Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por M. Carolina Saheli
El condado de San Bernardino, ubicado en la región conocida como Inland al sur de California, es el tercer condado más pobre de los Estados Unidos. Los habitantes de esta ciudad son, en su mayoría, trabajadores agrícolas quienes luchan cada día por sobrevivir ante la situación económica a la que se enfrentan. Tzu Chi está al tanto de este problema, por eso desde 1996 la Oficina Nacional de la fundación inició el proyecto de distribución de alimentos, así como también la organización de clínicas gratuitas trimestrales, que sirven de gran ayuda debido a que estas personas no cuentan con seguro médico. Vale la pena destacar que Tzu Chi ha trabajado en esta comunidad por más de 20 años.
Además de los servicios de medicina occidental y medicina tradicional china, la clínica de Tzu Chi en San Bernardino ofrece atención dental y oftalmológica. Estos servicios no son cubiertos por algunos proveedores de seguros en Estados Unidos. Los pacientes que visitan las clínicas de Tzu Chi pueden recibir medicamentos y anteojos de forma gratuita. Mientras que aquellos pacientes que requieren servicios médicos especializados, los voluntarios se encargan de ponerlos en contacto con médicos que pueden atenderlos.
Estos esfuerzos hechos por Tzu Chi y sus voluntarios, tienen como objetivo ayudar a las familias necesitadas proporcionándoles atención médica profesional para así romper el ciclo de pobreza causado por la enfermedad.
A raíz de la pandemia, las clínicas tuvieron que interrumpirse temporalmente y fueron retomadas por Tzu Chi en el año 2022. Con plena conciencia de los desafíos que enfrentan los residentes menos afortunados en la era posterior a la pandemia, los voluntarios de Tzu Chi preparan suministros provenientes del Treasure Hut de Tzu Chi para donar durante las jornadas de las clínicas. Esta iniciativa permite a las personas necesitadas seleccionar prendas de vestir, calzado y artículos esenciales, lo que resulta en una reducción de sus gastos y permite que sus ingresos se destinen a las necesidades más apremiantes.
Iluminando vidas en medio de dificultades
Deborah Duan, optometrista de Tzu Chi, comentó que, “muchos residentes no se han hecho exámenes de la vista en 6 o incluso 15 años. Algunos nunca se han hecho un examen de la vista. No solo proporcionamos exámenes de la vista, sino que también revisamos la salud ocular. Si tenemos tiempo, incluso fabricamos gafas. De esta manera, pueden llevarse gafas nuevas de inmediato a casa”.
La mayoría de los médicos de Tzu Chi disponen de un intérprete en la sala para facilitar una comunicación fluida con los pacientes, eliminando así cualquier barrera de idioma y brindando una atención humanista.
Noel López, uno de los pacientes, agradeció la atención y compartió, “trabajo de lunes a viernes, y la clínica está abierta los fines de semana. Es perfecto: puedo llevar a mis hijos al médico. Acabo de hacerme un examen de la vista y me dieron un par de gafas. Mi hijo también se hizo una prueba de la vista”.
Puedes ver sonrisas en sus caras: ¡Puedo leer! ¡Puedo ver! ¡Puedo ver colores vibrantes!
Debra Boudreaux,
directora ejecutiva de Tzu Chi USA.
El elevado costo de la atención médica en los Estados Unidos constituye uno de los principales problemas que afecta a muchas familias de escasos recursos. Las clínicas gratuitas de Tzu Chi se convierten en un salvavidas para incontables pacientes y sus familias, brindándoles apoyo.
Puede ser parte de la noble causa de Tzu Chi, impregnada de compasión y amor, para así ayudar a aquellos que lo necesitan en nuestra comunidad a seguir recibiendo atención médica de primera calidad.