Escrito por Sabrina Ho, Suching Wang
Traducido y adaptado al español por Gabriela Barzallo
Editado por M. Carolina Saheli
OneLegacy es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la donación de órganos, ojos y tejidos, ubicada en el sur de California. Funciona como un puente entre donantes y pacientes que necesitan donación. Cada año, el 1 o 2 de enero, patrocinan una carroza en el Desfile de las Rosas en Pasadena, California. La sede de Tzu Chi USA está invitada a participar en la construcción y decoración de su carroza anual, y a difundir el mensaje sobre la donación de órganos, ojos y tejidos para curar y salvar vidas.
El regalo que da vida
Este 2023 se conmemora el vigésimo aniversario de la participación de One Legacy en el Desfile de las Rosas. Para celebrar a los donantes de órganos y a sus familias en todo el mundo, este año, su carroza estaba decorada con un dragón tradicional chino. Se eligió a esta criatura mítica y símbolo de buena fortuna para promover el lema de la organización, “Donar Vida” y el mensaje de “Levantarnos los unos a los otros”.
Los padres de un donante de órganos, Richard Casper y su esposa decoran la carroza cada año. Están orgullosos de la donación de órganos de su hijo: “Donó tejidos, ligamentos y córneas, que ayudaron a 198 personas. Josh era un gran chico. Apoyamos a OneLegacy a través de su donación; es algo grande para mi familia. Nos levanta, igual que el lema “Levantarnos los unos a los otros” que transmite esta carroza. Inspira a mucha gente, y nos da propósito y alegría. Disfrutamos mucho trabajando con todo el mundo, con los niños pequeños, enseñándoles a decorar la carroza y también compartiendo por qué estamos aquí”.
Jóvenes y adultos voluntarios de Tzu Chi trabajaron juntos en decorar la carroza de este año, preparando las flores o pegándolas cuidadosamente. Las flores llevaban mensajes de vida. Además de expresar gratitud a los donantes de órganos y a los equipos médicos que hacen posible la donación, los esfuerzos de cada uno también rindieron homenaje y demostraron un sincero respeto a quienes han dado el don de la vida, deseando una vida sana a cada beneficiario, y gratitud a quienes han donado.
Gratitud por el don de la vida
El programa de donaciones de OneLegacy permitió a Chris Rodriguez tener una nueva vida. En sus palabras: “Me diagnosticaron miocardiopatía. Una joven y su familia me obsequiaron el regalo de la vida. Estoy agradecido por los sacrificios y retos de aquella familia para salvar mi vida”.
Estoy aquí para decirles con certeza que, ese punto rosa (un punto rosa se marca en la licencia de conducir en los Estados Unidos por ser voluntario donante de órganos, ojos y tejidos) que indica donante y beneficiario y que ayuda a una vida a través de la donación es muy, muy importante.
Cindy Rodríguez, madre de un beneficiario de una donación, compartió una carta de la familia del donante: “Es una carta muy conmovedora de la familia, y citó: ‘Estamos muy agradecidos de poder hacer esto por su hijo y deseamos que tenga la bendición de cuidar su corazón y vivir una vida plena’. Mi hijo respondió a la familia. Espero que OneLegacy les pueda hacer llegar esta carta antes de Navidad, y que sea una gran bendición para ellos.”
Salvar más vidas
Como joven voluntaria, Katie Tan se sintió profundamente conmovida por las historias de las familias de los donantes, así como de los beneficiarios y sus familias. “Me gustaría hacerme donante también para que más gente pueda vivir”. Se puede inscribir para donar órganos, ojos o tejidos en DonateLife.net.
Durante los últimos 20 años, la sede central de Tzu Chi USA se ha asociado con OneLegacy para educar a la comunidad chino-estadounidense sobre la importancia de salvar vidas a traves de la donación de órganos, ojos y tejidos. Además, Tzu Chi ha ayudado y apoyado a las familias de los donantes con los preparativos hospitalarios y funerarios.
Mientras decoraban la carroza, los voluntarios de Tzu Chi llegaban temprano todos los días para aprender sobre seguridad en el trabajo y desglosar las tareas del día. Después de trabajar duro durante muchas horas, salían del trabajo juntos, alegres al pensar en el bien que podría conseguir la carroza y felices de haber formado parte de un esfuerzo increíble para ayudar a quienes necesitan un trasplante.
