Escrito por Debra Boudreaux, Sherry Ku y Su Jen Li
Traducido por Diana Chang
Editado por Adriana DiBenedetto
Traducido (Español) por Gerardo Bonilla
Editado (Español) por Maribel Suárez
El 8 de noviembre de 2018, el incendio de Woolsey causó daños abrumadores en el condado de Los Ángeles y el condado de Ventura, California, en donde quemó 39,234 hectáreas de tierra, destruyó 1,643 edificios, mató a tres personas y forzó la evacuación de más de 290,000 personas. Dos años después, los voluntarios de Tzu Chi han continuado brindando su amor y cuidado a los afectados y el 22 de octubre visitaron el área de Woolsey Fire nuevamente.
Todavía Sienten El Impacto
Los voluntarios de Tzu Chi USA condujeron durante más de una hora para llevar los fondos de ayuda proporcionados por la Cruz Roja Americana al Boys & Girls Club de Malibú para su distribución. Al pasar por las áreas afectadas por el fuego, ahora se puede ver que la preparación del terreno y la reconstrucción de viviendas están en progreso en todas partes. Pero también quedan restos del fuego que nunca podrán repararse. Algunos sobrevivientes de incendios forestales están esperando fondos del gobierno y el seguro, o esperan la oportunidad de recuperarse de otra manera. Algunas familias han aparcado una casa rodante para acampar en su propiedad como alojamiento temporal.
Algunas familias han vuelto a su estilo de vida normal. Sin embargo, algunos agricultores y jornaleros continúan sintiendo los efectos del despiadado incendio. Muchos han perdido sus trabajos y sus hogares. Después del incendio, apenas pueden generar ingresos suficientes para mantener a su familia. Tampoco se habían recuperado cuando la pandemia de COVID-19 sacudió el mundo, lo que hizo el camino más difícil para que estas familias pudieran encontrar el equilibrio. Más de 700 personas gravemente enfermas, personas mayores y familias monoparentales todavía no saben cómo pagarán su próxima comida.
Cuando ocurren desastres, se necesitan diferentes proyectos de ayuda y asistencia. Muchas organizaciones sin fines de lucro cooperan entre sí para brindar su experiencia y brindar asistencia a los sobrevivientes a través de educación, ayuda en casos de desastre y capacitación vocacional. A través de su colaboración con Tzu Chi a lo largo de los años, la Cruz Roja Americana ha proporcionado generosamente a Tzu Chi $200,000 para un proyecto de ayuda después del incendio de Woolsey.
Proyectos De Socorro En Casos De Desastre Brindan Esperanza
Los residentes del área llegaron al sitio de distribución a las 10:00 a.m. Después de lavarse las manos y tomarse la temperatura corporal, los voluntarios ayudaron con el registro y verificaron la información de todos. En eventos como estos, los voluntarios saben lo importante que es dejar que los sobrevivientes sean realmente escuchados por lo que se ofrecen a escucharlos atentamente y con compasión mientras los residentes cuentan sus historias a los voluntarios. Aunque los voluntarios no pudieron abrazarlos como de costumbre debido a las precauciones de distanciamiento social, aún así pudieron sentir alivio y un peso menos sobre sus hombros al tener a alguien que simplemente escuchara. Cuando los voluntarios entregaron a los residentes una tarjeta de efectivo y les explicaron la fuente y el método de uso, volvieron a expresar su gratitud y alegría. Entre la ayuda pueden usar $500 para pagar facturas y comprar artículos de primera necesidad por lo que constituye una gran fuente de alivio para las dificultades a corto plazo, pero los sobrevivientes también recuerdan a quienes los cuidan.
Desde febrero, Tzu Chi USA y la Cruz Roja Americana han emprendido un proyecto de alivio para las familias en el área de Woolsey Fire y han fortalecido la asistencia para los hogares afectados por el desastre y los jornaleros después del brote pandémico. Los residentes han adoptado la educación en el hogar en medio de la pandemia y muchos también trabajan desde casa. Durante este tiempo, las familias afectadas encontraron gastos domésticos adicionales con los que nunca tuvieron que lidiar en el pasado. Por lo tanto, cuando comenzó la escuela, los voluntarios de Tzu Chi colaboraron con el distrito escolar local para organizar actividades de distribución para las familias, incluida una distribución en el Club de Niños y Niñas de Santa Mónica el 15 de octubre. Estas actividades de distribución ayudaron a las familias con dificultades en el área de Woolsey Fire, beneficiando a 132 hogares en total.
Durante los últimos años, los voluntarios de Tzu Chi han continuado ayudando a la Escuela Primaria John Muir. Desde donaciones de libros hasta ayuda en incendios forestales y actividades de ayuda de COVID-19, los voluntarios han apoyado tanto a los estudiantes como a los padres. Cuando les dieron a los voluntarios tarjetas de agradecimiento hechas especialmente, sus palabras de sincera gratitud conmovieron profundamente a los voluntarios.
