Escrito por Yuqin Zheng
Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por M. Carolina Saheli
Por primera vez después de la pandemia, Tzu Chi reanudó su clínica de salud gratuita en Sacramento, California. El evento tuvo lugar el pasado 16 de octubre en el gimnasio de The Highlands Community Charter School y fue organizado por el Centro de Servicio de Tzu Chi en Sacramento. Los voluntarios trabajaron incansablemente ese día para ayudar a todas las personas que buscaron atención médica.
Como medida de precaución y para proporcionar un ambiente seguro para todos los pacientes, se les tomó la temperatura, se les revisó la presión sanguínea, todos mostraron sus tarjetas de vacunación contra COVID-19 y se les revisó para detectar síntomas del virus.
Con la intención de brindar el mejor servicio posible, en esta clínica gratuita también se brindó un ambiente cálido y acogedor para todos.
Vale destacar que siguiendo con las medidas de protección, este año los cubículos expansivos usados por los médicos de medicina china y de odontología para así evitar la transmisión de bacterias, fueron diseñados con tecnología Da.Ai.
Un grupo de jóvenes voluntarios de Tzu Chi, acompañados por sus padres, organizaron el gimnasio un día antes e instalaron todo el equipo necesario para el cuidado de los pacientes sin ningún problema.
Además de las tres áreas de consulta dental y las de consulta de medicina china, la unidad móvil odontológica de Da.Ai de San José también estuvo en este evento con dos dentistas trabajando en ella para atender a más personas.
Quienes se acercaron también pudieron hacerse acupuntura para aliviar sus dolores musculares y óseos. La mayoría de los pacientes atendidos comentaron que tenían tiempo sufriendo de estas molestias, pero nunca antes habían podido tratarlas. En total, 30 pacientes recibieron ayuda del equipo médico de Tzu Chi.
Brindar ayuda a los necesitados es una muestra de amor
Por su parte, Ana Navarrete, voluntaria de Tzu Chi y funcionaria de la Escuela Comunitaria Charter de Highlands, comentó que “nunca antes había oído hablar de Tzu Chi, esta fue mi primera vez. Trabajo en la escuela y esta es una excelente oportunidad para los estudiantes y sus familias que necesitan ayuda. Todos los voluntarios de Tzu Chi son geniales. ¡Sin duda ustedes son el mejor equipo de dentistas! ¡Estoy muy feliz de que puedan ayudar a nuestros estudiantes!”.
También recalcó la importancia que el voluntariado tiene ahora en su vida. “Emigré de México cuando era niña. No podía permitirme ir al dentista cuando era joven, pero ahora puedo ayudar a mis alumnos con todo el proceso y esa es la razón principal por la que vine a este evento de voluntariado”, dijo Ana.
Gracias a la ayuda proporcionada por Ana, los pacientes hispanos pudieron responder los formularios y registrarse para ser atendidos por el equipo médico.
Oscar Aguilar compartió su experiencia al acudir a este evento diciendo: “Vivo en Sacramento y vine porque me dijeron sobre este operativo. Antes de entrar a la sala, me pidieron mi tarjeta de vacunación y me hicieron una prueba rápida de COVID-19. La oficina estaba muy limpia y también había un internista para tomarme la presión arterial, quien además me sugirió formas de mantener mi presión arterial bajo control. Toda esta atención me hizo sentir muy bien”.
Por otro lado, Amy Tran, quien es budista y una de las dentistas de Tzu Chi, dijo que esta fue su primera participación en un evento de la fundación y recalcó su admiración por el trabajo realizado por todos los voluntarios. Agregó que cuando era estudiante en UCLA participó en algunas clínicas móviles, pero ahora que tiene más tiempo para ayudar a los demás pudo registrarse para este operativo. “Estoy sorprendida por el profesionalismo en cada detalle y la atención que le ponen a cada proceso. Todo facilita el trabajo de los dentistas”, dijo Amy Tran.
Todas las personas son muy amables, todos trabajan juntos para realizar las tareas. El almuerzo vegetariano estuvo delicioso, lo que me hizo muy feliz. ¡Espero con ansias la próxima clínica gratuita y me encantaría volver a participar!
Jóvenes muestran su empatía al trabajar en la clínica
Trece jóvenes voluntarios de Sacramento Tzu Chi y sus padres vinieron al gimnasio el día antes de la clínica para el trabajo de preparación. Además de ayudar a transportar suministros y configurar equipos médicos complejos, era fundamental aprender a instalar y utilizar instrumentos médicos. Los jóvenes voluntarios de Tzu Chi son estudiantes ágiles e inteligentes de secundaria o preparatoria, y les tomó solo dos horas instalar el sitio de la clínica.
Vale destacar que el día de la clínica 14 jóvenes voluntarios también estuvieron presentes trabajando.
Ha habido bastantes jóvenes voluntarios en el sitio en la fecha de la clínica gratuita. Catorce jóvenes voluntarios Tzu Chi estudiantes de la Universidad de California en Davis de UC Davis y del Departamento de Enfermería de la Universidad del Pacifico, trabajaron en varias estaciones de servicio. Ayudaron a los pacientes con el registro, a tomar su altura y peso, y a guiarlos durante todo el proceso. Mientras que algunos ayudaron con la esterilización de los instrumentos y asistieron a los médicos dentistas y a los especialistas de medicina china.
Angel Tseng, un joven voluntario de Tzu Chi estudiante de la Universidad de California, se encargó de explicar el origen y significado de las alcancías de bambú de Tzu Chi. “Lo que me generó mayor impacto hoy fue que muchos de los pacientes no hablaban inglés, por eso se hizo difícil tratar de explicar. Sin embargo, mi compañero de trabajo y yo tuvimos que hacer todo lo posible para asegurarnos de que nos entendieran. Usamos revistas, volantes, y fotos para transmitir el espíritu de Tzu Chi”.
Sin decir las palabras para comunicarnos, aún podemos transmitir nuestras creencias.
Con cada evento organizado por Tzu Chi se demuestra que no existen límites para el amor, ni para mostrar empatía por los demás. Los que asistieron a la clínica gratuita pudieron completar sus tratamientos y también aprendieron sobre la filosofía de Tzu Chi.
La clínica gratuita terminó a las 3 de la tarde, se atendieron a 30 personas quienes pudieron chequear su salud y conocer el trabajo que hace Tzu Chi. También al finalizar la actividad otro grupo de voluntarios de Tzu Chi prepararon comida vegetariana, para los que estuvieron todo el día en el gimnasio de la Escuela Comunitaria Charter de Highlands. Este delicioso almuerzo alegró a todos y quienes después de comer pudieron continuar con el trabajo de la clínica gratuita de la tarde luego de recuperar fuerzas y compartir estos momentos.
El trabajo de Tzu chi se hace posible gracias a la ayuda de personas de buen corazón.
