Escrito por Wendy Tsai
Adaptado al español por María Pacheco Valles
Editado por M. Carolina Saheli
En los últimos años, la economía de los EE. UU., se ha visto profundamente afectada por distintos factores, entre ellos la pandemia que ha generado altos números de inflación e incrementado las dificultades que enfrentan muchos residentes desfavorecidos. Conociendo esta situación y con la intención de generar cambios, la oficina de la Región de Washington D. C. de Tzu Chi USA, organiza distribuciones mensuales de alimentos para ayudar a las personas a sobrellevar estos tiempos difíciles. Como resultado se han repartido 3,000 libras de alimentos beneficiando a 82 familias de la comunidad.
El 18 de marzo de 2023, a pesar del inclemente frío, los voluntarios de Tzu Chi llegaron al lugar del evento a las nueve de la mañana para afinar todos los detalles del día. Trabajando en equipo y con dedicación empaquetaron verduras y frutas en bolsas de papel. Estas bolsas incluían papas, repollo, rábanos, cebollas, piñas y mangos, en respuesta a las necesidades nutricionales de los residentes.
Cyrus Grundy, de nueve años, se ofreció como voluntario junto a su abuelo en esta distribución y su presencia inspiró a los demás. Cyrus compartió: “Mi abuelo vive cerca. Un día, cuando lo visité, me enteré de esta actividad. Mi abuelo se lo contó a mis padres y pensamos que sería interesante ayudar. Planeo seguir viniendo a ayudar en el futuro”, comentó Cyrus.
Por su parte, Paul Grundy, abuelo de Cyrus y quien frecuentemente hace voluntariado con Tzu Chi, trabajó esta vez empaquetando frutas y verduras. Mientras que su nieto Cyrus ayudó, con entusiasmo, en la entrega de las bolsas a los beneficiarios. A pesar de su corta edad, Cyrus fue un voluntario lleno de alegría y entusiasmo.a
Estoy muy feliz de poder ayudar a Tzu Chi y apoyar a los residentes de nuestra comunidad. Hoy empacamos frutas y verduras frescas, así como varios granos. Estoy muy feliz de poder contribuir con mi propia fuerza.
Los residentes llegaron uno tras otro al sitio de distribución para buscar, con entusiasmo y agradecimiento, las bolsas con víveres, frutas y verduras. Los voluntarios amablemente ayudaron a llevar los alimentos empacados a los autos de los residentes. A pesar del clima frío, la actitud amable y amorosa de los presentes creó una atmósfera excepcionalmente cálida y llena de alegría.
Alejandra Aponte, quien participó por primera vez como voluntaria, alentada por su compañera de habitación, expresó su felicidad por la oportunidad de ayudar a otros y también se interesó en conocer la situación en la que viven estas personas. “El área tiene muchas familias con niños y personas mayores. Esta es una oportunidad maravillosa para apoyar a la comunidad y satisfacer esas necesidades”, comentó Alejandra.
Con sonrisas que adornaban sus rostros, los residentes sostenían sus bolsas de comida. Gracias a la calidez y ayuda de Tzu Chi, las familias pudieron disfrutar de abundante comida y ropa que también fue donada. Al presenciar las sonrisas de gratitud, los voluntarios sintieron una profunda satisfacción, disfrutando de la alegría y la felicidad de ayudar a los demás.
