
Escrito por: CH Liu
Adaptado al español por: JuanMa Bonilla
Editado por: M. Carolina Saheli
Según la Oficina del Censo de EE. UU., Fremont, California, tiene la población más numerosa de afganoamericanos en el estado. La Coalición Afgana es una organización sin fines de lucro basada en Fremont, que se ha dedicado a servir a la comunidad durante 27 años y ha ayudado a un sin fin de refugiados e inmigrantes a realizar una transición exitosa a Estados Unidos.
Desde que las tropas estadounidenses abandonaron Afganistán en 2021, casi 80,000 refugiados Afganos han llegado al país. Esto ha multiplicado significativamente el trabajo de las organizaciones que ayudan a los refugiados hasta el punto de que la Coalición Afgana se quedó sin fondos. Al ver el número de personas necesitadas, las ONGs contactaron a Tzu Chi para unir fuerzas.
El reto de empezar de nuevo

C.H. Liu, voluntaria de Tzu Chi, le informó a sus compañeros sobre los casos de los 20 refugiados que habían sido asignados a Tzu Chi para recibir ayuda. Los documentos de su estatus de refugiados habían sido confiscados en su trayecto a EE. UU. y necesitaban asistencia urgentemente.
La Coalición Afgana ayudó a los refugiados a realizar el trámite para obtener licencia de conducir, número de seguro social, Medicare, y otros servicios sociales. Lastimosamente, la espera para recibir estos documentos importantes era hasta de 1 año para algunos de los refugiados. Esto propone un problema grave para ellos ya que durante este tiempo no pueden trabajar y ganar dinero para subsistir. Como resultado, muchos de los refugiados tenían que quedarse durmiendo en vehículos o en sofas.
El duro camino hacia la libertad


Los voluntarios del noroeste de Tzu Chi llevaron mochilas grandes, sacos de dormir, chaquetas y bicicletas para ayudar a los refugiados. Por otro lado, la Coalición Afgana también preparó suéteres y ropa. La distribución de ayuda fue dirigida por Seema Farhad, la gerente del programa de la Coalición Afgana, quien ayudó como intérprete entre los voluntarios de Tzu Chi y los refugiados afganos.
Un hombre en un suéter gris contó su experiencia. Él trabajó en el equipo de seguridad nacional del gobierno afgano, pero cuando cayó la capital en manos de los talibanes, lo capturaron y torturaron. Tuvo que huir y dejar a su familia en Baghdad, Iraq, mientras continuó su viaje hacia Estados Unidos. Otro refugiado afgano compartió que era un activista social. Los talibanes amenazaron con matarlo a él y a su esposa embarazada. Ahora, finalmente, logró llegar a Estados Unidos después de muchos retos. Aunque el camino por recorrer aún es incierto y desafiante, está agradecido con el gobierno de EE. UU. por aceptarlo y con las organizaciones que han ayudado en el camino.

Aunque acaban de llegar a este país, creo que sentirán nuestro apoyo y sus vidas mejorarán con el tiempo.
Min-Jhing Hsieh
Director Ejecutivo
Región Noroeste de Tzu Chi
Durante el evento, el director ejecutivo de la Región Noroeste de Tzu Chi, Min-Jhing Hsieh, dijo: “La Maestra enseña a los voluntarios de Tzu Chi a ser compasivos y a tomar acción para ayudar a las personas, Esta es la esencia de Tzu Chi porque todos estamos trabajando por amor y una vida mejor. Tzu Chi ayudará a la Coalición Afgana a superar los muchos desafíos que enfrentamos en la búsqueda de nuestro objetivo en común”.