Escrito por Lulu Yin and Christina Chang
Adaptado al español por María Pacheco
Editado por M. Carolina Saheli
“No hay problema, los voluntarios de Tzu Chi en San Francisco pueden hacerlo”.
Durante una fría noche de invierno a finales de 2023, Roxanne Buchwitz, voluntaria de Tzu Chi en San Francisco, recibió una llamada urgente del Centro Interreligioso de San Francisco. La persona que hizo esta llamada—con voz ansiosa—le explicó a Roxanne que la organización encargada de distribuir las cenas para un evento programado para el 30 de diciembre, canceló su participación. Por esta razón le pidieron ayuda a Tzu Chi. Buchwitz, inmediatamente, consultó con Sue Tran, otra voluntaria y felices aceptaron colaborar para hacer las cenas.
El equipo de Tzu Chi reunió el número necesario de voluntarios por la tarde del 28 de diciembre para empezar con la preparación de las comidas.
Voluntarios de Tzu Chi en San Francisco movilizan rápidamente los recursos para preparar deliciosas comidas vegetarianas a distribuir en un refugio de invierno para personas sin hogar. Fotos/Lulu Yin
Distribución invernal de comidas
La Catedral Old St. Mary, ubicada en San Francisco cuenta con un refugio de invierno para personas sin hogar, y el Centro Interreligioso de San Francisco, invita a varias organizaciones benéficas a servir una cena todos los sábados. El 30 de diciembre de 2023, seis voluntarios de Tzu Chi San Francisco fueron hasta la Catedral Old St. Mary para entregar comida a casi 80 personas.
Los voluntarios prepararon un delicioso menú que incluyó: arroz frito, tofu agridulce, verduras salteadas, rollitos de primavera y tarta de huevo. El día del evento, muchos de los beneficiarios agradecieron y comentaron haber disfrutado mucho de la comida. Tanto que algunos repitieron hasta cuatro veces.
Conmovidos por la atención recibida ante sus duras circunstancias, especialmente en invierno, los beneficiarios apreciaron el trabajo y el amor de parte de los voluntarios de Tzu chi.
Las personas en el refugio de invierno en la Catedral Old St. Mary’s, disfrutan de una deliciosa comida vegetariana proporcionada por Tzu Chi. Fotos/Lulu Yin
Voluntarios de Tzu Chi se conmueven con historia de joven indocumentado
Lulu Yin, voluntaria de Tzu Chi, en una de sus visitas a la catedral, antes de navidad, conoció a un jóven quien llegó por primera vez al lugar en busca de ayuda. Luego de hablar con él, Lulu se enteró que este joven colombiano de 29 años, es un inmigrante indocumentado en los Estados Unidos. El joven salió de su país a pie, eventualmente tomando autobuses y trepando por vallas fronterizas en un viaje que duró dos meses. Su travesía lo llevó a cruzar diferentes países antes de ingresar a los Estados Unidos y finalmente establecerse en San Francisco.
Debido a su situación migratoria, el joven sin dinero, sin poder trabajar y sin un hogar, acudió al refugio para comer. Mientras hablaba con Lulu le mencionó que cumpliría 30 años el 19 de enero. Yin le dijo que los voluntarios de Tzu Chi distribuirían comidas calientes en el refugio el 20 de enero. Con las ganas de darle un día especial a este joven, Lulu Yin hizo que los voluntarios de Tzu Chi cantaran feliz cumpleaños para él esa noche, con la esperanza de hacer que el joven no se sintiera tan solo en una tierra extranjera.
Yin le dijo al joven, “el día de tu cumpleaños, el 19, vendré al refugio primero para darte un pastel de cumpleaños y regalos”. Al escuchar esto, el joven inmigrante mostró su felicidad y Yin le prometió celebrar su cumpleaños juntos, y Yin no vendría sola.
Bendiciones en el nuevo año
El 19 de enero llegó y Lulu Yin cumplió su promesa al llegar al refugio junto con una amiga y voluntaria de Tzu Chi, Wailing Ng, quienes llevaron un pastel y algunos regalos que habían preparado, pero él joven colombiano no asistió al lugar, lo mismo ocurrió al día siguiente cuando el equipo fue a entregar cenas.
