Escrito por Shuli lo
Adaptado al español por JuanMa Bonilla
Editado por M. Carolina Saheli
Varios vehículos se ordenaron en una fila frente a la Escuela Secundaria San Gabrielino en San Gabriel, California. La gente de la comunidad llegó temprano a la distribución de alimentos de Tzu Chi USA para recibir los suministros. Los voluntarios notaron que la cantidad de asistentes ha ido aumentando con el tiempo y se preocupan por las condiciones de las familias con necesidad.
Ayudando a las personas a sobrellevar un problema temporal
La inflación en Estados Unidos ha causado el alza de muchos productos esenciales como la comida y cada vez es más difícil para las familias de escasos recursos de las comunidades en California obtener los bienes necesarios para subsistir. Tzu Chi siempre ha mantenido un apoyo constante con sus distribuciones de alimentos para estas familias. Los voluntarios trabajan duro para dar a conocer cuándo se va a realizar una de estas distribuciones para que las personas de la comunidad tengan la oportunidad de llegar y obtener esta ayuda oportuna en estos momentos de dificultad.
Yvette Niz, una residente de la comunidad del Valle de San Gabriel comenzó a recibir ayuda de Tzu Chi hace dos años cuando dió a luz a su hija más pequeña y su esposo acababa de salir de prisión. Afortunadamente, gracias al apoyo del gobierno, Yvette y su familia pudieron conseguir un hogar. Sin embargo, la renta y el alza en el costo de la vida les continúa causando problemas, pero la ayuda constante de Tzu Chi con las distribuciones de alimentos, ropa, tarjetas prepagadas y mantas ecológicas les ayuda a mantenerse en pie.
Gracias a la ayuda de Tzu Chi, tengo tiempo libre para estudiar en línea. El próximo semestre voy a estudiar en la misma universidad que mi hija.
Yvette Niz
Beneficiaria
Debido a los precios, la comida en la casa de Yvette no siempre es suficiente, pero los vegetales frescos de las distribuciones de Tzu Chi ayudan a que Yvette pueda darle comida saludable a su familia, especialmente a su marido que tiene la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre altos. Ella está muy agradecida con Tzu Chi y comenta, “Mi esposo ha terminado su libertad condicional de 23 años y por fin puede encontrar un trabajo estable como una persona normal sin muchas restricciones. Ahora, estamos viviendo como una familia armoniosa. Planeamos alquilar una casa más grande en el futuro para satisfacer las necesidades de los niños a medida que crecen”.
La Sra. A es una beneficiaria que ha sufrido mucho de abuso. Su hijo tuvo una hemorragia cerebral por causa de violencia doméstica. Ahora, los daños físicos han sanado, pero el estrés emocional aún permanece y el camino hacia la recuperación total continúa. La Sra. A es beneficiaria de ayuda a largo plazo de Tzu Chi y ella se ocupa de llevar los alimentos que recibe por parte de los voluntarios a más mujeres abusadas. La Sra. A es una mujer muy cálida que ha decidido formar parte de los voluntarios de Tzu Chi al haber vivido directamente la bondad y apoyo que ellos llevan a las personas necesitadas. Al verla el día de distribución, los voluntarios aprovecharon para ofrecerle apoyo y hacerla sentir bien.
Un poco de ayuda va más allá de lo que parece
Randy, un residente, que también se benefició ese día, comentó a los voluntarios que: “La terrible inflación ha causado que los precios suban cada vez más. Estas distribuciones de Tzu Chi de frutas y verduras me ayudan a reducir mis gastos. Esto me ayuda mucho a aliviar mis problemas financieros”.
Los voluntarios no solo se esfuerzan por entregar bienes a las personas necesitadas, sino que también se preocupan por su bienestar y los escuchan cuando hablan de sus problemas y sus experiencias. France Aow llegó a recibir los bienes en nombre de un sobrino y de su hermano, quien no pudo llegar debido a una discapacidad. Ella les dijo a los voluntarios que su amiga tampoco podía movilizarse mucho y ella quería ayudar a las personas que no podían llegar por algún impedimento.
Me conmueve el espíritu de Tzu Chi, y también tengo muchas ganas de ser voluntaria, mostrar amor, compartir felicidad, ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, hacer algo por la comunidad.
Marlene
Residente
Los voluntarios también tomaron la oportunidad en la distribución para compartir y entregar los folletos informativos de Tzu Chi con los beneficiarios para que los llevaran a casa y aprendieran más sobre la fundación y el amor que Tzu Chi ofrece a los necesitados. Esta distribución era la segunda a la que llegaba Marlene. Ella les dijo a los voluntarios: “Estos alimentos ayudan a mi familia, las distribuciones son muy útiles. Leeré las publicaciones de Tzu Chi que me entregaron los voluntarios para comprender mejor esta organización benéfica y el espíritu de los voluntarios de Tzu Chi que ayudan a otros en todo el mundo”.