Escrito por Shu Li Lo
Adaptado al español por Juan Manuel Bonilla
Editado por Maribel Suárez
La decisión de la ropa que va a utilizar durante el día, puede ser algo difícil, y más, cuando se tiene un armario lleno, pero piensa, ¡No tengo nada que ponerme!. La vestimenta, es una necesidad básica en cada individuo. Por lo general no pensamos en el valor que esta ropa puede tener para otras personas, que no tienen esta oportunidad. En África y Latino América donde la economía es desigual y muchas personas, no tiene la capacidad monetaria, para comprar, ropa, calzado y accesorios, lo que para otros es un hecho.
Durante una donación que se realizó en Haití, algunos voluntarios de Tzu Chi, se percataron de que una mujer de 70 años envolvía cuidadosamente en una bolsa de tela los zapatos que le acababan de entregar. Dulcemente, ella les explicó que era el primer par de zapatos que había tenido en su vida. Es increíble que un mensaje así de poderoso, se vea reflejado en ese par de zapatos. El reciclaje de ropa de segunda mano muestra cada vez más la importancia de ayudar a otros y de cuidar las cosas que uno tiene.
El valor de los recursos
La vida no tiene que estar llena de lujos y excesos para ser plena, hay mucho valor en la idea de cuidar de nuestros recursos y vivir con lo necesario. Al dar una vida prolongada a la ropa de segunda mano, la Fundación Budista Tzu Chi, promueve sus valores de “la autodisciplina, frugalidad, diligencia y perseverancia” y aporta a la necesidad de proteger el medio ambiente. La Maestra Cheng Yen, enseña a sus discípulos que:
Todos debemos ser agradecidos, debemos proteger el planeta y apreciar la vida de las cosas. Hay que tomar solo lo necesario sin malgastar los materiales del planeta.
Maestra Cheng Yen, Fundadora de Tzu Chi
Por más de 30 años, Tzu Chi USA se ha basado en sus principios y ha obtenido una cantidad considerable de ropa de segunda mano a través de su programa. La importancia de obtener y organizar ropa en buen estado es algo que, para Tzu Chi, honra la idea de valorar los recursos y apoyar al medio ambiente. Por otro lado, se prolonga la vida de esta ropa con el fin de ayudar a personas necesitadas luego de un desastre.
Los voluntarios de la Asociación Juvenil de Tzu Chi y de la Asociación Universitaria de Tzu Chi también reconocen, que con estas actividades se les transmite un mensaje de conciencia hacia el medio ambiente y de austeridad. Así, los voluntarios se convierten en el vivo ejemplo de estos mensajes y ayudan a otros.
Cuando la gente compra lo que quiere en vez de lo que necesita, crea un gran problema para el ambiente y el planeta.
Chih Hao Lin, Asociación Juvenil de Tzu Chi
Un día especial de octubre
Los vientos llevaban consigo el enrojecimiento de las hojas, el soplo de otoño, ya se asomaba por los paisajes del sur de California. Sin embargo, el clima aún no había recibido el mensaje del cambio de estación, por lo que el 2 de octubre aún persistía la ola de calor del verano tan particular de la zona. Era un día perfecto, para relajarse al aire libre o para quedarse en casa dado a la pandemia que afecta al mundo entero. A pesar de todo, algunos voluntarios de Tzu Chi reconocieron, que un día especial como este no estaba completo sin buenas acciones, y acordaron invitar a varios padres e hijos a formar parte de una organización de ropa de segunda mano.
El trabajo de ordenar la ropa, es mucho más ameno cuando hay varias personas ayudando. La labor de los voluntarios consistía en inspeccionar la ropa, previamente lavada, y separar la ropa que no cumplía con el control de calidad. Luego, se encargan de categorizar la ropa por sexo y estación. Muchos de los voluntarios se sorprendían al ver la calidad de la ropa mientras la doblaban, contentos porque sería un artículo de uso para alguien que lo necesita.
El hermoso día de verano en octubre se combinó con las voces joviales de los voluntarios mientras doblaban la ropa y la ordenaban cuidadosamente en categorías, generando un ambiente de calidez y empatía. Los voluntarios platicaban y creaban nuevas conexiones vinculadas con la idea de ayudar a otros. Lo que pudo ser un día de ocio con calor se convirtió en algo mucho más especial, un día de buena compañía y significado.
Preparando la ropa con amor
El proceso de reciclado y preparación de la ropa de segunda mano, es algo que se toma muy en serio en la sede nacional de Tzu Chi USA. El voluntario Chi Huan Hisa, mejor conocido como “el director” para los otros voluntarios, es quien se encarga de preparar el espacio sacando mesas, sillas y unas cajas para dejar todo listo y que los voluntarios lleguen a categorizar la ropa donada. Él reconoce que tener un proceso claro facilita el trabajo de los demás voluntarios.