Sin embargo, Yin no se dio por vencida,”no nos sentimos mal porque no se presentó, al contrario pensamos que había encontrado un trabajo, los voluntarios de Tzu Chi siempre pensamos positivamente”.
El equipo de Tzu Chi decidió entregar los pasteles de cumpleaños que trajeron a los pastores de la iglesia y a los trabajadores de servicios sociales que servían en el refugio, ofreciendo así un gesto de agradecimiento por sus esfuerzos en nombre de las personas sin hogar, especialmente durante los fríos meses de invierno.
Durante dos días consecutivos, los voluntarios de Tzu Chi fueron al refugio como prometieron, llevando pasteles de cumpleaños, regalos y deseos de cumpleaños para un joven indocumentado que se encontraba sin hogar en un país extranjero. Fotos/Cortesía de Lulu Yin
Cuidado, amor y respeto por parte de Tzu Chi
Los voluntarios de Tzu Chi siempre muestran su preocupación por las personas sin hogar en sus comunidades. Una muestra de ello es la historia de Lulu Yin, quien una vez fue al mercado y vio a dos hombres sin hogar en la puerta. Les pidió que esperaran y luego compró algunos alimentos en la tienda y se los dio.
Mientras comían, Yin conversó con los dos, preguntándoles de dónde venían y contándoles sobre el refugio de invierno. Uno de ellos le dijo, “no me gusta vivir en un refugio. Prefiero dormir en mi propia bolsa de dormir y carpa por la noche. Lo que necesito ahora es dinero; necesito un trabajo.” Mientras Yin escuchaba, reflexionaba sobre los estereotipos a menudo injustos sobre las personas que viven en las calles, críticas sobre su carácter o actitud mientras ignoran las circunstancias de sus vidas. Al igual que otros miembros de la sociedad, muchas personas sin hogar desean independencia y medios para mantenerse a sí mismos; por esto recibirían con agrado cualquier oportunidad para volver a ponerse de pie por sí mismos. Lo que necesitan es compasión en lugar de juicio.
La voluntaria Lulu Yin compra comida para dos personas sin hogar fuera de la tienda. Fotos/Lulu Yin
Los voluntarios de la Región Noroeste de Tzu Chi USA en San Francisco han estado ayudando a personas sin hogar durante muchos años, organizando una distribución anual de invierno durante la cual proporcionan bolsas de dormir y otros suministros. En una de estas entregas, conocieron a un hombre hispano que estaba luchando contra la falta de vivienda y había asistido a cada evento de distribución desde 2006. La ex esposa del hombre es de Taiwán, así que habla chino con fluidez y aprovecha de hablar con Yin en chino cada vez que se ven. Cuando no se presentó en la distribución de 2022, Yin comentó, “han pasado quince años, desde 2006 hasta 2021, así que lo extrañé”.
Durante más de una década, los voluntarios de Tzu Chi en San Francisco han hecho la distribución anual de invierno para personas que luchan contra la falta de vivienda, brindando su atención, calidez y alegría para ayudar a aliviar las difíciles circunstancias de su vida. Foto/Lulu Yin
Pero el 23 de diciembre de 2023, justo antes de la Navidad, el equipo de Tzu Chi San Francisco se encontró con el hombre hispano en su distribución de invierno en la Catedral Old St. Mary. Esta vez, llevaba puesto el uniforme de un conserje y limpiaba el refugio de la catedral. Resultó que dejó atrás la vida en la calle y comenzó este trabajo de conserje. Cuando el hombre vio a Yin, la saludó de inmediato en chino. Cuando charlaban sobre Taiwán, exclamó: “Que el Padre Celestial bendiga a Taiwán”.
Al terminar la distribución, el hombre hispano le dijo a los voluntarios, “me voy a casa“, esas palabras llevaban un significado mucho más profundo. Cuando Lulu Yin escuchó eso, estaba tan feliz por él porque significaba que su amigo ya no estaba sin hogar. Y antes de que se fuera hacia su casa, todos los voluntarios le desearon lo mejor.
A pesar del frío viento afuera del refugio de invierno para personas sin hogar en San Francisco, las comidas calientes compartidas por los voluntarios de Tzu Chi y su cuidado sincero encendieron una luz dentro del refugio, calentando los corazones de todos y acompañándolos a través de circunstancias de vida difíciles.