Escrito por Maple Gu
Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli
En enero de 2023, California fue golpeada por una tormenta de invierno que causó inundaciones. El vecindario de Planada fue uno de los más afectados. Los voluntarios de la Región del Noroeste de Tzu Chi respondieron a las inundaciones. En febrero se dirigieron al condado de Merced, California, para llevar a cabo tres actividades consecutivas de distribución de ayuda en caso de desastre.
Olivia Gómez, enlace del Distrito Escolar de Planada, dijo: “Después de las inundaciones, nos reunimos con los voluntarios de Tzu Chi en el United Disaster Relief Center. Vinieron a distribuir tarjetas de efectivo a los residentes que habían sido desplazados y habían perdido muchas de sus pertenencias”.
Durante la distribución de ayuda de emergencia luego de la inundación de Planada, los voluntarios de Tzu Chi notaron que los residentes locales necesitaban atención médica. Así que ampliaron sus servicios desde servicios caritativos hasta atención médica. El 28 de abril, los voluntarios llevaron a cabo una clínica especial llamada Highway 99, proporcionando servicios de atención ocular gratuitos a los residentes.
El Equipo de Clínica Móvil de Fresno de Tzu Chi en la región central de California ha venido realizando clínicas gratuitas a lo largo de la Highway 99, que conecta la capital de California, Sacramento, y Silicon Valley. Según Olivia Chung, gerente del equipo, “Comenzamos este programa de clínicas gratuitas hace unos años y hemos estado realizando clínicas a lo largo de la Highway 99 desde Fresno, Modesto, Stockton, hasta Sacramento”.
La necesidad de atención ocular es enorme en Planada, donde la mayoría de los residentes dependen de la agricultura. Los padres, muchos de los cuales no tienen seguro médico, apenas pueden pagar el alto costo de los lentes. Su situación se vio agravada por las inundaciones. Olivia Chung dijo: “Estamos aquí hoy para el programa Highway 99 porque sabemos que algunos de los niños en este vecindario han perdido o dañado sus lentes en las inundaciones, así que queríamos venir aquí para brindar ayuda”.
Claudia González, una sobreviviente que vive en Planada, ha estado reconstruyendo su hogar desde el desastre, su vida ocupada no le permite cuidar de la vista de sus hijos. Ella dijo: “Ni siquiera me di cuenta de que era un problema antes, y me sorprendió un poco que mis hijos necesitaran anteojos”.
El problema de que los niños de la escuela no reciban sus anteojos de manera oportuna no es infrecuente en la comunidad. Según la Dra. Mónica García, una voluntaria optometrista que creció en el vecindario de Planada, “Muchos estudiantes y niños en realidad no se dan cuenta de que su visión está borrosa, y esto cambia su desempeño académico y su perspectiva de futuro. Es un momento crítico para ellos, para que puedan ver. Este es un momento crucial para su desarrollo futuro”.
Los rostros de los niños estaban llenos de alegría cuando eligieron sus lentes favoritos y se vieron en el espejo. La pureza y la satisfacción son lo que impulsó a los voluntarios a dedicarse.
Mi objetivo es devolverle algo a la comunidad, y por eso sigo regresando al vecindario después de convertirme en optometrista.
Con la intención de cuidar la salud de los pobres y los enfermos, el equipo médico de Tzu Chi nunca teme las dificultades y las distancias para viajar a vecindarios remotos y empobrecidos. Su objetivo es que los niños escolares que sufren enfermedades oculares puedan estudiar y vivir de manera más fácil. Esto les permite cambiar sus vidas al recibir una educación superior.