“La ropa de segunda mano proviene de donaciones de miembros y voluntarios que forman parte del programa el cual no está abierto al público. Además, de acuerdo con los estrictos requisitos de calidad de Tzu Chi, toda la ropa debe lavarse, limpiarse y doblarse,” explica Chi Huan mientras prepara el espacio. Los voluntarios conocen este proceso y se dedican a colgar cada prenda de ropa para inspeccionarla y proceder a doblarla, categorizarla y guardarla.
Esta ropa que se prepara por los voluntarios de la fundación con mucho amor, es distribuida a través de los distintos canales que tiene Tzu Chi. Es muy importante que esta ropa llegue a la gente que lo necesita. Por esta razón, se trabaja en conjunto con colegios, gobiernos locales y organizaciones internacionales quienes se encargan de hacer llegar la ropa a las personas adecuadas.
Tzu Chi igualará la donación de acuerdo con las necesidades del área, por ejemplo, más ropa de verano para África y más ropa de invierno para Wisconsin.
Chi Huan Hsia, Voluntario de Tzu Chi
Distribución, dignidad y respeto
Chi Huan Hsia, “el director”, inicia ese día de clasificación y explica a las familias de voluntarios a quienes pueden ser los destinatarios de esta ropa de segunda mano. Él menciona que esa ropa va a ser muy valiosa, para la gente que necesita artículos básicos, ya que perdieron todo en incendios forestales. Necesitan ropa y zapatos en buen estado para recuperar sus ánimos.
También menciona que trabajan de la mano con la fundación Working Wardrobes Foundation en Orange County, quienes se enfocan en brindar ropa para entrevistas de trabajo a gente de escasos recursos y ropa para sus hijos. Expresa, mientras los voluntarios lo escuchan atentamente, que también proveen la ropa a refugiados afganos.
Finalmente, Chi Huan les explica a los voluntarios la importancia de organizar cuidadosamente la ropa para cumplir con la filosofía de distribución de Tzu Chi la cual se basa en el “respeto”:
Cada una de las bolsas de papel que contienen la ropa donada es un tesoro y debe estar bien doblada y guardada. De esta forma, al momento de la entrega, la gente puede elegir la ropa que le quede bien entre prendas bien colgadas y cuidadosamente ordenadas para llevárselas en sus bolsas de compra. Así se simula como si ellos estuvieran comprando ropa en una tienda y los hace sentir a gusto y respetados.
Chi Huan Hsia, Voluntario de Tzu Chi
Beneficios ambientalistas
La donación de ropa de segunda mano, no es algo que solo ayuda a otra gente en necesidad, también brinda un beneficio muy importante para el medio ambiente. Kyle Chang, un miembro de la Asociación Juvenil de Tzu Chi, quien fue a ayudar a organizar ropa ese día considera que este tipo de reciclaje es sumamente importante. Al rehusar ropa se ahorra en recursos necesarios para confeccionar nueva, esto aporta a mejorar el ambiente y a cuidar de nuestro hogar, el planeta tierra.
Este tipo de actividades promueve ese sentimiento de preservación a través de todos los voluntarios lo cual lleva a que tomen un estilo de vida más consciente y práctico.
Debido a que las personas siguen comprando cosas que no necesitan, esto lleva a la producción masiva de ropa y todo tipo de materiales por parte de los fabricantes, lo que provoca contaminación y cambio climático. Debemos tratar de reducir los desechos y comprar sólo lo que necesitamos y no lo que queremos porque, de lo contrario, se genera un desperdicio de materiales. Incluso hay ropa que nunca se usa y se tira a la basura. Al hacer nuestra parte de reducir el desperdicio, las fábricas no tendrán que producir más ropa y se desechará menos.
Chih Hao Lin, Miembro de la Asociación Juvenil de Tzu Chi
¡No te quedes sin ayudar!
El acto de dar algo a otra persona desinteresadamente, siempre se ha considerado uno de los mayores placeres de la vida. Saber que lo que hacemos es algo memorable para alguien en el mundo es suficiente para convertir cualquier día en un buen día. Te invitamos a formar parte de esos días especiales, así como aquel día especial de octubre. Puedes experimentarlos siendo voluntario de Tzu Chi USA. El primer paso es sencillo, solo debes inscribirte y nosotros hacemos el resto. No te quedes con las ganas de formar parte de nuestra familia global.