Escrito por Penny Liu
Adaptado al Español por JuanMa Bonilla
Editado por Maribel Suárez
Con vientos de 150 kilómetros por hora, el Huracán Ida se convirtió en el segundo más destructivo en tocar tierra estadounidense. Este fenómeno natural devastó varios estados del Sur, incluyendo Louisiana, lugar donde los residentes vivieron momentos de terror, porque Ida empezó a destruir sus hogares justamente 16 años después del infame Huracán Katrina.
El 29 de agosto de 2021, el Centro Nacional de Huracanes publicó un mensaje en Twitter, donde informaron que: “11:55 a. m. CDT: Ida tocó tierra como un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso cerca de Port Fourchon, Luisiana, con vientos máximos sostenidos de 150 mph y una presión central mínima de 930 mb (27,46 pulgadas)”.
No es la primera vez que los estados sureños de EE.UU. se ven afectados por el impacto de huracanes de gran fuerza. Especialmente Louisiana. En agosto de 2005, este lugar fue devastado por el Huracán Katrina, que también arrasó con ciudades en New Orleans, Mississippi y Alabama, dejando 1833 personas muertas. En 2021, cuando arrancó la temporada de huracanes, los meteorólogos pusieron especial atención a la actividad climática que empezaba a desarrollarse.
Desde el 26 de agosto hasta el 1 de diciembre, los vientos de Ida causaron graves daños en los estados del Sur, y también en algunos de la Costa Este, donde se presentaron grandes inundaciones. El CDC, reportó un total de 91 muertes. Más de un millón de hogares y negocios se quedaron sin electricidad y las edificaciones presentaron significativos daños.
Evacuación en medio del desastre
Debido a que los estados del Sur son propensos a ser afectados por el paso de huracanes, sus residentes intentan estar preparados para estos duros momentos en los que pueden perder todo. Incluso, las instituciones educativas cuentan con protocolos de evacuación para así, mantener a salvo a los estudiantes, como en la Universidad de Tulane, donde tienen un departamento completo que se dedica a ayudar en este tipo de emergencias climáticas.
Ante la llegada de un fenómeno natural, la planificación marca un paso fundamental, ubicar posibles lugares de refugio, así como planes de evacuación, son algunas de las medidas que pueden tomarse en esos momentos. Aunque las fuerzas de la naturaleza muchas veces son impredecibles, es necesario contar con estos planes que pueden salvar vidas en situaciones de emergencia.
De acuerdo con la Real Sociedad Meteorológica, Ida fue “una de las tormentas mejor pronosticadas en los últimos años”.
Las instituciones ubicadas en los estados del Sur se han preparado, con el pasar de los años, para enfrentar este tipo de desastres naturales. En una encuesta hecha a 223 estudiantes de la Universidad de Tulane —ubicada en New Orleans— se demostró que 75% de los alumnos encuestados preferirían evacuar el campus durante una tormenta de grandes proporciones y refugiarse en otros lugares. Y eso fue lo que hizo la mayoría durante el paso del Huracán Ida por esta ciudad.
Al principio, evacúe solo para tomar precauciones adicionales. Las noticias no decían que la tormenta iba a ser tan fuerte como lo fue. No quería estar sola en mi dormitorio durante mi primer desastre natural, mis padres querían que me alejara de New Orleans, y la mayoría de mis amigos también estaban evacuando, así que pensé que sería lo más inteligente.
Julia Hanisee, estudiante de Tulane
Los alumnos de esta entidad debieron tomar decisiones rápidamente para mantenerse a salvo. Aunque sabían que esta institución educativa está ubicada en una zona propensa a huracanes, no fue fácil ser testigo del inminente peligro. Estos jóvenes vivieron momentos traumáticos y fue aún más difícil para los alumnos que no tenían familia cerca, como los estudiantes extranjeros.
Tzu Chi apoya a los estudiantes
La Oficina de la Región Sur de Tzu Chi reunió a un grupo de voluntarios para apoyar a los estudiantes extranjeros que fueron evacuados de la Universidad de Tulane. Durante estas situaciones de emergencia es imprescindible la ayuda de todos aquellos que la puedan ofrecer, para que las personas afectadas puedan reconstruir sus vidas. Muchos de los sobrevivientes a estos fenómenos pueden sentirse perdidos en medio del caos y sufrir el trauma de que su vida —tal como la conocían— ha cambiado para siempre. Es durante esos terribles momentos cuando la naturaleza compasiva que mueve a la Fundación Budista Tzu Chi provee ayuda real a las personas que así lo necesitan.
El Huracán Ida impactó severamente en distintas comunidades del Sur de Estados Unidos, dejándolas sin electricidad ni agua por varios días. Una de las zonas más afectadas fue donde se ubica la Universidad de Tulane, por eso la directiva decidió empezar con la evacuación de alumnos el 31 de agosto. En total 1600 jóvenes fueron llevados a hoteles en la ciudad de Houston, Texas.
