
Escrito en por Cristina Chang
Traducido por Mark Wan
Traducido (Español) por Francisco Ayala Silva
Editado por Adriana DiBenedetto
Editado (Español) por Maribel Suárez
En una mañana de sábado y bajo el sol de agosto, los estudiantes de la Academia de Tzu Chi en Cupertino, California, se sentaron en el verde césped acompañados por maestros y voluntarios, parados contra el fondo azul del cielo. Juntos cantaron la canción “The Happy Face” (“Carita Feliz”), con una alegría sin límites que se apreciaba aún bajo las mascarillas.

La Academia de Tzu Chi en Cupertino, California, tuvo su primer encuentro presencial en la mañana del 21 de agosto de 2021 luego de más de un año de aprendizaje a distancia. Era la primera vez que el personal y los estudiantes se encontraban cara a cara y todos celebraban ese momento.




El hijo de la Directora Joli Liu ha sido alumno de la escuela desde el 2004, cuando estaba en el jardín de infantes. Ella pasó de madre amorosa a voluntaria, vicerrectora, y finalmente, a su actual puesto como directora de la escuela. A lo largo de los años Joli Liu, se ha convertido en una parte cada vez más vital de la vida escolar. Al referirse a la reunión ella reflexionó sobre los sentimientos encontrados, que ella sabía que estaban en los corazones de todos. “Este evento tiene dos aspectos”, dijo la Directora Liu, “regresar a las instalaciones y encontrarlos a todos ustedes es un gozo, pero todas las cuidadosas medidas de prevención utilizadas para mantener la seguridad del encuentro pueden ser un gran desafío”. Sin embargo, asegurarse de que las precauciones, se cumplieran de manera estricta fue facilitado por el cuidado con el que cada persona cumplió con su parte. Con el esfuerzo en conjunto de maestros, estudiantes, padres y voluntarios todas las preparaciones se completaron con relativa facilidad, cómo utilizar mascarillas, usar desinfectante de manos y otras medidas de seguridad cruciales.

Los Estudiantes Graduados Muestran Agradecimiento
Cynthia Lan, comenzó en el jardín de infantes de la Academia de Tzu Chi y sus primeros pasos fueron tomar las clases de chino que allí se ofrecían. Aún después de su graduación de la academia para entrar al grado 11 de la escuela secundaria, ella regresa regularmente como voluntaria a su escuela primaria con el deseo de expresar su agradecimiento y hacer que otros alumnos

Cuando era estudiante en la Academia Tzu Chi, Cynthia Lan obtuvo notas excelentes en el idioma chino y en sus clases de cultura humanística, obteniendo al final la nota más alta en los exámenes avanzados de chino. Ella también aprendió a utilizar en su vida diaria la ética y hábitos humanísticos.
Luego de regresar a la escuela como voluntaria, Cynthia compartió sus experiencias:
“Durante los últimos 12 años he recibido la ayuda de maestros y voluntarios a quienes les estaré agradecida por siempre”, expresó Cynthia, “por eso regreso aquí para ayudar, como voluntaria, es mi manera de retribuir mi deuda de gratitud”.
La misión de la Academia de Tzu Chi, se enfoca en enseñar estrategias centradas en la compasión para desarrollar la mente, abrir el corazón y avanzar hacia una cultura humanística global. Por lo tanto, la dedicación de Cynthia como voluntaria y su agradecimiento por el ambiente educativo cordial conmueve tanto al profesorado como al personal.
Tres Generaciones Unidas
Wendy Chang, emigró a los Estados Unidos desde Taiwán hace 30 años. En el evento de reapertura de la escuela Wendy estuvo acompañada por su esposo, la hija y el yerno de ambos, estos últimos empleados en las compañías de alta tecnología de Silicon Valley (también conocido como Valle del Silicio). Estos últimos estaban matriculando a sus tres hijos en la escuela y en un curso de Bopomofo (símbolos fonéticos en mandarín). Según Wendy Chang, sus dos hijas no participaron en clases de idioma chino mientras crecían en la zona de la Bahía de San Francisco y cuando una de ellas, se convirtió en doctora encontró barreras para comunicarse con sus pacientes que hablan chino. Ambas lamentan no haber participado en cursos de dicho idioma y, por lo tanto, la hija de Wendy estaba decidida a darle a sus hijos la experiencia que ella quisiera haber tenido. Sonriente, ella le dijo a sus hijos, “su abuela es ahora más sabia y ahora entiende la importancia de aprender chino. De hecho, es mucho más lento y difícil aprender chino cuando se es mayor, mientras que es mucho más fácil aprenderlo cuando aún eres joven”. Los nietos de Wendy estuvieron de acuerdo y las tres generaciones de la familia se sentaron en círculo para investigar lo que los símbolos fonéticos del mandarín significan al ponerlos juntos.

La hija y yerno de Carol Hsia, también crecieron con pocas experiencias educativas, que incluyeran la lengua y cultura china. Para que su nieta tuviera un ambiente multicultural inclusivo, Carol sugirió hace tres años, que ella iría a la Academia de Tzu Chi. Ella comenzó con la clase de Bopomofo, para aprender tanto del idioma como de las áreas humanísticas relacionadas. “Aprecio mucho las lecciones de humanismo que imparte Tzu Chi”, dijo Carol acompañando a su hija y nieta de regreso a clases.

Maestros y Alumnos Comparten la Energía de la Felicidad
Chen-ling Chiang, es actualmente el tutor de los alumnos del noveno grado. En el evento de apertura de la escuela su emoción era evidente mientras le entregaba a los alumnos los regalos que no pudo entregar el año anterior. “Nos encontramos como viejos amigos, incluyendo los maestros y hay un ambiente especial por la apertura de una escuela en la cual las personas pueden interactuar directamente”, dijo ella. La clase de noveno grado estaba llena de una conversación cálida y entusiasta.

Yu Chia Wang se incorporó a la Academia de Tzu Chi hace un año como instructora de Bopomofo y, debido a la pandemia, sólo ha podido impartir clases virtuales. Durante la reapertura de la escuela en 2021. Yu Chia Wang fue vista empujando una gran carretilla roja cargada de ayudas visuales, aros de hula hula, sacos de arena, libros de cuentos y calcomanías, para distribuir a los estudiantes una atmósfera de aprendizaje natural y relajada pero cautivadora.

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