Cuidado Compasivo En Nueva York Durante El Año Nuevo Lunar Y Más Allá: Capítulo Tres

Región Noreste  |  6 Mayo, 2021
La primera alcancía de bambú de Tzu Chi, que Meilian Deng "adoptó" hace 20 años, y que todavía usa hoy. Foto / Daphne Liu

Escrito por Daphne Liu
Traducido por Mark Wan
Editado por Diana Chang, Ida Eva Zielinska
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez

Tzu Chi New York, tiene una tradición al final de cada año lunar, la cual consiste en distribuir bolsas de regalo a los adultos mayores y a los beneficiarios a largo plazo mientras, se les desea lo mejor. La práctica lleva cinco años. Muchos, ya esperan sus visitas y la compañía, que brindan los voluntarios,que los han ayudado a superar los momentos más difíciles de sus vidas. Algunos incluso, se volvieron voluntarios y esta costumbre aún continúa hasta el día de hoy. Lamentablemente, algunos de los beneficiarios de la atención de Tzu Chi, que conocieron han fallecido durante ese tiempo.

“Cuidado Compasivo en Nueva York Durante El Año Nuevo Lunar Y Más Allá: Capítulo Tres”, es el tercero de una serie de cuatro blogs, que comparten historias sobre neoyorquinos, bajo el cuidado a largo plazo de Tzu Chi USA. Los obsequios que ofrecen los voluntarios de Tzu Chi New York durante el período de celebración del Año Nuevo Lunar, son solo una parte de su apoyo continuo.

Meilian Deng

Es difícil predecir, si alguien sufrirá grandes dificultades o desgracias en la vida, o si van surgir eventos o circunstancias desafortunadas. De la misma forma tampoco sabemos, si eventualmente serán capaces de cambiar la forma sobre, lo que el destino decreta, para convertirlo así en una bendición disfrazada. Meilian Deng, ciertamente nunca esperó lo que le había sucedido en su vida. Esto a pesar de haber empleado sus mejores esfuerzos, en cumplir sus deseos y alcanzar sus metas.

Meilian Deng, oriunda de Malasia, gastó todos sus ahorros, acumulados durante más de la mitad de su vida laboral, para finalmente venir a la ciudad de Nueva York, lo cual era su sueño. Sin embargo, rápidamente se metió en aprietos, después de una serie de incidentes, accidentes y enfermedades.

Fue entonces cuando Tzu Chi USA, entró a escena, y los voluntarios, le extendieron una mano amiga, lo que le permitió obtener una nueva oportunidad de vida. Aunque su situación de vida aún no es fácil, Deng, se siente tan feliz como un pájaro aleteando a través de un túnel oscuro.Pero sabe que al final el sol volverá a brillar sobre ella.

“Precioso Buda, se lo dedicamos a todos los seres sintientes, a los diez Reinos de la Existencia, a nuestra Naturaleza de Buda pura, a aquellos que están enfermos y con mala suerte …” Con los ojos cerrados y las palmas juntas, Meilian, reza piadosamente, determinada para dirigir sus bendiciones hacia todos los seres para que puedan beneficiarse de ellos.

Pero más allá de la oración, Meilian también pone en práctica sus nobles intenciones. Cada día, dona para apoyar las misiones humanitarias de Tzu Chi, ahorrando los fondos de caridad en una alcancía de bambú de Tzu Chi, la cual luego lleva a una de las oficinas de Tzu Chi USA, una vez que está llena.

La primera alcancía de bambú que “adoptó”, como se sabe que dicen los voluntarios de Tzu Chi, cuando alguien, se lleva una de estas alcancías a casa, tenía la forma de un trozo de bambú grueso pero estaba hecho de plástico, el cual ha conservado hasta el día de hoy. En la etiqueta adjunta en el exterior que se desvanece, se imprime un mensaje: “La compasión se derrama por horas, la sabiduría se acumula cada día”. Estas palabras de la Maestra del Dharma, Cheng Yan han estado cerca de su corazón durante dos décadas.

