Escrito por Wendy Tsai, Benny Cheng, Kevin Chung
Traducido (Inglés) por Diana Chang
Traducido (Español) por Hernán Goicochea
Editado por Maribel Suárez
En el estacionamiento de las oficinas Tzu Chi USA, en Washington D.C., aún se veían rastros de agua, indicando que hace poco habían caído gotas de lluvia. Aunque las lluvias habían cesado, el frío húmedo en el aire recordó a todos los voluntarios que había llegado la estación de otoño y, con él, la temporada de gripe.
El 26 de septiembre, más de treinta voluntarios de la Fundación Tzu Chi, se reunieron aquí para realizar – por segunda vez – una distribución de alimentos, mientras continúa en marcha la pandemia de COVID-19. Además, para ofrecer vacunas gratuitas, contra la gripe para los residentes locales.
“Hay alrededor de 70 [familias], que vendrán a recoger la comida”, dijo Frank Chen, el director ejecutivo de la Oficina Regional Tzu Chi Washington D.C. Para facilitar el distanciamiento social, los voluntarios diseñaron un método de distribución, por autoservicio, para que las familias pudieran recoger los víveres de manera rápida y segura.
Al ver a todos los voluntarios trabajando en apuro, Chen agregó: “Comenzamos los preparativos, hace dos semanas, a través de funcionarios del gobierno local y trabajadores sociales en el condado de Fairfax, y nuestros voluntarios, notificaron a las familias [para] que vinieran”.
La distribución de alimentos, tenía como objetivo apoyar a las familias desfavorecidas para que puedan poner comida en sus mesas y, para ver las sonrisas de cada rostro de las personas, mientras recogían sus bolsas de víveres. El evento logró su objetivo.
Varios miembros de la comunidad, también participaron en el evento, ofreciendo una mano amigable. Stephanie Diloreto, una de las voluntarias locales, que se unía al equipo de Tzu Chi, por primera vez, se enteró sobre la fundación por medio de un colega, y durante el evento estuvo contenta de poder ayudar.
Escuché, que Tzu Chi, es una gran organización, así que, hice algunas búsquedas en Internet. Es la primera vez que trabajo como voluntaria hoy. Todos aquí, son muy amables y yo me integro en el equipo de forma natural.
Ese mismo día, los voluntarios de Tzu Chi USA, además ofrecieron vacunas gratuitas contra la gripe, para cada familia necesitada. En los últimos años, en preparación, para la estación de otoño, los médicos voluntarios de Tzu Chi, solían dar vacunas gratuitas, contra la gripe durante eventos llevados a cabo en los distritos escolares. Cada vacuna se administraría a personas, sin seguro médico o familias de bajos ingresos. Sin embargo, dado que este año, las escuelas estuvieron cerradas debido a la pandemia, los voluntarios decidieron ofrecer vacunas durante la distribución de alimentos.
Ahora, especialmente con el COVID-19, es peligroso si los dos afectan a una persona, así que, animo a todos a vacunarse contra la influenza.
En el pasado, muchos residentes habían recibido vacunas, por parte de los voluntarios médicos de Tzu Chi, y esta vez reconocieron de inmediato su experiencia. El Dr. Hiro Huang y Joan Huang formaron parte del equipo de médicos que administraron inyecciones esta vez. El Dr. Huang, que tiene 80 años de edad, vacunó hábilmente a pacientes de todas las edades. Incluso antes de que muchos pudieran responder, la inyección terminó y los voluntarios estaban limpiando el área vacunada con una bola de algodón. La habilidad del equipo fue complementada por muchos pacientes, que exclamaron: “¡Ni siquiera duele!” o “¡No lo sentí en absoluto!”
Como de costumbre, los voluntarios de Tzu Chi aprovecharon del evento para presentar la alcancía de bambú, compartiendo cómo incluso una pequeña cantidad ahorrada y donada regularmente tiene la capacidad de crear ondas de bien en el mundo.
Un buen pensamiento generado en un segundo, si se mantiene, puede convertirse en la dirección y el propósito de toda una vida.
Para algunos que asistieron a la distribución, fue la oportunidad de devolver las alcancías de bambú que habían recibido en el pasado, durante eventos anteriores. Esta vez llena de monedas o billetes en efectivo. Por ejemplo, María Martínez y su madre trajeron dos alcancías de bambú llenos de monedas que habían guardado con amor, para ayudar a los necesitados. María y su familia conocieron a los voluntarios de Tzu Chi hace más de una década.
Cada vez que veníamos a vacunarnos, los voluntarios de Tzu Chi, nos daban alcancias de bambú, y acumulábamos, las monedas en casa y las traíamos la próxima vez que nos encontrábamos.
La madre de María, sabía que su amor ayudaría a servir a más personas necesitadas a través de las actividades de Tzu Chi. Aunque no habla bien inglés, expresó sus sentimientos en pocas palabras, que emocionaron a los voluntarios: “Gracias por todo. Estoy feliz por ustedes”.
