Audrey Cheng, valiosa voluntaria de Tzu Chi, comparte su historia

Oficina Nacional  |  26 Julio, 2022
En el 2016 Audrey Cheng fue invitada a participar en el Club de Lectura en línea de Kaohsiung, Taiwán para promocionar su libro “La Reina Trabajadora de Las Vegas”, uno de sus libros escrito en chino. Imagen: Audrey Cheng

Adaptado al español por María Pacheco Valles.
Editado por M. Carolina Saheli.

A pesar de su delicada condición médica y cerca de su próxima cirugía cerebral, Audrey Cheng, una de las voluntarias más comprometidas de la fundación no dudó en participar en la Caminata Tzu Chi 2022 (Walkathon) realizada en abril de este año. La caminata es organizada para recaudar fondos para las misiones médicas de Tzu Chi, y como una paciente, Audrey quería compartir su historia.

Aunque Audrey sufre daños en los nervios espinales cerebrales, debe someterse a una cirugía cerebral y su salud se ha deteriorado en los últimos años, participó en el evento donde compartió su experiencia personal como paciente. Al compartir su propia historia, Audrey espera que más personas se conecten con la ayuda que Tzu Chi ofrece. También quiere animar a más personas para que colaboren, y poder recaudar fondos para las misiones de Tzu Chi.

Audrey, además de ser voluntaria de Tzu Chi, es una prolífica autora y cuenta con una base sólida de seguidores entre lectores chinos y americanos. También tiene muchos oyentes de radio en el mundo de habla china, ya que sus historias se han transmitido en estaciones de radio por Internet a cientos de millones de oyentes.

Durante los últimos 25 años, Audrey ha estado trabajando diligentemente en el Centro de Servicio de Tzu Chi en Las Vegas y nunca ha dudado en pedir permiso para salir del trabajo y colaborar con Tzu Chi para dejar una huella cultural e histórica en el mundo. Para los demás voluntarios, es común ver a Audrey siempre ocupada filmando y haciendo entrevistas para varios eventos de Tzu Chi. Ella se ha convertido en una de las voluntarias más dedicadas de la fundación a lo largo de los años.

En el 2009, Audrey Cheng sufrió una rotura de un vaso sanguíneo por primera vez. Se tomó una foto con el médico en la sala de emergencias, sin darse cuenta de la gravedad de su condición. Ese mismo día fue enviada a la unidad de cuidados intensivos, luego trasladada a otro hospital y sometida a una cirugía de emergencia. Imagen/Audrey Cheng

Optimismo para combatir los sufrimientos físicos

Audrey ha estado sufriendo enfermedades crónicas desde hace varios años y su proceso ha sido desgarrador tanto para ella como para sus familiares. El primer diagnóstico lo recibió en 2017 cuando, tras varios exámenes, los médicos descubrieron que Audrey sufría de una embolia cerebrovascular. A pesar del dolor, Audrey encontró la fuerza necesaria para superar la primera etapa de su enfermedad y continuó sirviendo con energía y amor en la fundación. Con el pasar de los años, las enfermedades siguieron atacando el cuerpo de Audrey, sin embargo en julio de 2021, Audrey no dudó en viajar a Ecuador para participar en una misión de ayuda. Cuando aceptó ir, no sabía que su condición física empeoraba. Durante ese viaje Audrey—débil por la enfermedad —se cayó varias veces, pero esto no le impidió seguir ayudando y brindando amor a los afectados por las intensas lluvias en Ecuador.
Aunque trabajó todo el día y sufrió los dolores producto de la caída, Audrey no durmió esa noche organizando y escribiendo las historias de ese día. Mientras su mente estaba ocupada, Audrey seguía brindando ánimos a las personas afectadas por el desastre natural.

Al regresar a Estados Unidos, Audrey se rompió la rodilla nuevamente, y al mismo tiempo se enteró que la embolia cerebrovascular en su cuerpo había empeorado. También su columna cervical se lesionó dislocandose debido a la fuerte caída, lo que causó debilidad en la mitad derecha de su cuerpo y mucho dolor en el área afectada, lo cuál necesitaba una reparación de inmediato.

Muchos voluntarios de Tzu Chi y amigos de Audrey han sido testigos de cómo ella se enfrenta con optimismo a los malestares físicos con una sonrisa inmutable y persistente en su rostro. A pesar de que parece ocultar su dolor y lagrimas, trata de seguir adelante. Algunos familiares de Audrey se preguntan—angustiados—por qué Dios buscó a alguien como Audrey, con un alma tan pura y bondadosa, para transitar por este camino tan doloroso.

En 2016, cuando se publicó el libro de Audrey: “La Reina Trabajadora de Las Vegas”, muchos informes presentaron a la legendaria mujer y autora de este libro de la siguiente manera: “Estuvo una vez en cinco trabajos al mismo tiempo para pagar deudas, se ha sometido a cuatro cirugías en siete años y ha sido declarada enferma terminal tres veces, canalizó las lágrimas en una sonrisa, creando un ícono vivo de una mujer independiente y moderna. Ha pasado de lavar platos en el casino a ser seleccionada como la gerente modelo del hotel donde trabaja”.

En un curso de colegio comunitario de computación del Centro de Servicio de Las Vegas, Audrey Cheng instruye a otro voluntario, Zhenhe Chen, sobre cómo usar una computadora. Imagen/Audrey Cheng

Los vaivenes de su enfermedad

El 2019 fue otro año difícil para Audrey, “la irregularidad y la enfermedad han atacado tanto mi salud que el 2021 ha sido mi año de desastre”, confesó Audrey. También compartió que en un domingo soleado de noviembre, tuvo una visión borrosa repentina y, antes de darse cuenta, se había roto la rótula. Después de las vacaciones de Navidad, la rodilla rota no mostró signos de recuperación, lo que la obligó a someterse a otra cirugía.

