Entregando amor en una mochila: Distribución de ropa, zapatos y útiles escolares en East Palo Alto

Región Noroeste  |  16 Septiembre, 2022
Una voluntaria de Tzu Chi ayuda a una niña a probarse sus zapatos nuevos para el colegio en East Palo Alto. Foto/Steven Chiu

Escrito por Leslie Shieh
Adaptado al Español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli

El 13 de agosto de 2022, durante una mañana agradable de verano en el norte de California, los voluntarios de Tzu Chi hacen los preparativos para la jornada de distribución de ese día a realizarse en la Escuela Primaria Costano en East Palo Alto. A causa de la inflación que ha afectado al país este año, la cantidad de personas que asistieron a la distribución ha aumentado considerablemente obligando a los voluntarios a apresurar los procesos de entrega.

Recibiendo paquetes de “regreso a clases” alegremente

Debido a la inflación, la multitud de destinatarios haciendo cola era mayor a las distribuciones pasadas. Foto/Leslie Shieh
Un beneficiario se dirigió lentamente hacia su casa empujando su carrito lleno de comida. Foto/Steven Chiu

Las distribuciones de ropa y zapatos escolares son un acontecimiento muy importante para los voluntarios de Tzu Chi, quienes participan con mucha dedicación. Los voluntarios iniciaron este proceso un mes antes de la distribución contactando a las familias beneficiarias una por una y preguntando a los niños acerca de sus tallas y preferencias de ropa y zapatos. Luego, con esta información los voluntarios fueron a tiendas de ropa y zapatos a buscar pacientemente todo lo solicitado. Finalmente, los voluntarios prepararon las prendas de ropa, los zapatos que compraron y mochilas nuevas en paquetes especiales para 100 estudiantes de la Escuela Primaria Belle Haven.

Los voluntarios se habían preparado con una semana de anticipación, categorizando y empacando 200 prendas de ropa y 100 pares de zapatos. Foto/Leslie Shieh

El día de la distribución, los voluntarios prepararon todos los materiales para el “regreso a clases” que incluían: ropa nueva, zapatos, mochilas, útiles escolares y mascarillas para que los niños de las familias de escasos recursos puedan volver a clases con las herramientas adecuadas para estudiar alegremente.

Reciclando los desechos de comida adecuadamente

Los voluntarios instalaron un stand de sostenibilidad para mostrar las formas de manejar el desperdicio de alimentos en el hogar de acuerdo con la ley de California. Foto/Steven Chiu
Los padres y los estudiantes escucharon atentamente a los voluntarios mientras explicaban cómo reciclar los desperdicios de alimentos. Foto/Steven Chiu

Además de la entrega de útiles escolares y ropa, los voluntarios prepararon un kiosco informativo para exponer el proceso adecuado de reciclaje de restos de comida según la ley de compostaje que el gobierno estatal de California implementó a principios de 2022. Todos los residentes deben desechar la comida en basureros verdes para evitar que la comida llegue a botaderos y genere más gases dañinos para la atmósfera que aumentan el efecto invernadero del planeta.

Los voluntarios explicaron a los padres en detalle que el gobierno de California había comenzado a implementar un nuevo método de categorización de basura a partir de 2022. Foto/Leslie Shieh

Los voluntarios de Tzu Chi prepararon instructivos y bolsas de compostaje para entregar a los beneficiarios y enseñarles cómo reciclar los desechos de comida en casa. Ellos demostraron detalladamente los procesos y categorías adecuadas del reciclaje de alimentos; como el desecho de las bolsas de té y de los recipientes de la comida para llevar. Adicionalmente, las bolsas de compostaje que entregaron están hechas de plantas que les permiten reciclarse junto con los desechos sin dañar el ambiente. Los voluntarios recordaron a las familias que a partir del 2024 este proceso será obligatorio para todos y habrá una multa para las personas que no cumplan con este mandato. Por lo tanto, es importante que las personas comiencen a aplicar este proceso para ayudar al medio ambiente y evitar problemas en un futuro.

Los niños están en nuestros corazones

Los tres hermanos se juntaron para llevar su ropa, zapatos y mochilas. Foto/Steven Chiu

Tres hermanos que estudian en la Escuela Primaria Belle Haven donde Tzu Chi ha implementado el Proyecto Happy Campus llegaron con su padre Francisco a recibir sus materiales. El estudiante de quinto grado Mateo y el estudiante de primer grado Diego, así como Annabel, quien pronto asistirá a la escuela secundaria, son miembros de una familia bajo el cuidado a largo plazo de Tzu Chi. A finales del año pasado, su madre falleció repentinamente debido a una enfermedad. Francisco se dedica a la limpieza y ha estado teniendo problemas financieros lo cual le impide cuidar bien de la familia. Todos viven en una casa remodelada de un garaje, pero Francisco le comenta a los voluntarios que el propietario ya no quiere seguir rentando la casa y no tienen adonde ir. Los voluntarios tomaron nota y le pidieron que se quedara después de la distribución para hablar sobre planes de asistencia posibles.

Otra beneficiaria, llamada Ana, es una madre soltera que entró bajo el cuidado de Tzu Chi en mayo de 2020 debido a la pandemia. Ella trabajó en varios trabajos de limpieza para mantener a su familia. Sin embargo, en agosto de 2021, el hijo de Anna, Abel, que cursaba el doceavo grado, fue diagnosticado con cáncer cerebral terminal y ella tuvo que renunciar a su trabajo para cuidarlo. Además de las visitas domiciliarias periódicas, los voluntarios de Tzu Chi le ayudaron con los gastos mensuales de manutención.

La Dra. Yuaner Wu, médica voluntaria de TIMA, visitó a Abel en su casa para cuidar su salud antes de que falleciera. Foto/Leslie Shieh

De acuerdo con la lista de compras proporcionada por Ana, ella compra regularmente todo tipo de verduras, frutas, frijoles y granos orgánicos para Abel, con la esperanza de ayudarlo a combatir la enfermedad a través de alimentos saludables y nutritivos. A través de esfuerzos colectivos, la condición de Abel se mantuvo estable por un tiempo, luego comenzó a deteriorarse y su joven vida llegó a un abrupto final en marzo de este año. En ese momento angustioso, los voluntarios apoyaron a Ana durante su dolor.

Cuando mi hijo enfermó de cáncer, Tzu Chi nos brindó asistencia. Cuando mi hijo falleció, me dio consuelo; siempre me cuidaron y me preguntaron si necesitaba ayuda. Siempre están a mi lado, para que no me sienta sola.

Ana luce la foto de Abel en el pecho, acompañada de su hija menor Yuliana. Foto/Leslie Shieh

Ana llegó el día de la distribución con su hija menor y con la foto de Abel colgada en su cuello; ella lo lleva siempre cerca. Yuliana, su hija, recibió sus materiales y una alcancía de bambú. Está es la cuarta vez que Ana lleva una alcancía de bambú llena para donar a Tzu Chi. Ana ha pasado por las dificultades de la pandemia y la muerte devastadora de su hijo Abel. Aunque sea difícil, ella no deja de llenar la alcancía de bambú y donar dinero a los necesitados. El poder de este amor se ha ido expandiendo infinitamente y, gracias al arduo trabajo de los voluntarios de Tzu Chi, seguirá acompañando a más personas necesitadas.

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