Chi Nueva York que hicieron posible que el cargamento de suministros médicos llegará.
Le agradezco enormemente a la sucursal Tzu Chi en Nueva York por entregar una caja de equipo de protección personal a la Clínica Médica Tzu Chi, para el doctor Ken. Tanto el padre como la hija de la familia Larsen agradecen profundamente las donaciones realizadas por Tzu Chi, lo que realmente toca el corazón de todas las familias.
Lynn mostró una foto en su celular; en la foto se puede ver a dos mujeres jóvenes con sonrisas esplendorosas. Una de ellas es Heather, y la otra, era una de sus colegas que había fallecido a causa del COVID-19. La promesa de recibir un equipo de protección personal y la amenaza que enfrentan los profesionales de la salud sin esa protección fue demasiado real. Fue un recordatorio de lo frágil que es la vida.