Beneficiarios Retribuyen La Ayuda
Oscar Pablo, quien solía tener una pequeña empresa, no tenía oportunidades laborales debido a la pandemia. Tiene tres hijos en casa esperando que les lleve comida a la mesa. Sin embargo, la tarjeta de efectivo de Tzu Chi les dio esperanza a él y a su familia. También recibió tres alcancías de bambú en el lugar, con la esperanza de enseñar a sus hijos a retribuir a la sociedad cuando sean capaces en el futuro.
Santy Cerna llegó a la distribución sola y en muletas. Perdió su trabajo debido al incendio forestal y la pandemia. Ella ha estado sufriendo de cáncer sin seguro médico, y su padre acababa de morir de cáncer también. La familia cayó en un abismo de dolor extremo. Durante la pandemia, se sintió aún más perdida porque no podía trabajar. En este momento de necesidad, los voluntarios de Tzu Chi le brindaron compasión y cuidado, dándole esperanzas para el futuro nuevamente.
Sin la ayuda [de Tzu Chi], sería muy difícil para alguien como yo y mi familia llegar a fin de mes. Especialmente ahora mismo, donde no puedo encontrar trabajo; No estoy saludable y no puedo hacerlo por mi cuenta. Y te agradezco mucho por toda tu ayuda.
Gloria Ayala vino con su hijo de 18 años, Oscar Amaya, y su sobrina, Joseline Mina, para recibir su tarjeta de efectivo. Gloria sonrió mientras veía a su hijo escoger zapatos y dijo: “Aunque la vida es difícil, siempre les enseño a ser agradecidos y aceptar la energía positiva de la vida”. La pequeña Joseline estaba muy feliz de recibir un par de zapatos como regalo de Navidad. También recibió una alcancía de bambú y prometió devolverlo lleno de monedas para que ella también pueda ayudar a los necesitados.
Oscar, quien llegó a los Estados Unidos hace cuatro años, está a punto de comenzar la universidad. Como estudiante de primera generación, confía en que la forma de mejorar la vida de uno es a través de las oportunidades que ofrece la educación superior. Con el cariñoso apoyo de su familia, ha crecido hasta convertirse en una persona de mente abierta que afronta con alegría cualquier desafío que se le presente. “Al experimentar el devastador incendio forestal y la pandemia, nuestras vidas pueden ser difíciles, pero afortunadamente, todos se ayudan unos a otros y juntos estamos muy agradecidos por la ayuda de Tzu Chi”.
Un Regalo De Amor
Clementine Pérez ha enfrentado dificultades financieras después del fallecimiento de su esposo. Gracias a la Cruz Roja Estadounidense y la ayuda de los voluntarios de Tzu Chi, se siente un poco más esperanzada para el futuro. También recibió una alcancía de bambú de parte de los voluntarios. “Haré todo lo posible para llenar esta alcancía y enviársela de vuelta”, dijo. “Pondré una moneda en él todos los días para que el dinero pueda ayudar a otros, tal como nos ayudó a nosotros. Espero que esa ayuda continúe extendiéndose”.
Hace dos años, Katrina Pollack perdió todo debido al incendio forestal. Ahora, ella se ha visto afectada por la pandemia y también perdió su única fuente de ingresos. Sus tres hijos estudian a distancia durante la crisis y ella tiene que preparar tres comidas al día en casa. La vida se volvió cada vez más difícil. Afortunadamente, los fondos de ayuda de Tzu Chi pudieron aliviar algunas de sus necesidades más urgentes.
Dora Amhvocio y su esposo también se vieron afectados tanto por el incendio forestal como por la pandemia. Sus ingresos se desplomaron y su situación se volvió cada vez más preocupante. Ella recibió felizmente la tarjeta de efectivo y agradeció sinceramente a los voluntarios, diciendo: “Esto es como un regalo del cielo. Estamos realmente agradecidos por ello desde el fondo de mi corazón. Usaré el dinero para pagar facturas, comprar comida y algunos artículos esenciales para mi hija “.
Después de recibir una tarjeta de efectivo, Mireya Abarca compartió emocionalmente su historia con los voluntarios. Al estar desempleados y sin ingresos durante un período prolongado, sintieron que su situación se volvía cada vez más alarmante hasta que estaban desesperados por obtener ayuda. La asistencia de Tzu Chi, la Cruz Roja Estadounidense y el Boys & Girls Club de Malibú le alegraron el corazón y le levantaron el espíritu.
El Poder Del Apoyo De Tzu Chi
Tzu Chi USA ha estado profundamente involucrado en la comunidad durante mucho tiempo. De hecho, desde el programa de donación de libros “Todo el mundo lee” en la escuela, hasta las distribuciones de incendios forestales a gran escala en 2018, la huella de amor y humanitarismo de Tzu Chi han abarcado gran parte de esta comunidad. El distrito escolar proporcionó una lista de distribución para que los voluntarios pudieran dar una tarjeta de efectivo de supermercado de $100 a las familias en Santa Mónica, y los voluntarios también ayudaron a los hogares más afectados en Malibú con fondos de ayuda para ayudarlos en este momento difícil.
