Escrito por Wendy Tsai, Pheel Wang
Traducido por Diana Chang
Editado por Adriana DiBenedetto
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
Cuando el 23 de diciembre, los voluntarios de Tzu Chi de Washington DC donaron paquetes llenos de víveres a familias de bajos ingresos en la Escuela Elemental JoAnn Leleck, los voluntarios se sintieron profundamente conmovidos al conocer a una madre de habla hispana llamada Rubio Galing. Rubio les había entregado a los voluntarios una tarjeta de agradecimiento, escrita a mano y preguntó por un miembro del personal de la escuela, para que los ayudara con la traducción.
El detalle, que le obsequió a los voluntarios de Tzu Chi, fue escrito con sinceras y sentidas palabras de gratitud. Además está adornado con un colgante que representa a un angelito tocando la flauta.
Gracias por todo lo que haces por mi familia. Dios te bendiga.
Robio Galing, Una beneficiaria de la ayuda de Tzu Chi
Los voluntarios completaron la última distribución de alimentos para 2020 el día antes de la víspera de Navidad. Incluso, mientras la pandemia continúa, estos suministros esenciales todavía, se entregan mensualmente en la escuela primaria.
“Los voluntarios de la región de Tzu Chi Washington DC han realizado distribuciones de alimentos, para familias desatendidas en la comunidad donde se encuentra la escuela primaria JoAnn Leleck, durante casi 16 años”, dijo Frank Chen, director ejecutivo de la región del Gran Washington DC de Tzu Chi. “A la hora de obtener lo esencial, en realidad es difícil porque a veces salimos con las manos vacías y tengo que buscar otra tienda para comprar los suministros esenciales. Los voluntarios nunca se rinden, especialmente durante la pandemia. Hay muchas familias afectadas y tenemos la suerte de tener la oportunidad de ayudar. Varios voluntarios han seguido ayudando a las familias necesitadas y estoy agradecido por el apoyo de todos “, explicó mientras miraba hacia atrás de lo acontecido en la distribución final del año.
La víspera de Navidad, estaba cerca cuando se llevó a cabo la distribución de diciembre, por lo que los voluntarios que ayudaron con las traducciones vistieron de rojo y verde para crear un ambiente festivo con el espíritu de las fiestas navideñas. Muchas familias que vinieron a recoger los paquetes de ayuda en el evento de distribución también se vistieron de colores festivos. La esperanza y la alegría de todos abundaba en el lugar.
Freddy Climaco, un coordinador de la escuela comunitaria, que ayudó con la distribución, también agradeció a Tzu Chi por todo su apoyo recibido en el camino. Los voluntarios de Tzu Chi, se esfuerzan para garantizar que las familias que enfrentan múltiples barreras puedan obtener los recursos que necesitan. Es por ello que los voluntarios brindan comida, con toda calidez durante las temporadas de vacaciones. Con eso le garantizan que (los necesitados) sepan que la familia de Tzu Chi está ahí para ellos.
“Estas familias son encantadoras. Cuando ofrecemos apoyo, ellas también retribuyen con energía positiva. Siempre están muy agradecidos, especialmente con los voluntarios de Tzu Chi y la Fundación”, expresó Freddy con sinceridad.
La energía amable le ha dado a este año un buen final, y el año que viene será mejor. Todo esto, se debe a sus continuas acciones y dedicación. ¡Muchas gracias!
Freddy Climaco, Coordinador de la escuela comunitaria
El Dr. Harold Barber, Director de la Escuela Primaria JoAnn Leleck, también agradeció a los voluntarios de Tzu Chi por sus continuas distribuciones de comestibles y por apoyar con compasión las necesidades de los niños en su escuela. “Tzu Chi siempre se aseguró de que los estudiantes recibieron suficiente nutrición cuando preparaban la comida. Las familias a menudo comen alimentos básicos como frijoles para poder concentrarse en aprender ”.