Ese día, los voluntarios de Tzu Chi en Houston, fueron informados por Fuwen Luo, director del Centro Cultural y Económico de Taipei, en Houston sobre la evacuación de 50 alumnos taiwaneses.
Inmediatamente contactaron al presidente de la Asociación de Alumnos Taiwaneses de la Universidad de Tulane, para conocer de primera mano la situación de estos jóvenes y así poder brindar la mejor ayuda posible y tener todo preparado en Houston ante de la llegada de los estudiantes extranjeros. Después de colgar la llamada los representantes de Tzu Chi fueron a supermercados para comprar suministros y armar paquetes de emergencia para los evacuados.
En Tzu Chi, siempre hay personas dedicadas, que ofrecen —sin dudar— su ayuda a otros que viven situaciones de emergencia, situaciones en las que la solidaridad y la esperanza pueden brindar una luz a todos los afectados. Tzu Chi y sus voluntarios demuestran empatía y compasión por todos aquellos que se encuentran en vulnerabilidad.
Una casa lejos de casa
Zihao Liu, fue el primer estudiante de la Universidad de Tulane que llegó a Houston. Allí fue recibido calurosamente por los voluntarios de Tzu Chi, quienes le entregaron un kit de emergencia y una tarjeta de débito prepagada con la que podría cubrir sus gastos.
El gesto de ayuda por parte de la Fundación representó un alivio para Zihao, pues más allá del dinero y los artículos, este joven recibió ayuda por parte de personas que entendían la situación que atravesaba. Estar lejos de su hogar, ser extranjero y vivir la evacuación producto del huracán, puede resultar estresante, pero los voluntarios de Tzu Chi, hicieron lo posible para que los estudiantes se sintieran en casa y pudieran superar —de la mejor manera— esta situación.
Dos jóvenes taiwanesas llegaron a Houston justo después de Zihao Liu. Ambas recibieron paquetes de ayuda con artículos personales, así como una tarjeta de débito prepagada. Los voluntarios conversaron con las chicas para tranquilizarlas y demostrarles que todo estaría bien.
Las dos estudiantes se mostraron agradecidas por la ayuda y entrega de los integrantes de Tzu Chi, en un momento de incertidumbre en sus vidas. Debido a la urgencia con la que evacuaron el campo, ninguna tuvo la oportunidad de empacar sus pertenencias, por lo que los paquetes hechos por Tzu Chi les serían de gran ayuda durante sus días en Houston.
Tzu Chi y la Cruz Roja unen fuerzas
Después del impacto del huracán Katrina en 2005, en distintos estados empezaron a tomar precauciones ante otros huracanes. Por ello, construyeron edificios que cumplieran con ciertos parámetros de seguridad. Sin embargo, los fuertes vientos de Ida destruyeron gran parte de estos nuevos edificios y convirtieron ciudades enteras en zonas de desastre.
Las carreteras estuvieron intransitables durante días, debido a los escombros esparcidos por el huracán, lo que convirtió la entrega de ayuda en una tarea titánica, tarea que sin embargo los voluntarios de Tzu Chi cumplieron con ello, pudieron brindar esperanza a los más necesitados.
Los integrantes de la Oficina Región Sur de Tzu Chi se reunieron con otras organizaciones filantrópicas con la intención de planificar las estrategias de ayuda a los evacuados y afectados por el Huracán Ida.
Tzu Chi estuvo en conversaciones con la Cruz Roja, organización con la que ya se ha trabajado como aliada para atender emergencias por otros desastres. Durante esta reunión se enteraron de que la Comisión de Trabajadores de Louisiana planificó la apertura de seis albergues para atender a las víctimas del huracán. La Cruz Roja se comprometió a hacer una evaluación de los daños y a ayudar a la recuperación de estas comunidades, proyecto al que Tzu Chi se sumaría.
La Cruz Roja se encargará de organizar varios proyectos entre los que destacan: la atención de refugios, la distribución de ayuda de emergencia y la instalación de cocinas móviles. Para Tzu Chi tener la oportunidad de colaborar con estos equipos experimentados impulsa aún más la misión de caridad y compasión budista de la Fundación, para así brindar luz en tiempos oscuros e inciertos.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias confirmó que recibieron 158.000 solicitudes de ayuda por parte de las víctimas de este huracán.
Por su parte, la Oficina Regional del Sur de Tzu Chi estableció, los denominados “Grupos de Atención y Solicitud Post-Huracán Ida”. Estos comités específicos continúan participando en reuniones de organizaciones de socorro externas para estar actualizados sobre los nuevos desarrollos relacionados con los desastres naturales y sus consecuencias. De esta manera, los voluntarios pueden aprovechar mejor los recursos, y comprender las necesidades de las comunidades a las que sirven aprendiendo de otros grupos altruistas.
La organización Budista Tzu Chi, representada en sus voluntarios, siempre está dispuesta para brindar ayuda, compasión y solidaridad durante estos desastres.