Siempre que Tzu Chi se prepara para los esfuerzos de recaudación de fondos, todo lo que los voluntarios deben hacer es darme una calcomanía de Tzu Chi, la cual pegó en el barril. Y luego la rutina comienza de nuevo: ahorrando el dinero que donó para la causa. Ha sido así durante unos veinte años.

Y estas dos décadas no han estado libres de problemas o contratiempos. Meilian Deng, partió de Malasia para venir a los Estados Unidos y perseguir sus sueños en el año 2000. Pero nunca, se hubiera imaginado que unos años más tarde desarrollaría cáncer de mama. Entonces, como si todavía no fuera suficiente, le sobrevino un accidente automovilístico. Solitaria, sin un centavo, sin estatus legal, ni seguro de salud, estaba en una situación desesperada cuando Tzu Chi, se acercó a ella hace más de diez años.

Me conmovió profundamente. Los voluntarios de Tzu Chi, ayudaron a pagar las facturas y pagar el alquiler. Los hermanos y hermanas a menudo, me proporcionaban lo esencial para el día a día, lo que me ayudaba a poder llegar a la orilla seca del río. Nunca me hubiera levantado si no hubiera sido por la Maestra Cheng Yen.

“Después de recuperarse,(Deng) regresó al trabajo y se unió a nuestro equipo de voluntarios de Tzu Chi, con dedicación. Cuando algunas hermanas regresan a Taiwán, Meilian interviene de inmediato, para ayudar a recolectar fondos”, compartió Dehua Hong, otra de las voluntarias. Dehua, siente fuertemente que Meilian, comprende profundamente, las enseñanzas de la Maestra, Cheng Yen, hasta los huesos, “¡La compasión, es el poder de la vida!”

En lo que se refiere a Meilian, nos relata que cada interacción que ha mantenido con los voluntarios de Tzu Chi, le otorga un sentimiento cálido y difuso: “Tzu Chi, realmente está ayudando y cuidando a las personas con profunda sinceridad”.

Antes del Año Nuevo Lunar de 2021, los voluntarios de Tzu Chi, fueron a visitar Meilian, trayendo una bolsa de regalo según su costumbre anual. El gesto, no fue solo para mostrarle a Meilian, que se preocupan por ella, sino también para expresar su agradecimiento por el hecho de que ella también se preocupa, devolviendo amabilidad con amabilidad a Tzu Chi, en palabras, hechos, fondos y amabilidad.

Poniendo su completa confianza en el Dharma y disfrutando de ser parte de la familia Tzu Chi, Meilian, se las arregla para ofrecerse como voluntaria siempre que puede tomarse un tiempo mientras cumple con sus otras obligaciones. Además, también apoya las misiones de Tzu Chi incluso durante la pandemia, cuando sus recursos se han reducido debido a la reducción de las horas de trabajo.

Probablemente sea debido a las grandes dificultades que Meilian Deng ha atravesado por lo que siente deseos de ayudar a aquellos que necesitan ayuda ahora y que luego pueden ayudar a otros más adelante. Este es solo un proceso simple, lo que significa devolver el favor que Tzu Chi hace con un corazón agradecido.

Después de haber superado los obstáculos de vida, con la ayuda espiritual y material Meilian Deng, se siente bendecida y con una nueva oportunidad en la vida, en parte gracias a la caridad de Tzu Chi. Ahora Deng, a menudo contempla la maravilla de la vida y el valor de la salud. Es por eso que aprovecha cada oportunidad para retribuir, de modo que el destino de los demás también pueda cambiar para mejor.

Tzu Chi USA tiene casos de ayuda a largo plazo bajo su ala protectora en todo el país. Tu amor puede ayudar a apoyarlos, haciendo una diferencia inconmensurable para las personas que atraviesan luchas difíciles que la vida puede imponer a cualquiera inesperadamente.

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