Escrito por Wendy Tsai y Pheel Wang
Traducido por Diana Chang
Editado por Adriana DiBenedetto
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
Los frondosos árboles hicieron que los días de junio en la gran sucursal en Washington DC de Tzu Chi USA se sintieran particularmente serenos y acogedores. El sol brillaba sobre los voluntarios mientras se movían de un lado a otro. Luego se colocaron las camas plegables multiusos Jing Si de Tzu Chi cuidadosamente en una fila y de igual forma, se colocaron las bolsas de comestibles para distribuirlas. Todo iba en el proceso adecuado para preparar la continuación de las distribuciones mensuales de alimentos en la comunidad. Aunque la pandemia sigue latente, los eventos de distribución han adoptado un método de auto-servicio para minimizar el contacto. El amor, sin embargo, todavía abunda en tales ocasiones.
Todos los voluntarios del área de Tzu Chi Washington DC han recibido sus vacunas COVID-19 y por tal razón la participación ha crecido significativamente. Durante el verano, los padres también alentaron a sus adolescentes a buscar actividades de servicio comunitario. El equipo de voluntarios a cargo de los preparativos dio la bienvenida a los nuevos miembros y los guió a través de las tareas en cada estación.
“Mi abuela es una voluntaria de Tzu Chi muy activa en Taiwán. Servir a la comunidad se ha convertido en una tradición familiar que se ha transmitido de generación en generación ”, expresó Brandon Nesbit. Brandon, se inspiró no solo en su abuela, sino también en su madre quien siempre que surgía la oportunidad, dedicaba con entusiasmo su tiempo y esfuerzos a las actividades de Tzu Chi. Servir a la comunidad siempre está lleno de alegría, entusiasmo y expectativa, expresó. Por eso Brandon inspira una energía maravillosamente positiva en las distribuciones.
Dar y no pedir nada a cambio es muy valioso para mí porque me enseñó a estar agradecido por todo lo que tengo.
Los jóvenes voluntarios, se concentran intensamente en realizar diversas tareas. Foto / Wendy Tsai
Amelia Chen, otra voluntaria del Grupo Juvenil Tzu, también es una de las líderes en la distribución: “El año pasado, he participado en el empaque y distribución de alimentos en Tzu Chi muchas veces. Estoy agradecido por la oportunidad de ser voluntario porque puedo ayudar a la gente. Especialmente cuando la pandemia de COVID-19 todavía existe, muchas personas no tienen trabajo y simplemente necesitan ayuda, para poner comida en la mesa. Cuando los veo conseguir la comida, me siento agradecido por Tzu Chi “.
Amelia ve bien el que se invierta el tiempo al servicio de su comunidad y también está agradecida por el crecimiento espiritual que (esta labor) le ha brindado. Por lo tanto, Amelia invitó a sus amigas a unirse juntas a las actividades de distribución de alimentos. “Esta es su primera vez aquí”, explicó. “Algunos de nosotros somos responsables de verificar la identificación y algunos de nosotros ayudamos a cargar alimentos en los vehículos. Mis amigos piensan que las actividades de Tzu Chi son geniales porque también repartimos mascarillas y desinfectantes para manos. Además, estamos ofreciendo información y recursos a las familias que vinieron”.
Al repartir la comida, también animamos a los destinatarios a que prueben el vegetarianismo porque ser vegetariano es bueno para su salud y también puede proteger a la madre tierra. Los voluntarios de Tzu Chi también nos enseñaron cómo presentar y promover la filosofía de Tzu Chi, y también distribuimos alcancías de bambú para que las familias lo paguen.
Como voluntario del Grupo Juvenil Tzu Chi, las personas tienen la oportunidad de fomentar el trabajo en equipo y la comprensión mientras plantan semillas para un futuro más compasivo y nuestro bienestar colectivo. Estamos profundamente agradecidos por la ayuda de todos mientras esta generación de voluntarios se esfuerza por ser mensajeros de amor y cuidado en la comunidad.