Debra Boudreaux, directora ejecutiva adjunta de la sede nacional de Tzu Chi USA, dijo que debemos mostrar verdaderamente nuestra gratitud por nuestros socios de la Cruz Roja Americana, United Way y las muchas fundaciones benéficas que ofrecen su ayuda en California. Gracias a ellos, a Tzu Chi se le ha otorgado la oportunidad de extender su amor y cuidado a los más necesitados. Cuando los voluntarios entregaron tarjetas de efectivo en el Club de Niños y Niñas de Santa Mónica, compartieron su cuidado con varios grupos religiosos y étnicos que habían conocido por primera vez. Cuando vieron a los voluntarios de Tzu Chi repartiendo las tarjetas de regalo de comestibles de $100, los lugareños expresaron su más sincera gratitud a través de una tarjeta de agradecimiento a Tzu Chi.
Gracias a la Cruz Roja Estadounidense, la asistencia de emergencia de Tzu Chi en la comunidad se extendió y pudieron ayudar a la comunidad y consolarlos. La Maestra Cheng Yen nos recordó que debemos "ser agradecidos, respetar y amar". La influencia de la cultura humanista de Tzu Chi es un punto culminante visible de las misiones de Tzu Chi.
La comunidad de Malibú ha sido devastada por el impacto combinado del incendio de Woolsey y la pandemia. Muchos residentes han perdido sus trabajos y no tienen ingresos. La colaboración de Tzu Chi con los Boys & Girls Clubs locales ha brindado apoyo a casi 750 hogares. En los últimos tres años, las visitas domiciliarias han confirmado que 200 familias están clasificadas como “extremadamente pobres”. Por lo tanto, los voluntarios entregaron personalmente cada tarjeta de efectivo a las familias en extrema necesidad, con la esperanza de que estos fondos puedan ayudar a las familias a poner comidas calientes en la mesa para sus hijos.
Kasey Earnest, directora profesional del Boys & Girls Club de Malibu, explicó que muchas personas piensan que Malibu es una comunidad adinerada. Sin embargo, el área local, es una pequeña comunidad rural sin hospitales, comisarías de policía o instituciones de bienestar social. La composición de los residentes es muy diversa e incluye grupos minoritarios con un estatus económico más bajo.
Kasey nos dijo que Boys & Girls Clubs también brindan servicios a niños y familias en el área local. Hace dos años, cuando estalló el incendio de Woolsey, muchos residentes perdieron sus hogares. Los profesionales de la salud asumieron de inmediato el papel de consultores de crisis de la comunidad, proporcionando cientos de horas de asesoramiento de crisis a las familias que lo perdieron todo. También brindaron su cuidado a los niños afectados para así ayudarlos a recuperar la tranquilidad. Desde entonces, han estado sirviendo como centro de salud para brindar salud mental y protección a toda la comunidad.
El Poder De La Unidad
Hace cuatro años, debido a que no había un centro comunitario en el área local, la gente tenía que viajar a otro lugar para obtener servicios de asesoramiento. Los residentes y los Boys & Girls Clubs recaudaron fondos conjuntamente para establecer un centro de salud. Randi Goodman, directora del Centro de Bienestar del Boys & Girls Club de Malibú, dijo que “los grupos vulnerables de la comunidad todavía se ven afectados por el incendio de Woolsey. Estamos trabajando arduamente para ayudarlos a recuperarse de la pandemia y tratar de restaurar sus vidas al estado original. Muchas familias todavía están desempleadas y están trabajando arduamente para que sus hijos vayan a la escuela en línea y reconstruyan sus hogares. La recuperación puede llevar tres años. Por lo tanto, estamos muy agradecidos por la distribución de Tzu Chi. De hecho, esta es una gran ayuda para estos residentes”.
Siugen Constanza, directora de Asuntos Comunitarios y Difusión del Boys and Girls Club, acompañó a los residentes afectados en su proceso de reconstrucción y, al mismo tiempo, compartió la historia del banco de bambú de Tzu Chi en la comunidad durante años. Siugen se inspiró profundamente en la historia del origen de Tzu Chi y reveló que también ha experimentado las dificultades de vivir la vida como inmigrante. Ahora, también puede compartir sus experiencias significativas para ayudar a la comunidad que ama mucho.
Ashleigh Rodríguez, por su parte, es maestra en la escuela afiliada al Boys & Girls Club. Al recordar el daño causado por el incendio forestal, todavía tiene temores persistentes. Además, la pandemia ha dificultado la situación financiera de las familias. “Después de comprender el significado de la alcancía de bambú de Tzu Chi”, dijo, “a menudo comparto la historia con mis hijos y estudiantes, con la esperanza de que todos puedan contribuir y combinar el amor de todos para ayudar a las personas necesitadas a ponerse de pie nuevamente”.
Los despiadados incendios forestales causaron un tremendo dolor en el corazón de muchos miembros de la comunidad, y ahora la pandemia en curso continúa alterando sus vidas. En un momento en que la tasa de desempleo continúa aumentando en medio de la recesión socioeconómica, los voluntarios de Tzu Chi continuarán reuniendo su amor y energía para acompañar a las familias en dificultades para ayudarlos a atravesar sus altibajos con amor.
Las personas que comparten una misión común en la vida necesitan animarse e inspirarse constantemente para mantener sus pensamientos amables.