Una vez pensé que podría recuperarme, y continuar con mi misión de trabajo; sin embargo, esto es sólo el preludio de la pesadilla, ya que las enfermedades vienen una tras otra como olas que rompen delante de mí.

“Aunque me sentía mal en ese momento, seguí adelante. Después de la pandemia, me ocupé con el reclutamiento en Tzu Chi USA y me uní a los voluntarios de Las Vegas para enviar materiales de prevención de pandemia como máscaras, protectores faciales y equipos de protección, que fueron donados, a hospitales e instituciones en comunidades desfavorecidas”, comentó Audrey.

Durante el examen de seguimiento, el neurólogo decidió escanear de pies a cabeza a Audrey para comprender y conocer el grado de embolia vascular. Finalmente, la tomografía reveló un tumor nasal, que creció del tamaño de un frijol al tamaño de una pelota de ping pong en menos de un mes.

El médico sospechó que era muy probable que se tratara de un tumor maligno, y necesitaba ser tratado con cirugía lo antes posible.
Durante la operación, se descubrió que el tumor había crecido hacia abajo y se había adherido a una muela del juicio. Considerando que el tumor podría ser maligno y para evitar riesgos ocultos, el médico decidió extraer la muela del juicio junto con la operación. Sin embargo después de la operación, la herida no se suturó correctamente y la infección e inflamación severas dieron como resultado una fiebre alta persistente. Audrey tuvo que ser enviada al quirófano de nuevo para una segunda operación donde extrajeron una segunda muela del juicio. Durante la operación, Audrey escuchó las instrucciones del anestesiólogo y después de que la anestesia ya había expirado, oyó la buena noticia de que el tumor era benigno. Audrey volvió cojeando al trabajo, feliz de seguir dedicándose a la causa de Tzu Chi.

Lo peor está por venir

Audrey comentó que “lo peor está por venir. Cuando comencé a perder mi centro de gravedad nuevamente me sentí como si caminara sobre la cuerda floja mientras subía y bajaba escaleras, me sorprendió descubrir que mi caída hace un año causó más de una lesión. Peor aún, mi caso de embolia cerebrovascular es relativamente grave”.

Audrey tomó la baja por enfermedad en noviembre de 2021. “Tengo dos enfermedades, una es la estenosis cerebral, la otra es un estrechamiento severo de la altura del disco, lo que debilita mi mano derecha. Aunque con la primera me operaron para colocar un stent, todavía necesito tomar medicamentos para la recuperación, con este último no puedo programar una cirugía cerebral hasta marzo debido a un trastorno del sistema de coagulación y al dolor intenso, el médico sugirió morfina, pero me negué, y ahora necesito tomar una alta dosis de analgésicos”, compartió Audrey.

A pesar del intenso dolor físico, Audrey no se detuvo, continuó trabajando con Tzu Chi, pero controlando estrictamente el momento de la ingesta de medicamentos; su horario de toma de medicinas se organiza de acuerdo con las necesidades del itinerario de trabajo, para cooperar con las actividades de Tzu Chi, para que su cuerpo pueda reaccionar positivamente.

Espero que mi historia personal pueda animar a los amigos que todavía están luchando contra la adversidad, y espero que puedan reír entre lágrimas y encontrar coraje.

A nuestro alrededor existen muchos otros luchadores como Audrey, que tal vez no puedan obtener servicios médicos para ayudar a aliviar su dolor por varias razones, y su cuerpo y mente se han visto afectados por la enfermedad. Pero mientras existan personas de buen corazón se puede ayudar a estos pacientes a obtener los servicios que los Centros Médicos Tzu Chi brindan a quienes están enfermos, para así calmar la ansiedad y la impotencia de los propios pacientes y sus familias, y ofrecerles la fuerza para recuperarse en circunstancias difíciles.

Acerca de Audrey Cheng:

Audrey Cheng comenzó a escribir a la edad de diecisiete años y sus obras se dispersaron en varios periódicos y revistas. También ha trabajado como médico forense en un hospital público de Taiwán durante muchos años. Viajó a los Estados Unidos en 1988, pero se mantuvo comprometida con su pasión por la escritura y continuó produciendo trabajo creativo. Ha trabajado como reportera para un periódico local en Las Vegas durante diez años y también es miembro de la Asociación de Escritores Chinos de América. Actualmente, es la gerente de banquetes del Venetian Casino, Las Vegas. Se unió a Tzu Chi en 1997 y encontró una plataforma para expresar libremente sus palabras. 25 años de servicio voluntario de Tzu Chi es su calificación más honorable.

Portafolio:

“Americano taiwanés” (1995 Cub Culture)
“Reina trabajadora de Las Vegas” (2016 Centro de Humanidades Tzu Chi)
“Amor infinito sin fronteras” (2016 Centro de Humanidades Tzu Chi/Editor de traducción)
“Cuando el gran hermano occidental se encuentra con el dharma oriental” (Centro de Humanidades Tzu Chi 2016)
“Regocijo” (2017 Centro de Humanidades Tzu Chi)
“Escuela de la felicidad de Emily” (Centro de Humanidades Tzu Chi 2018)
“Beacon en la oscuridad” (Centro de Humanidades Tzu Chi 2018)
“Mi camino a la felicidad” (Centro de Humanidades Tzu Chi 2019)
Storyteller 3 (2021 Booker Culture Publishing Division / Coautora)

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